17. Barcelona, Tu bella sonrisa falsa
-Marcas y Amores en otras tierras-
El olor salino y el calor del viento abrazan mi cuerpo, el agua del mar juega y cada vez más me impresiono, jamás en mi vida lo había mirado, tan bellos colores de diferentes tonos azules, Nick me ha contado que viajaremos por mar para llegar a Europa, y que visitarían primero Barcelona.
Alguna vez te contaron que hay más haya de Zootopia amor?- su voz sonó detrás de mí, voltee y lo mire a los ojos-
Solo lo que había más allá de las praderas en donde vivía, el exterior no era algo que a muchos les interesara contar en donde yo nací, pero papá nos contó alguna vez sobre que más allá del mar, habían otras tierras muy distintas a las nuestras.-mire hacia el mar-
Bueno, entonces será un honor hablarte sobre lugares que jamás has imaginado mi Judy.-me tomo de la cintura y me acerco a su cuerpo.-
El barco al fin zarpo del puerto de Zootopia, un largo y muy interesante viaje es el que se espera y de verdad estoy emocionada y asustada...
Marcas....Amores...en otras tierras...Las reglas, países y formas de querer son muy variados, es impresionante lo que una pequeña leyenda ocasiono al mundo...
Mi mirada estaba pérdida entre los colores del mar, quienes rebosaban de belleza de un forma simple pero extraordinaria, el movimiento del barco era algo brusco de vez en cuando provocándome náuseas, respiré y saque el aire de forma calmada, quitando de mi cuerpo algún síntoma de asqueo.
Mi señora?- se acercó un joven perro hacia mí de forma tranquila pero con preocupación en sus ojos- Preferiría que estuviera alejada un poco de la borda, podría caer al mar. No querrá que su esposo se infarte al saber que no está?
Tomo suavemente de mi brazo alejándome de la borda, sonrió y realizo una reverencia colocando su pata hecha un puño cerca de su corazón y sosteniendo mi pata delicadamente.
Mi nombre es Ruternford Monrroit, mientras su marido habla con el capitán de la tripulación me ha pedido que cuide de usted.- se puso firme y me miro alegre- me parece que ha de ser su primera vez en el mar cierto?
Un gusto Ruternfor, soy Judy...pero mmm se cuidarme sola no me puede pasar nada en lo absoluto, además Nick es muy...- dijo lo que tenía en mente-
Celoso y Sobre protector? Ja eso todo mundo lo sabe Señorita Wilde, él es todo un casó.-se cruzó de brazos- Me tiene una pequeña cosa de confianza pues yo lo conocí alguna vez de niños.
O ya veo, pero no debes preocuparte lo único que puede llegar a pasar es que vomite o me caiga, son cosas de nada.- dije segura -
Mmm bueno pero para que esté más tranquilo no le gustaría que le contara un poco de Europa? - preguntó de forma que me convenció totalmente.
Si eso me encantaría - hable emocionada, me dirigió hacia el comedor del barco invitándome a sentarme a lo cual accedí-
Bien umm por dónde empezar, bueno allá en Europa existe el cambió horario- dijo emocionado-
Cambió de horario? A que te refieres con eso?- pregunté extrañada, cuando asistía a la escuela eso jamás comentaron-
Bueno uhmm... Aquí puede ser de día pero en algunos lugares de Europa es de noche!! O también lo variadas que pueden ser las culturas allá y los idiomas son tantos que no se cuales nombrar. Sus historias están llenas de mitología, magia y cualquier cosa en la que alguna vez pudo soñar, cuando estoy allá es algo que de verdad amo aunque claro Zootopia jamás dejara de ser mi ciudad favorita.- sus palabras eran como las de un infante totalmente emocionado por regresar a aquel parque lleno de juegos y aventuras.-
Todo lo que me empezó a contar sobre Europa era fascinante, la que más me gustó fue lo de las bolas de fuego que explotaban en el cielo y llenándolo de estrellas de colores, como verde, rojo o morado. Sobre que existía un país sumergido en la eterna nieve y con construcciones rojizas.
Cada cosa que me comentaba llenaba de bellas expectativas mi cabeza. Barcelona ha de ser un lugar realmente impresionante, me siento como una niña pequeña de nuevo.
En una gran mansión una condesa de ojos azules miraba el cielo desde la ventana de su habitación, de sus zafiros salían dulces lagrimas que escurrían hasta su bella sonrisa sin sentido, su cuerpo se encontraba tirado en una suave cama.
"Ella alguna vez me miró, con una dulce sonrisa me prometió que esto traería felicidad a mi vida"
Maldita sea, que palabras más estúpidas.
La ira, el dolor, la venganza, juntos son tan hermoso y agonizante herida, su mirada se dirigió a aquél que fue nombrado su esposo, su dolorosa sonrisa no terminaba pues él le dio una orden.
"No me interesa cuales sean tus sentimientos, pero recuerda...una señorita se ve mejor si sonríe".
M-maldito...- ella cerro los ojos cansada, aquel hombre la había tomado y marcado antes de su edad legal, su cuerpo puro ahora era suciedad, se odiaba...odiaba su vida...pero otra alternativa no había, se casaba o terminaban con su familia.
Barcelona, un lugar lleno de gran belleza, con una ley muy dolorosa....
Legalización de edad, será válida hasta que la joven o el, cumpla una edad mayor, solo se podrá marca como propiedad a los encomendados después de esa edad.
Mi nombre es Rachel...
La vida es dura, pero es necesario aceptar, di no y por tus palabras morirán seres queridos. Hay que aceptarlo, que alguna unión sea feliz es algo que solo se lee en las empalagosas historias de este país, creadas para ilusionar a las jóvenes con el maldito futuro que tendrán. Pocas se salvan de esta eterna tradición.
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Barcelona 1:00 pm
La llegada del matrimonio Wilde fue muy bien recibida en aquel país, pareja conformada por una jovencita con mirada llena de curiosidad e ingenuidad viendo los edificios, colores y prendas tan bellas; a su lado un joven con mirada perdida en la figura de su lado, sus ojos posados en aquella frágil, dulce pero fuerte chica a la que había desposado, esta ciudad no lo impresionaba, claro era muy hermosa como la llamativa catedral de la sagrada familia, la cual no olvidaba al ser el lugar en donde sus padres se casaron, pero le interesaba más verla a ella y así olvidar al infantil de Rutherfod, quién le había echado a perder sus planes con Judy.
Nicolás Wilde quedó en tener una cena de negocios con la familia Martínez la cual solo se conformaban de linces a excepción de la nueva integrante de la familia. Vicent Martínez un lince de 22 años y su joven esposa Rachel González una Cierva.
Nicolás es una maravilla el que estés aquí- aquél lince se acercó a paso firme, con un traje negro, ojos azul metálico y pelaje gris con negro, algo en él le indujo una extraña sensación a la coneja.
"Su presencia me incomoda"
Lo miré nerviosa, no dejaba de analizarme, volteo a ver nuevamente a Nick quien había tosido un poco para llamar la atención del Sr. Martínez, al ver su esmeralda mirada me impresiono un poco el hecho de que reflejara desconfianza...
Tomo ligeramente mi cintura y bajo a hasta mi oído.
Pase lo que pase Judy... quiero que estés a mi lado, de ninguna forma te dejare a solas a menos que este la Joven Rachel- besó mi frente y apretó mi pata. Yo asentí accediendo a su petición, además que el articular una palabra sin permiso de él puede ser ofensivo y de mala educación aquí en Barcelona.
Rachel, querida por favor ven aquí.- aquel lince se hizo a un lado dando a conocer a joven cierva, de ojos color azul, con un pequeño flequillo negro con café que tapa su ojo derecho, pelaje claro algunos tonos en amarillo pastel y beige y portadora de un vestido azul cielo largo con un elegante encaje en medio color blanco y puntas de oro, con mangas hasta los codos y escote discreto. Sus labios formaban una bella sonrisa...cansada.- Dejare que tengas una charla con la señorita Wilde mientras arreglo unos asuntos, pueden pasar a la mansión, claro con el previo consentimiento de ti Nicolás.-
Gracias mi señor- hizo una pequeña reverencia.-
Adelante Judy acompáñala.- me sonrió y soltó mi pata, asentí y realice una reverencia.
La señora Wilde, previamente me enseñó como tenía que comportarme en cada país para no obtener ninguna mirada de desagrado.
Camine a lado de Rachel, su mirada estaba fija hacia la entrada de la mansión, ella volteo y sonrió, un escalofrío me recorrió.
No le gustaría tomar el té en el jardín señorita Wilde?- señalo el bello jardín con árboles y flores llamativas.
Claro, suena muy bien- le devolví la sonrisa-
Nos sentamos en una mesa de plata, con un mantel blanco, en ella una tetera, dos tasas y algunos bocadillos nos esperaban, me señalaron mi asiento y ella igualmente se sentó.
La conversación comenzó con una presentación, por ser invitada yo empecé.
Mi nombre es Judith Laverne Wilde, tengo 18 años, soy una coneja...y amm soy fanática de la lectura...- estaba algo nerviosa, que más decía?.
Y estas enlazada, quiero decir marcada... y-yo ah disculpa no debería de decirlo que descortés de mi.- sus mejillas se tornaron rojizas.
Yo solo reí un poco para bajar la incomodidad del ambiente.- tranquila, es tu turno-
Ella desvío un momento sus ojos y después me miro...
Me llamó Rachel González, soy una cierva...amo mirar paisajes y amm es todo.-Negué con la cabeza.
Cuál es tu edad Rachel?- ella me miro avergonzada, ella no se daba cuenta pero en algún momento yo logre ver su marca.
E-edad...- miro hacia otro lado sin su bella sonrisa, desconfiada.
"Me parece que es alguien timi~"- su respuesta interrumpió mis pensamientos, la mire impresionada y algo asustada...esto no podía ser se supone que su edad legal debe ser d-de...
Y tengo trece años...- sonrió nuevamente y sus ojos derramaron dos pequeñas lagrimas
El silencio apareció.
Y aquí estoy publicando al fin, me gustaría opiniones, regaños de ortografía y balasos para esta boba escritora.
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