Hola:

                    Seguro que, conociéndote, tendrás algo de miedo cuando llegue esta carta. Se que te asusta lo que no entendés y lo que no se explica -sos demasiado rígida-.

Yo, que hoy puedo aconsejarte, te ruego que te tomes tu tiempo, lo mastiques, que escuches tu voz interna. Me acerco a vos, para ayudarte a sostener el peso.

 ¡Dejá de lado esa sensación de culpa que te quieren imponer! ¡Dedicate a vivir tu propia vida! ¡Dejá de ser sostén y descansá vos tu cabeza en otro hombro!

Yo te aseguro: ¡Encontrarás el amor! Ese que dará sentido a tu vida. No lo dejes ir...de ninguna manera...bajo ningún concepto. Esta vez no permitas que algo  se interponga, ni siquiera tus dudas. 

Haceme la vida ¡Dale! Llename las tardes de risas -tengo una sombra oscura, donde guardaba el alma-...Hacé un esfuerzo ¡Sos muy joven! ...No me dejes hundida en el silencio. 

Cuando esta carta te llegue, salí a buscarlo, decile que lo amás, que no hay imposibles. 

Decile que ¡Nada existe mas allá de sus ojos!

¡Dale! ...Sos mi pasado y si  hacés bien las cosas, yo...No seré tu futuro.

                                                                                                           De mi, para vos.