I

Louis miraba a través del vidrio de la ventana del tren, estaba volviendo a casa, se sentía nostálgico por ver a su familia después de un año, su corazón sentía ese caliente típico de la soledad que sufrió por ir a estudiar lo que amaba, lejos de su amorosa familia y el que ahora era su ex pareja, si bien sentía nostalgia por ver a su familia, su corazón no pudo evitar sentirse vacío por pensar en él, sabía que al ir a Italia estaría poniendo en prueba de fuego su relación, pero Louis amaba la arquitectura, era su sueño y sabía que él comprendía el significado que tenía para Louis, por ello lo dejó ir, despidiéndolo en la estación de tren con su mano, una sonrisa cerrada y ojos rojos por contener las lágrimas.

Louis todavía recordaba vívidamente cómo había comprendido la existencia del otro, vivían en la misma cuadra desde pequeños, sus mamás se podrían considerar amigas cercanas, pero nunca fue verdaderamente consiente de la presencia de Harry, jugaban de pequeños y de adolescentes almorzaban en sus casas cuando una invitaba a la otra, pero más nada, hasta esa tarde que venía caminando del instituto hasta su casa que lo vio tirado al lado de un árbol con el uniforme desordenado, el pelo revuelto y un raspón cerca de su ojo que sangraba un poco, recuerda que lo quiso ayudar y el testarudo Harry lo mando al diablo y se fue pisando fuerte, no recordaba que sus ojos verdes transmitieran tanta furia, indiferencia siempre, pero furia jamás.

Desde ese día Louis se preocupó por Harry, de manera sutil fue agregándose a su vida, acompañándolo al instituto hasta la puerta donde se tenían que separar por no ser de la misma edad y esperándolo para acompañarlo a su casa, al de rulos no le gusto, al principio, siempre le decía que se fuera por su cuenta, que no lo necesitaba, pero Louis insistió hasta el punto de que Harry se acostumbró a su presencia, tanto así que inconscientemente lo esperaba cuando el más bajo se retrasaba por algún motivo.

Un día Louis le preguntó el porqué lo había encontrado ese día tan golpeado, Harry se quedó un rato en silencio hasta que le explicó que fue culpa de un matón del instituto que era primo de una muchacha que había rechazado, al buscar el motivo del rechazo Harry simplemente dijo que "no era su tipo".

—¿Y cuál es tu tipo de chica? —le preguntó curioso Louis.

Harry frunció su cejó y siguió caminando.

—Formulaste mal la pregunta —le respondió Harry al rato, dejando a Louis confundido. Se ponía a buscar en su memoria y no recordaba haber visto a Harry con pareja. Mientras, Harry intentaba calmar sus latidos, porque sin querer dejo caer una indirecta muy sutil a Louis.

Harry al principio se confundió por sus sentimientos hacía Louis, pensaba que sería algo temporal, pero los días pasaban y se fue dando cuenta que esperaba ansioso los momentos que pasaba con Louis, un día tomó valor y después de la salida no fueron directamente a sus casas, este le pidió pasear un rato por el mismo parqué dónde todo empezó.

Lo agarró de la mano y lo guió hacía unos arbustos y lo metió ahí, no estaba muy iluminado, sin embargo había rayos solares que se colaban por las matas, se sentaron y Harry aprovechó para acercarse a Louis y tocar sus cachetes, Louis quedó un poco atontado por la cercanía pero Harry no dejaba de mirarlo y acariciar sus cachetes, era azul contra verde.

—La pregunta era: ¿cuál es mi tipo? —le dijo Harry casi rozando sus narices.

—¿Cuál es tu tipo, Harry? —le susurró el otro fascinado por los ojos verdes que transmitían paz y, tal vez, amor.

—Probablemente, alguien como tú.

Louis fue el que rompió el momento íntimo haciéndolo aún más, acercó primero su nariz y apoyándose en la nuca del contrarío le dio un piquito, Harry quedo impresionado por la osadía pero no quedó conforme y pego sus labios un rato más a los de Louis y ahí comenzó todo.

Fueron a pasos de bebé, Harry con el tiempo agarro la costumbre de besar la coronilla de Louis en público ya que no podían llevar sus afectos más allá por pudor, agarraba su nuca y lo empujaba hacía si, pegándolo a su pecho y le daba el beso y finalmente le acariciaba la nuca, no sin antes regalarle una sonrisa sólo para Louis.

El tiempo fue pasando, llegaron las vacaciones y todo fue color rosa, tuvieron citas, salieron juntos, estuvieron en sus casas viendo series, películas o pasando el rato tonteando, ese fue su verano perfecto, pero llegó el último año de Louis y con el las posibilidades de entrar a una buena universidad, fue Harry el que lo convenció para que aplicará para una beca en Italia, Louis le hizo caso creyendo que no se la iban a otorgar, por más que él quisiera, y paso su último año en el instituto cumpliendo los caprichos de Harry que alegaba que no podrían pasar más tiempo juntos cuándo él entrará a la universidad.

La graduación llegó y una semana después de esta, la respuesta, Louis no quiso abrir el sobre sin Harry y casi lo obligó a correr a su casa para leerla juntos, ambos estaban nerviosos, de aquello dependía el futuro de Louis y su relación con Harry.

Fue aceptado, le habían concedido la beca, ninguno de los dos supo cómo reaccionar, Louis quería estar feliz, emocionado, pero sólo pudo quedar en silencio, Harry vio la duda en los ojos de Louis y se sintió mal por pensar que él podría arruinar los planes de su pareja, así que le lanzó el discurso de su vida, explicándole que tenía que ir a estudiar allá, que no podía desaprovechar esa oportunidad de oro que había conseguido por mérito propio, pero por dentro se desmoronaba, no tenía mucho positivismo por su relación, pero se convencieron de que podrían con la distancia.

Los primeros meses se pudieron comunicar seguido, se contaban todo, hablaban trivialidades, estuvieron encaminados, pero conforme pasaba el tiempo a Louis lo fueron llenando de tareas y actividades, sus ratos libres, que eran escasos, los pasaba durmiendo y si no estaba cansado telefoneaba a Harry o a su familia. Las peleas entre la pareja fueron llegando, de manera sutil al principio, después fueron empeorando, Harry quería tiempo para hablar con él, Louis estaba muy cansado para comprender a su pareja, fue decayendo lentamente su relación.

Cuándo Louis podía volvía a casa, una semana de vacaciones que le otorgaba la universidad por sus buenas notas, con sólo mirar a Harry se olvidaba de los problemas y corría a abrazarlo fuertemente, lloraban, se disculpaban y trataban de aprovechar su tiempo juntos al máximo, en la mañana y tarde con sus familiares y en la noche con sus presencias y caricias.

Pero se fue volviendo un círculo vicioso, Louis se iba, empezaban las peleas, Louis volvía, se olvidaban de todo. Su última pelea marcó por siempre sus corazones, Harry obnubilado por la rabia le dijo a Louis que no lo quería ver más, que se quedará en Italia y fuese feliz allá, Louis sólo quería explicarle que no podría volver en un año porque quería adelantar materias y créditos para graduarse e irse por fin con Harry, no pudo ni defenderse, simplemente le corto a un embravecido Harry y lloro toda la noche, sintiendo su dolor y el de Harry, dándose cuenta cómo algo tan bonito término así, sintiéndose mal por no comprender a su novio.

Por un año no se comunicó con él, decidió dejarlo en paz y concentrarse en su carrera y volver a casa, necesitaba el calor de su familia, preguntó varías veces por Harry a su mamá y ella cuándo podía salteaba su pregunta, las pocas veces que respondía le decía que se le veía decaído y comprimía el corazón de Louis.

El fin de su carrera llegó más rápido de lo que había pensado y arreglando sus papeles y pertenencias, agarró el primer tren a su casa, avisándole solamente a su mamá para que fuera a recogerlo.

Se anunció su estación y con rapidez bajo las pocas maletas que pudo traer consigo y bajo del tren, se quedo un rato mirando el cielo que lo vio crecer y sintió unas ganas de llorar, llorar por la nostalgia, una emoción que lo invadía completamente y no hallaba que hacer, quería un abrazo consolador y fue en busca de su mamá.

La buscó por todos lados y no la encontraba, suponiendo que a lo mejor se había retrasado y se fue a sentar para esperarla.

Recostó su cabeza entre sus manos y froto sus ojos del cansancio, hasta que sintió que alguien se paraba en frente suyo, fue alzando su cabeza hasta toparse con unos ojos verdes cristalizados.

Harry estaba conteniendo sus ganas de llorar mientras veía a Louis, ninguno de los dos sabía qué hacer, solo se devolvieron la mirada un rato.

Fue Louis el que apartó su mirada primero y escondió su rostro entre sus manos, Harry derramó sus primeras lágrimas y se agacho a la altura de Louis.

—Lou... —dijo en un susurro estrangulado.

—Estoy cansado, Harry —hablo al rato Louis —¿Qué quieres?

—Tu perdón, fui un imbecil, no debí... —Harry intentaba mantener no llorar, quería soltar su corazón y hacer las paces.

»No debí tratarte como te trate, fui un inmaduro en nuestra relación, fueron mis inseguridades las que nos llevo a esto, no quise... No pude comunicarme contigo, por más que quisiera, me daba tanta vergüenza volver a hablar contigo, siempre te amaré y no pido una segunda oportunidad, se que no la merezco, sólo quiero tú perdón, no merezco a alguien como tú.

Harry derramó lágrimas en su desahogo pero no titubeó, Louis no pudo verlo porque sabía que se desmoronaría si lo hacía, sin embargo, unas lágrimas caprichosas se escaparon de su ojos y mordió su labio inferior para no sollozar.

—Louis, por favor... —suplicó Harry.

Louis tuvo que devolverle la mirada, por más que lo intentará no podía dejar de ver al que fue su chico, lo extrañaba, no se lo podía negar, aún con su corazón roto quería perderse en los brazos de Harry.

—No todo es tu culpa, Hazza, yo también fui responsable de que estemos así —Le dijo con una sonrisa triste —No supe comprenderte, me enfoqué en terminar la carrera y acabé con nuestra relación, no lo supimos manejar, perdóname tu a mi.

—No, no, yo... Te amo, Lou, creó que no podré dejar de hacerlo nunca, te calaste en mi corazón, a veces pienso que es por ti que en realidad late, fui malo contigo, no es justo.

Harry no pudo evitar agarrar los cachetes de su amado y unir sus frentes mientras derramaba más lágrimas. Louis acarició los cachetes de Harry también, pero al rato este lo jaló hacía su pecho y acarició sus rulos más cortos que antes, besando sus cabeza y meciéndolo para consolarlo.

Louis, con Harry entre sus brazos, por fin se sintió en casa.

***
Mis disculpas si hay cosita malas, pero no quise dejar pasar el aniversario de la banda y no dejar este regalillo por aquí.
Espero lo hayan disfrutado❤️
Ate: Hyejoon.

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