¡Dios el primer capítulo del 2023! Lo siento por estar muy inactiva pero es que no podía escribir... O sea tenía la idea pero a la hora de escribir no me salía nada, pero aquí estamos de nuevo con un pequeño regalo del día del amor y la amistad😍😍😍😍. Espero que les guste un montón el capítulo de hoy. 💖

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— Apúrate, apúrate — mi estado es completamente fatal parezco un zombie... Hasta un zombie se asusta de mi aspecto, pero para ser despierta a las cinco de la mañana y apurada no es nada bonito ni agradable.

— toques desesperados se hicieron sonar al chocar contra la puerta en respuesta rode los ojos irritada por la situación. — ¡Ashley apúrate vamos!

— ¡Ya voy calmate a penas sin las cinco de la mañana!

Ustedes de seguro se preguntarán el porque de los gritos a esta hora, muy fácil Katy llega hoy a México por esa razón Haru anda apurandonos, no me molesta que ella venga al contrario, me pone muy feliz pero no dormi mucho en la noche y odio que me despierten a gritos y agotandome como lo hizo Haru hace unos minutos atrás.

— Voy a bañarme ya salgo — suspire frustrada ¿Cuál era la necesidad de levantarnos tan temprano? Ni idea pero desgraciadamente así es la vida.

Después de una larga ducha y ponerme un vestido azul marino que me llega hasta las rodillas, unas pantimedias blancas y mis Converse azules agarre mi chaqueta negra de gato y me dirigí a la cocina. Muero de hambre.

— Al fin, toma aquí está tu desayuno — Haru me pasó un plato plano con pan tostado mi  ceño fruncido hizo bufar al chico.

— Come y no te quejes.

— No sé pero amaneciste muy mandón ¿Qué te pasó?

— Nada sólo es que quiero llegar a tiempo es todo.

— Vale te creeré.

— ¿... Y ese atuendo Ash? — Ange apareció atrás mio con una sonrisa.

— Tengo frío no juzgues.

— ¿Entonces si hace frío porque tienes un vestido? — preguntó Haru con una sonrisa burlona

— Porque me gusta y cuando salga el sol probablemente haga calor.

Después de que todos estuviéramos listos con nuestras pancitas llenas y felices estamos rumbo al aeropuerto ayer pasé toda la noche escribiendo no podía dormir así que empecé a continuar una historia que había dejado olvidada tiene potencial sólo hay que darles unos toques... Y claro seguir escribiendo capítulos.

Aunque también estuve pensando en mudarnos a un departamento mientras nuestra estadía aquí en México ya que el hotel nos está consumiendo bastante dinero que sea escritora no quiere decir que tengo mucho dinero como para gastarlos así como así no pude dejar pasar esta oportunidad y comentarles eso a mis amigos.

— Tienes razón es mejor mudarnos.

— Podríamos ir viendo un lugar que no esté tan lejos del club y no este tan caro.

— Exacto mientras más rápido busquemos mejor.

— Listo hemos llegado a nuestro destino.

— ¿Sabés que llegamos más temprano que el avión?

— Pues...

***
Media hora después el avión dónde venía Katy llegó, pero el problema es que hay muchas personas que cuando llegamos y es difícil visualizar en que parte del lugar está nuestra amiga.

— ¡Allá está! — Al verla no pude evitar emocionarme e irla a abrazar.

— ¡Katy!

— Hey Ash. — su piel blanca y calida me dieron la bienvenida... O bueno puede que sea al revés.

— Me alegra que estés aquí ¡Y mira tu cabello corto te queda increíble!

— Gracias. — sonrió y agarro su pelo castaño oscuro viéndolo.

Entre abrazos, risas, bromas salimos camino del aeropuerto

Avanzado el tiempo decidimos salir a comprar y conocer un poco más el lugar junto a Katy, tenemos más de treinta minutos caminando hasta que un chillido por parte de nuestra amiga que fue la causante de que amanecieramos el día de hoy... Bueno no ese fue Haru que despertó medio mundo.

— Miren, miren — chillo emocionada corriendo a una tienda que al acercarme más pude darme cuenta que hay cosas de “My Chemical Romance” la banda favorita de ella y Ange.

Sí, necesito lentes de hecho tengo unos pero los uso al escribir o leer, tendré que comprarme uno de estos unos de contacto; al entrar al local pude visualizar muchas cosas de bandas Rock y góticas no soy amante de estas cosas pero me llamó la atención una chaqueta negra con las siglas de “My Chemical Romance” y unas botas largas con puntas.

Encontrar a las chicas sería como una causa pérdida estos primeros minutos porque el lugar es tan grande que podrían estar en cualquier lado.

Recuerdo la primera cuando escuche una canción de ellos me gustó y seguí buscando más canciones una vez cuando estaba escuchando su música en la sala mi mamá me dijo que eran “Canciones del demonio” eso fue cuando yo tenía unos 14 años.

Aun sigo escuchando esa banda y es de esperarse si Angelina le encanta.

¡DIOS ANGELINA VEN A VER! — gire la cabeza hacía Haru y asentimos al mismo tiempo con la cabeza para a continuación ir hacia la voz o donde pensamos que provino la voz de nuestra amiga, está escena me recuerda a las series de criminalistas o de policías que tanto me gustan ver.

— ¡Arriba las manos! — dijo Haru señalando a las dos chicas, estas acataron la orden entre risas, yo por mi parte intente tener la cara más sería que me es posible me posicione atrás de ellas y les agarre sus manos.

— Nos rendimos, nos rendimos ¿Verdad Katy?

— Pues...

— ¿Verdad? — la recién llegada al país suspiro rendida y dijo:

— Sí, nos rendimos, sueltennos

Reímos en conjunto y vimos un bolsito negro con puntas de metal Katy la agarró emocionada, pero después miro triste a Ange.

— ¿Lo quieres tu? — le preguntó haciéndole ojitos.

— Quedatelo no importa.

— Pero...

— Es sólo un bolso calmate.

— ¿Estás segura?

— Sí tranquila.

— Vale. — respondió un poco desconfianza igual.

Después de agarrar unas chapas, pósters, bolsos, chaquetas y demás salimos de la tienda.

— ¡Miren miren! ¡¿Y si vamos a la tienda de antigüedades?! — pregunte dando saltitos — ... Bueno para aprovechar que estamos en la calle.

— Dale pues vamos a ver de que me antojo. — dijo Angelina con una sonrisa.

— A ustedes les encanta gastar el dinero.

— Pues si y a ti también te gusta.

— Para que decir que no, si sí.

— ¡Pues vamos! — respondí entusiasmada. — Caminar, caminar sin pestañar sin pestañar. — cante feliz mientras empezaba la caminata.

— Esa canción no es de los Bayardigans.

— Sip esa misma.

—¿Ese local que esta al lado no es de anteojos? — preguntó Haru señalando el que está al lado de la tiendas de antigüedades, después de caminar tanto y ver en Google Maps donde queda el lugar.

— Sí si es ¡Excelente no tendré que caminar más!

— Dios santo Ashley.

— ¿Qué? Necesito unos lentes de contactos.

— Yo no he dicho nada.

— Umm está bien, sólo por esta vez te la paso.

— Gracias madame, vengan pasen. — Haru hablo abriendo la puerta de cristal.

Al entrar mire todo el local con emoción y puedo asegurar que es verdad que cuando ves que algo te gusta o que tenías tiempo buscándolo.

— Mírala mírala parece una niña pequeña en una dulcería. — Luna hablo grabandome.

— Es divertido e irónico sabiendo que ella va más para lo salado.

Busque con la mirada un carrito de compras hasta que encontré la fila, porque estoy segura que agarrare más de una cosa.

— ¡Chao despidete de nosotros por lo menos! — Didi se burló de mi a la lejanía.

— ¡Chao chao! — hay hileras de estantes y muebles donde estan las cosas que están a la venta.

En un mueble de madera hay un montón de cajitas de músicas unas más pequeñas que otras pero sonreí al ver una del fondo es rectangular, mediana

Marrón oscuro la música es tan suave y bonita me relajara cuando vaya a escribir y lo mejor es que adentro hay una chica sentada en una silla con un libro.

Y al lado de este hay un libro un tanto grueso debería tener como unas trescientas páginas, titulada “La historia de la chica y su cajita de música”

— Una historia muy bonita es esa. — salte al escuchar la voz de un anciano atrás mío — Lo siento pequeña no te quería asustar.

— Tranquilo es que no lo vi — mire el libro con una pequeña sonrisa. — No dudó que sea una historia encantadora.

— La caja y el libro vinieron juntos hace muchos años, me sorprende que una chica como tú venga a tiendas como estas, ya que casi nadie viene para acá y menos jóvenes como tu.

— Es que no sé porque pero siempre me han encantado este tipo de cosas ¿Por qué nadie ha venido ha comprarlo?

— No muchas personas les gusta leer y....— sus ojos marrones obtuvieron un brillo particular y hermoso. — Hay una leyenda que dice que sólo la persona indicada se interesara por el libro y su cajita y se adentrará en sus páginas la trama sus personajes.

— ¿Cree que yo seré esa persona?

— No tengo la más mínima idea mi niña.

— Gracias, ¿Dónde está la parte de los libros?

— Veo que te gusta leer. — sonrió ladino el anciano.

— Me encanta señor.

— Ven entonces.

En el camino metí en el carrito dos bonitas lámparas una giratoria con formas como en las películas viejas y una normal, hasta que llegamos a donde están un librero repletos de libros cuyo esos libros cogí como unos diez o unas más.

— ¡Oh Dios que bello! — exclame viendo una máquina de escribir.

— Esa es la mejor que hay en la tienda ¡Hasta viene con su libro de instrucciones y tinta incluida! Pero le falta un poco de uso y aceite, esta pequeña guerrera tiene una gran historia paso por manos de grandes escritores.

— ¡Whao! — lo tome en mis brazos para ponerlo en el carrito  — Es muy pesado.

— Lo es.

— ¿En donde puedo conseguir el aceite? — una sonrisa nostálgica se asomó en sus labios diciéndome “Hola” haciendo que su cara se arrugue.

— Me recuerdas mucho a mi nieta.

_ ¿Si?

— A ella le apasionaba todo lo que tenga que ver con las letras, pero a sus 15 años murió por cáncer.

— Lo siento mucho, no quise...

— Tranquila, gracias a ella fue que decidí abrir está tienda — sonrió viendo el lugar con orgullo y amor mientras acaricia el mueble que tiene a su lado derecho — No te preocupes te daré un envase pequeño con aceite, tómalo como un regalo — me guiño un ojo.

— Gracias señor...

— Alfredo.

— Vale Alfredo. ¿Está tienda abre todos los días?

— Sí de Lunes a viernes a las 12 de la mañana hasta las 7 de la tarde y de sábado a domingo de 2 de la tarde hasta las 7 de la tarde.

— Vale ¿No le molesta que venga seguido?

— No, ¿Como crees? ¡Me encantaría tener una clienta fija como tu.

— Bueno... Tampoco tan seguido.

— ¿Por qué?

— No soy de aquí, soy de Venezuela.

— Ohhh ya veo.

— Vendré a menudo a visitarlo ya verá.

— ¡Me encantaría! ¿Pero que haces aquí en México?

— Estoy aquí ya que tengo una firma de libros.

— Así que eres escritora ¿Eh? Más para que te guste el libro con la caja.

— ¿Por qué?

— Ya verás pequeña.

Fuimos a la entrada de la tienda donde esta la caja registradora.

— ¡Ahí estás! Tenemos rato buscandote muchacha, per... — se interrumpió Haru al ver el carro de compras lleno ¿Cómo tu crees que nos llevaremos todo eso?

— Pueden ir en mi carro. — Noah apareció en uno de los laterales del lugar.

— ¿Estás seguro?

— ¡Claro!

— ¿Pero entraremos todos? — Luna pregunto preocupada.

— Bueno con todas las cosas que una señorita tiene ahí... Pues lo dudo un poco.

— Bueno pero pueden ir ustedes dos solin solitos. — Haru habló con Picardía

— Sí sí vayan —

Noah y yo estamos guardando todo en su carro.

— ¡Dios esto si pesa!

— Bueno es una máquina de escribir de buena calidad es de metal fuerte.

— Pesa toneladas.

— Gracias, enserio.

— Tranquila.

— Emm Noah... — junte mis dedos como en los animes y él sonrió cerrando la puerta de atrás de su automóvil.

— ¿Qué pasó?

— ¿Me puedes acompañar a la tienda de aquí al lado?

— ¡Claro vamos! ¿Y como están?

— Pues sinceramente estamos pensando mudarnos del hotel, es que cobran mucho.

— Entiendo.

Después de comprar los lentes de contactos estamos rumbo hacia el hotel.