Mamá
María corre por el patio, juntando en un frasco, rayos de sol para el regalo del día de la madre.
De pronto tropieza en una piedra y el frasco se rompe.
Mamá la ve caer y llega en su ayuda.
María levanta los ojos compungida; pero, al ver a mamá comprende.
¡ El sol no podía quedarse en un frasco! Debía volver donde siempre: A la sonrisa de mamá.
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