"Reconciliación"

Jimin se acercó a mi, lo suficientemente para que nuestros labios, se rozaran unos con otros. Sentí una corriente eléctrica, una emoción y algo revolotear en mi vientre. Corte esa pequeña distancia y nuestros labios se unieron. Tan pronto el beso se volvió apasionado, poso sus manos en mi cintura pegándome más a su cuerpo. Pase mis manos por su cuello y me abrace de este. Sin separar nuestros labios, en un movimiento rápido me giro, poniéndome contra el lavabo. Y de la misma manera me sentó sobre este. Se puso en medio de mis pernas y me tomo de la cadera acercándome nuevamente más a él. 

Comencé a jugar con su cabello, hicimos pequeñas pausas para tomar aire. De repente sus manos pasaron a estar dentro de mi blusa. Viajando por toda mi espalda, mis muslos. Al final me cargó, enrede mis piernas alrededor de su cintura. No supe a donde vamos hasta que sentí la puerta cerrarse y la comodidad de la cama bajo mi espalda. Sus manos nuevamente viajaron por mi cuerpo, en mi vientre, mis piernas, muslos. 

Dios mío, nunca me había sentido así. Le quiero tener más cerca. 

Bajó sus dulces labios a mi cuello. El primer pequeño gemido salió de mi boca. Haciendo así que aumentara la presión de sus besos. Sin dejar caer su peso sobre mi se puso de rodillas alrededor de mi cuerpo y saco su camiseta. Me miró a los ojos, unos ojos diferentes, llenos de amor, deseo y lujuria, de una manera que nunca había visto. 

¿Y yo? Yo estoy ansiosa, emocionada, deseosa pero a su vez nerviosa. Es tan jodidamente hermoso tenerlo así de cerca en mi cuerpo, pero me pone nerviosa la acción, no nos hablaron mucho de eso en el orfanato. 

Volvió a besarme nuevamente en los labios. En un momento a otro, ya estaba yo sobre sus muslos frente a él.  

— Te esperare... Si es lo que quieres. -hablo con su respiración agitada- No quiero hacerlo si no te sientes cómoda. -habló nervioso- 

No hay duda, estoy segura, quiero estar con Jimin, lo amo realmente y no quiero estar con otro hombre que no sea él. 

— No es así. -miré esos hermosos ojos y baje mi cabeza a sus labios- 

Nuevamente volvimos a lo de hace rato. Con su ayuda levante con cuidado mi blusa y enseguida volvió a mis labios, mordió con cuidado y bajó al cuello. Dios cuanto amo que haga eso. Tomó los tirantes de mi sostén y los bajó dejando un camino de besos hasta mi hombro izquierdo. Sus calientes manos ahora están en mi espalda tomando con cuidado el broche de mi sostén. Me tense un poco al sentir como comienza a desabrocharlo. Él lo supo enseguida. Beso mis labios delicadamente. Transmitiéndome todo su amor. 

— Eres muy hermosa. -movió mi cabello hacia atrás y susurró en mi oído- 

Al fin pudo quitarlo completamente. Tomé sus hombros y lo eché hacía atrás, acostándolo en la cama y yo sobre su cadera. Bese ahora yo, sus labios y baje a su cuello. Pase mis manos sobre su abdomen, escuchando como respuesta un gemido de este, hasta llegar a su pantalón, donde ya hay una gran erección.

— Duele. -susurró- 

Sonreí maliciosamente y me senté sobre este, recibiendo como respuesta un gruñido de Jimin. No me pregunten que me pasa porque me estoy dejando llevar en este mismo momento, no soy yo. 

— ____. -gimió-

Comencé a moverme lentamente, al parecer comienza a gustarle. Tomó mis caderas y comenzó a moverme sobre él a su gusto. Se reincorporo y comenzó a besar mis pechos, haciendo que parara de inmediato. Cambiamos de lugar, ahora él encima mío y yo bajo de él.

— ¿Te gusta verme sufrir no? -preguntó, refiriéndose a su erección-

— Algo... -me miró retador-

Tomo el botón y desabrochó su pantalón bajándolo y arrojándolo lejos. Volvió a besarme, mientras sus manos de mi vientre bajan a mi short. Rápidamente lo desabrocho y lo bajó sin espera. Sus labios se encuentran sobre mis muslos mientras yo aprieto las sabanas bajó mío.

Cerré mis ojos por un momento y los abrí al sentir como baja con cuidado mi ultima prenda.

— ¿Lista? -dijo agitadamente-

Solo asentí con la cabeza. Abrió mis piernas y se posición en medio de estas. Trague salvia nervioso. 

— Prometo borrar de tu mente todo lo que antes te hice. -besó dulcemente mi mejilla-

Con cuidado entro, el dolor es algo que a los segundos se volvió placentero. Sus manos están una y una lado a mi cabeza, así podía soportar su peso mientras me penetraba lentamente.  Comenzó lento y después fue totalmente lo contrario. 

Gruño en mi oído y ce centró totalmente en mi cuello, mi cabeza esta hacía atrás, mis ojos están cerrados. Mis caderas se alzan en busca de más. 

Nuestros labios se encuentran una que otra vez más durante la noche. Sus manos recorren mi cuerpo haciéndome estremecer y sentir una y mil emociones. 

Sin duda una buena noche. 

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Abrí mis ojos. Poco a poco recupere la razón, sentí los brazos de Jimin abrazar mi cintura como si nunca me quisiera soltar. Sonreí al recordar lo sucedido anoche y volví a dormir un poco más.

No se cuanto paso pero ahora Jimin no esta a mi lado. Me senté en la cama, pase mis manos por mi rostro mientras que con mis antebrazos hago que la sabana no caiga y muestre mi desnudes. Todos los recuerdos de anoche llegaron a mi mente. Sonreí tímida. Me puse de pie, abrace mi cuerpo con las sabanas y camine a paso lento al cuarto de baño. 

Jimin abrió la puerta del cuarto, ambos nos sonreímos para después caminar a mi y besar mis labios. 

— ¿Cómo despertaste? 

— De maravilla. ¿Qué haces? 

— Estoy preparando nuestro desayuno. -acarició mi mejilla- Date una ducha y después ve al comedor.

— Esta bien. 

— Espera. ¿Qué tienes aquí? -miró mi cuello y paso sus dedos por el- Oh, no es nada. -sonrió ampliamente- Te espero.

Se dio la vuelta y salió por lo que puedo ver muy contento. ¿Qué es lo que le pasa? Me gusta verlo así de feliz. 

Camine y me adentre al cuarto de baño. Me mire al espejo después de haber abierto la llave del agua. Mi ceño se frunció y mirando con atención lo que mis ojos ven. Pase mis dedos comprobando que no es una mancha. Era un chupetón. 

— ¡Park Jimin! 

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Ambos terminamos de desayunar juntos. Decidimos salir y pasear por la playa, hoy es un día lindo y especial. Caminamos por las pequeñas playas de esa ciudad, igual pequeña. Es un ligar lindo. Si nunca hubiera arreglado las cosas con Jimin no me había dado el tiempo para salir y explorar todo. 

Compramos unas cosas para nosotros y al atardecer nos sentamos en la arena, contemplando aquel sol que se esconde lentamente  y esa hermosa brisa cálida golpeando nuestros rostros.

— ¿En qué tanto piensas? -me preguntó de repente-

 —estoy un poco despistada- Solo, pensaba en... Mi familia. -miré hacía el mar-

— ¿Nunca supiste más de ellos? ¿Muerte o solo te abandonaron? 

— La dueña del orfanato, me dijo que ellos murieron y que no había alguien quien me cuidara. Pero...

— ¿Pero...?

— Ahora que lo pienso. No tiene lógica. Si mis padres murieron en un "accidente" tengo familia. Mi padre y mi madre no estaban solos. Quizá.. Tengo familia, en alguna parte.

— ¿Nunca lo habías pensado?

— No realmente. No me gustaba recordar o hablar del tema. Simplemente borraba toda la información mala que sabía. 

— Puedo ayudarte, mi asistente tiene experiencia en eso, el podría buscar a tu familia.

— ¿Enserio? -sonreí-

— Claro, si a ti te hace feliz encontrar a tu familia. Esta bien -sonrío delicadamente-

— Gracias. Eso me haría aún más feliz.

— No tienes de que agradecerme, eres mi esposa. -entrelazo nuestros dedos- Y quiero verte feliz.

— Lo soy. Contigo lo soy. 

Ambos nos sonreímos. 

Al final decidimos volver a casa, camino a ella Jimin quiso llegar a comprar algo para cenar juntos, tomados de la mano entramos en aquella tienda. En la entrada una mujer nos hablo, su complexión es muy delicada pero con lo suyo, su cabello rojizo teñido y es bonita.

— Jimin. -paramos en seco, levantó la mirada para ver a aquella chica, la cual lo mira con asombro- Hace cuanto tiempo que no nos vemos.

Esto no me da buena espina.

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El primer puntito es mio, jajaj.

ig. doannisoon__

les amo mucho, gracias por leer

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