Querido Dipper:

Oh, niño. Perdóname. Perdónanos a ambos.

No se me viene mas a la mente en este momento, Mabel se quedo dormida de tanto llorar y gritar pidiendo despertar de esa pesadilla.

Como quisiera que fuera una.

Nos salvaste Dipper, eres nuestro héroe, todos lo sabemos. Sin embargo nos dejaste con una gran tristeza, la peor parte fue:

Llamar a tus padres

¿Cómo le dices a un padre que su hijo falleció? Cuando al fin lo solté, me suplicaron que dijera que era una cruel broma, nunca olvidaremos los gritos y el llanto de tus padres.

Tu funeral sera en Piedmont a petición de tu hermana, todos los del pueblo irán incluyendo a los Noroeste.

Impotencia

Bill iba a matar Mabel, nos quedamos tiesos, la empujas te lejos y golpeaste al triángulo en el ojo camino para atrás y cayeron por el hoyo de la pirámide. Lo siguiente fue una ráfaga de luz azul, bajamos preocupados y no fue para menos estabas tendido en el suelo sangrando de la cabeza y los brazos, McGucket se acerco y dio la noticia.

"Falleció"

El mundo se vino abajo con o sin Raromargedon. Me alegro que la maldita existencia de ese dorito este condenada por la eternidad, es nuestro consuelo.

Aunque no quita el hecho de que tu vida acabo muy prematuramente, tantas cosas que no hiciste o no lograste alcanzar. Para nuestra memoria solo veremos a ese niño de doce años raro, curioso, adorable e inteligente, eso nos lastima mucho.

Se siente raro escribir una carta sin destino alguno. De nuevo lo lamentamos mucho, eramos los adultos y te fallamos.

Te extrañamos y te amamos.

Se despiden, tu tío Stanford Pines y tu tío Stanley Pines.