Estupidez

Se encontraba una chica pensando en que escribir en su nueva carta para su Doncella, era difícil concentrarse con tanta bulla de parte de sus amigas que le comentaban su vida.

Ricardo es un idiota, me dejo por esa estúpida - decía una de sus amigas quien anteriormente había tenido problemas con el aborto, algo difícil para ella-

Emm... ¡Pequeña admiradora de la cartas!-dijo una de sus amigas chasqueando sus dedos en frente de la cara de la chica, la cual estaba con su mente hecha pedazos- tu crush te esta viendo... -la chica rápidamente volteo hacia el lugar de su enamorada, efectivamente la estaba mirando, lo cual se puso nerviosa y con un sonrojo notable, llevaba la manilla que le había regalado.

Si sigues así sera mas que obvio de que estas enamorada -dijo burlona su amiga para después darle una palmada y retirarse-

Oh, tiene un pequeño grano... Oh vaya, trata de ocultarlo... -dijo la chica metida en su mundo, hasta que se le ocurrió una brillante idea- ¡oh gracias pequeño granito!

"Oh mi doncella, tienes un grano ¿Por que tratas de ocultarlo? Eres tan perfecta, tu suave piel combina tanto con ese grano, y que decir de tus ojos, tan bellos y brillantes, ese hermoso color miel que tanto detestas... Estoy enamorada de ti... Si así es, soy mujer. Tu admiradora secreta, eres tan... Linda y tierna

No ocultes tu bella, mi doncella ~."

Tras escuchar el toque te receso se levanto dispuesta a ir a dejarle la carta en su banco pero fue interrumpida cuando sintió un fuerte golpe en su espalda, por su torpeza había terminado en el suelo, se levanto y abrió los ojos... Su enamorada esta frente a ella en el suelo... Se sonrojo a tal punto que dejo caer la carta que tenia en su mano.

Oh, que gran descuido de mi- ¿Es una carta? -dijo la chica quien se encontraba en el suelo agarrando esa carta, cuando rápidamente la otra chica la agarró y pudieron rozar sus manos. Una experiencia única, salió corriendo no sin antes dejar la carta con disimulo en el banco de su enamorada.

Por culpa de mi estupidez casi me descubre... Debo ser mas cuidadosa.

La chica que se encontraba en el suelo, ahora leyendo la carta con un pequeño sonrojo en sus mejillas, dio un grito internamente... Al menos sabia que era mujer su pequeña admiradora.

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