No más cartas.
Algunos meses después...
Era una agradable mañana en la región Kalos, de un avión, bajaba una joven acompañada de otra de su misma edad.
Ya en tierra, ambas jóvenes recogieron su equipaje y ya afuera, encontraron a una multitud de fans acumulados en la puerta del aeropuerto.
No era de esperarse que hasta la prensa viniera a recibir a la nueva coordinadora Pokémon de Kalos.
Serena, había echo realidad su sueño.
Después de aprender una temporada de primavera con la señorita Palermo, la pelimiel se independizó y junto a su amiga, Misty, continuó individualmente su carrera.
Ahora con 19 años de edad, y un lindo vestido corto hasta la rodilla de un tono rosa, ella y la pelinaranja iban en camino a su nuevo apartamento en la ciudad Lumiose. Pero luego irían a visitar a la madre de la pelimiel, la extrañaba mucho desde su viaje y no la había visitado desde entonces.
-Debo decir, que es una hermosa región Serena. -mencionó Misty, al ver las coloridas calles de la ciudad desde la ventana de su lujoso apartamento-
-Sabía que te iba a encantar, Misty. -le respondió nuestra querida artista, con una gran sonrisa-
-Y bueno, ¿donde queda tu casa?
-En pueblo Vaniville. Está algo lejos, pero llegaremos al medio día.
-Entonces si queremos llegar al medio día... -la ojiverde sacó una cartera del porchero- debemos partir ahora.
-Tienes razón, llevaré unos macarons recién salidos del horno para mamá.
-Buena idea Serena, llévalos en está canasta. -le recomendó enseñándole una elaborada canasta de paja-
-Esta bien.
Las dos chicas salieron del apartamento con la canasta en la mano, se dirigieron al ascensor y ya abajo, Misty levantó la mano para buscar un taxi que las lleve hasta ahí.
Pero para su mala suerte...
No llegaba ninguno.
-¡Taxi! ¡aquí! ¡Taxi! agh, es imposible. -exclamó la ojiverde enfadada-
-Tranquila Misty, tengo una idea.
La pelimiel sacó de su bolsillo su muy moderno celular, bueno... si eres una coordinadora Pokémon tienes tus lujos ¿no?. Deslizó su dedo indice en la pantalla en busca de una aplicación.
-¡Listo! -exclamó- el taxi llegara en unos cuantos segundos.
Y así fue, el vehículo llegó en tan solo cuestión de segundos como dijo la pelimiel.
Misty quedó sorprendida.
-¿Qué estas esperando? ¡sube!
-¡Ya voy!
Lo que Serena no sabía era que...
-Buenos días chofer. -saludaron ambas-
-Buenos días señoritas, ¿cual es su paradero?
-Pueblo Vaniville.
Aveces, el destino puede darte malas jugadas.
O en este caso, nuevas oportunidades.
Las dos jóvenes llegaron al pueblo natal de la chica. Serena buscó con la mirada su hogar, y al encontrarlo, no pudo evitar sonreír.
-¡Aquí! -exclamó la peli miel- ¡aquí es!
Misty, al igual que Serena, estaba emocionada de conocer en persona a la madre de su mejor amiga. Ya que sólo la había visto y hablado por medio de videollamadas o cartas.
La gentil chica de ojos azules, tocó la puerta de su dulce hogar. No tardaron en más de un minuto en abrir la puerta.
-¡Mamá! -saludó la pelimiel, lanzándose a los brazos de su madre-
-¡Serena! -exclamó la señora castaña de ojos azules. La madre de Serena, Vera-
Un cálido abrazo entre madre e hija se hizo presente, cuando las dos se separaron, Misty procedió a saludar.
-Un gusto conocerla, señora. -saludo con cortesía Misty-
-¡El gusto es mío Misty! ¡vengan, pasen adentro! tenemos visita. -informó alegre, tal vez se trataba de alguien importante-
-¿Visita?
-Me pregunto de quien se trata.
Pero, los inesperados giros del destino...
-¡Taran! -exclamó la madre-
-¡¿Tú?! -gritó Serena al ver de quien se trataba la 'especial' visita-
Pueden herirte aún más
-¿A-Ash Ketchum? ¡¿Que hace el aquí, madre?!
-Hola Serena. -saludó, tratando de no enfurecer más a la chica-
-¿Él que hace aquí? ¡ni pienses en querer volver con Serena! -empezó a amenazar la pelinaranja-
-Tan gruñona como siempre... -el azabache rodó los ojos-
-¡Agh!
-Serena, Misty... creo que ya conocen a Ash. -Vera trataba de enfriar la platica entre los tres-
-Y cómo no conocerlo...
-Sí, como no conocer ¡a la persona que te destruyó el corazón!
-S-Serena, princesa... -tartamudeó el azabache-
-No... me llames... princesa.
-Tal vez debamos dejarlos solos. -le susurró la madre de la pelimiel a la chica pelinaranja, jalándola del brazo hasta la cocina-
La madre y la amiga se retiraron de allí, dejando sólo a los dos en la sala.
-¿Qué quieres Ash?
-Yo... quiero disculparme
-¿Por que? ¿Por besar a Miette?
Y sí, esa era la respuesta.
Los enemigos hacen hasta lo imposible para lograr su objetivo.
-Ella me besó contra mi voluntad... sabes, no vine a pelear contigo Serena.
-¿Y a que viniste si se puede saber?
-A esto...
El azabache se acercaba más al rostro de la pelimiel, ella no comprendía absolutamente nada. Hasta que...
Pasó, lo que estaba viendo con sus propios ojos pasó.
Él... la estaba besando.
Quería huir, esconderse dónde Ash no la encontrará. Todo fue en vano.
Huía de los problemas, huía de absolutamente todo.
Y al final... todo se arregló con un beso de amor verdadero.
Los dos jóvenes se separaron, el rostro de Serena estaba completamente rojo. El ojimarrón, se reía a carcajadas de ella.
-¿D-de que te ríes, i-idiota? -preguntó enfadada Serena, aun con el rostro completamente rojo-
-No te había visto sonrojada hace tanto tiempo.
-¡Ash! -se quejó-
-Los siento, pero tus sonrojos son realmente graciosos.
-¿T-tú lo crees?
-Sí, mi princesa.
Otro cálido beso se dio presente, uno suave y dulce. Que unía a ambos. Como siempre debió ser...
-¡Mi pequeña/pequeño está creciendo! -exclamaron un par de madres, saliendo de la cocina junto con Misty-
Y si, esas eran Delia y Vera.
-¡Ahhhh! ¿¡Mamá?! -gritaron ambos jóvenes al verlas-
-¿Que? ¿y ahora se olvidan de mi?
-L-lo siento Misty. -se disculpó Ash-
-Ok, te perdonó. ¡Sólo si yo planeo la boda!
-¿¡Boda?!
-¿Así que tu eres mi futura nuera? ¡Un gusto, soy Delia! -se presentó extendiendo su mano-
-¡No nos vamos a casar, por Arceus! -se quejó la pelimiel-
-Tal vez le proponga matrimonió pronto. -susurró el azabache-
-¡Ash Ketchum!
-No te enojes princesa, sólo están emocionados de nuestro rencuentro.
-Tonto.
Y así, pasaron el resto del día. Entre risas y 'planes para boda' , y claro, alguno que otro enojo por parte de Ash y Serena.
[...]
Lo que aprendí es que...
Uno, un amor, tarde o temprano, será correspondido.
Y dos, no huyas de tus problemas.
Esta bien dejar el pasado atrás, pero primero hay que solucionar alguna que otra duda que tengamos de aquello.
Fui una tonta al creer que el amor de mi vida, había roto mi corazón.
Este, creo que es el fin.
Tantas cartas de amor...
Me dieron una lección.
Este sentimiento, es algo maravilloso.
[...]
-¿Y? ¿porque pensaste que no te amaba, Serena? -preguntó Ketchum con dudas-
-Bueno... es que, esa vez que iba a ir de viaje con Misty a Kanto... -la pelimiel se pausó-
-¿Qué? ¿Qué pasó?
-Ambas decidimos buscarte a Alola para llevarte junto a nosotras. Ahí estaba yo, buscándote afuera de la escuela. Estabas allí, pero Miette estaba contigo. Ella...
La chica no logró evitar que lágrimas salieran de sus ojos.
-Ella... te besó en frente mio. -continuó, haciendo que las lagrimas cayeran de sus ojos-
-Serena...
-P-perdón por ser tan idiota...
-Tranquila... yo debí prestarte atención desde el principio.
-Oye... ¿no habrá más cartas? -preguntó preocupada-
-¿Para que las necesitamos? ahora... -el azabache tomó las delicadas manos de la chica- por fin estamos juntos.
-Te amo.
-Y yo a tí, princesa.
-No más cartas para Ash
-No más cartas para Serena
~ [Fin] ~
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