Capítulo 11💌
Esta lloviendo y voy al hotel donde me hospedo con apuro.
- ¿Ashley? - giro al ver a Noah tiene una chaqueta azul oscuro y tiene la capucha puesta, aunque algunos mechones de su cabello están goteando.
- ¡Noah! ¿Que haces aquí? - al escuchar salir eso de mis labios me sentí estúpida, jugué con mis dedos viendo al suelo. - Este... Lo que quiero decir es que...
¡¿Porque con solo su presencia me siento nerviosa?! ¿Estoy sudando o esto es la lluvia? Creo que ambas, su risa gruesa pero suave a la vez hizo que lo viera embobada.
¡Ashley ya basta pareces acosadora!
- Emm... Lo siento fue una pregunta estúpida, ya que tu vives en esta ciudad y en este país, y de paso estas cerca de tu departamento. - me rasque la cabeza avergonzada, el volvió a reír, necesito un audio de su risa.
¡Calmate mujer!
- Ven vamos a mi departamento. - se calmo para poder hablarme.
- Pero...
- Pero nada ven.
- No quiero ser una molestia.
- No lo eres ven, mis amigos llevaron a Alyshi para allá, se que se emocionará al verte igual que el gatito y además estamos cerca.
- Bueno... Esta bien, iré.
- Excelente. - se quitó la chaqueta por encima de su chaqueta y me lo dio.
- Pero... Tú. - el colocó su dedo índice en mis labios.
- Shuuuu, tu lo necesitas más que yo, sabrá Dios desde hace cuanto te estarás mojando. - me mire y es verdad estoy empapada.
Me lo puse al igual que la capucha para no mojarme más el cabello, está impregnado con su olor.
Huele a Noah.
- Gracias. - susurre viéndolo.
- Tranquila, ven. - me agarro la mano, y empezó a caminar jalandome de esta con cuidado
Me. Agarro. La. Mano
¡NOAH ME HA AGARRADO LA MANO!
Estúpida.
Lo sé conciencia lo sé.
No lo puedo negar, he vuelto a caer rendida a sus pies.
Estoy feliz no lo puedo negar, pero también tengo miedo, miedo de que volvamos a durar tan poco, miedo a que sea igual a mis otras relaciones...
Aunque no somos nada, yo soy la que está enamorada.
- ¿En que tanto piensas? - al darme cuenta ya estamos menos de una cuadra de el edificio.
- Nada en especial.
- ¿Segura? - asentí mirándolo con una sonrisa.
Me devolvió la sonrisa y volvió a mirar al frente para continuar la caminata.
Yo estoy un poco detrás, aunque nuestras manos estén entrelazadas eso debido a que estoy caminando un poco más lento, así dejándome ver su espalda.
Su camisa blanca esta adherida a su cuerpo, dejando así a la vista un poco de su espalda, siento ganas de abrazarlo por detrás y reposar mi cabeza en su hombro.
Sentí una mirada severa de esas que te dicen que no te quieren allí, ¿Pero quién será la persona que me ve así? Alce la cabeza y lo primero que vi fue una chica de cabello lacio negro, tez blanca y ojos azules escaniandome de arriba hacia abajo ¿Con desaprobación? No lo sé con exactitud y tampoco quiero saberlo.
Las puertas del ascensor se abrieron justo a tiempo, para huir de esta situación incómoda.
Noah y yo caminamos al interior del ascensor, para mi mala suerte la chica misteriosa también entro y tocó el botón que nos llevará al piso correspondiente, solo espero que se baje unos pisos antes.
- Emm... - mi acompañante se rasco la cabeza incómodo, unas gotas que caían de su cabello me cayeron en la cabeza cuando los revolvió, esa pequeña escena me hizo gracia. - Ashley - asentí al oírlo - Ella es Raquel, Raquel ella es Ashley.
- Mucho gusto. - murmure nerviosa intentando socializar con ella, Raquel miro a Noah y bufo.
- Igualmente. - lo dijo sin muchas ganas, se notó que solo lo hizo por él.
- Raquel es mi vecina. - Noah me miro mientras que con la otra mano apunta a ella, eso me decepcionó un poco, ya que eso significa que la tendré que aguantar un poco más. - Ashley es una amiga, que conocí hace unos años.
Lo vi sorprendida, ¡Me considera su amiga que conoció hace unos años! Eso significa que después de rompimos no me odio ni se lamentó de haberme conocido ¿O si?
Él parece sentir mi mirada porque giró su cabeza y me perdí en sus ojos grises.
No sé cuanto tiempo pasó cuando escuche el sonido de las puertas abrirse.
Salimos y unas dos puertas antes de llegar a la de Noah, Raquel entro sin decir nada, no sin antes verme de arriba hacia bajo.
Al entrar en el departamento de Noah el calor chocó con mi cuerpo haciéndome sentir bien.
- ¿La calefacción esta bien así o...?
- Tranquilo, así está perfecto. - le interrumpí asegurándole con una sonrisa.
Unos pasos rápidos se oyeron cerca y de un segundo a otro, Alyshi ya estaba guindada en Noah.
Unos minutos después me vio y sus ojitos brillaron.
- ¡¡¡Ashley!!!
- Hola pequeña. - le sonreí acariciandole la cabeza. - ¿Como estas?
- Bien, ¿Te vas a quedar? - bajó al suelo y se plantó delante de mí, hizo una mueca de perrito triste.
- Si la lluvia no cesa.
- En las noticias dijeron que lloverá hasta la madrugada aproximadamente.
- Te tendrás que quedar. - Noah me miro con una sonrisa triunfante ¿Quiere que me quede?
- Supongo que me quedaré.
- Siiii - Aly grito corriendo hacia la sala.
- Ven. - Noah me jalo con suavidad. - Deberías bañarte o te refríaras, te prestare un poco de mi ropa. - yo negué con la cabeza.
- No hace falta, hoy salí de compras que se me estaba acabando el shampoo, y aproveche para comprarme un poco de ropa. - gire un poco para que viera mi bolso que tengo en la espalda. - Pero no pensé que me antojaría de cualquier cosa ni mucho menos que la lluvia hiciera esta gracia.
El empezó a reírse y me uní a él.
- Te puedes bañar en mi cuarto.
- Pero...
- Allí estarás más cómoda.
- Es tu habitación. - asintió viéndome.
- Lo sé, pero me bañaré en el baño de invitados, y tampoco será la primera vez que te bañas en el baño de mi habitación.
- Bueno... Está bien. - accedí porque ya sabía que no podía ganar está partida.
- Excelente, ven. - giramos hacia la izquierda y entramos por el pasillo en la pared de la derecha hay 5 puertas, y en la izquierda hay dos más.
Entramos en su cuarto y el fue directo a su armario, para sacar su ropa, me quite su chaqueta para entregársela.
- Toma, gracias. - me acerque al lado de él y extendí su chaqueta a él.
- Tranquila. - la agarro viéndome con una sonrisa haciendo notar sus hoyuelos.
Sacó dos paños y me dio uno a mi.
- Gracias. - agarre la toalla con una pequeña sonrisa, un trueno sonó haciendo que nuestra burbuja se quebrara y yo diera un pequeño salto.
- Te puedes enfermar, entra al baño. - asentí viendo como empezó a caminar hasta salir completamente.
Deje salir un suspiro cuando cerro la puerta.
Me acerque a la cama y puse mi mochila saque las bolsas y me relaje al ver que nada adentro se mojo, abrí una de las bolsas y de allí saque una pijama rosado con estampado de donas y florks, y unas pantuflas del osito Rilakkuma.
¿No me pude comprar algo un poco más decente?
Está es una de las peores o mejores maneras de perder la dignidad.
En la otra bolsa saque mi champú preferido, el de olor a frutas, acondicionador, crema corporal de coco con avellanas, un jabón líquido también de coco, y por último el desodorante.
¡Estaba en 50% de descuento! ¡Si compraba champú y enjuague, me daban lo demás! Obvio podía elegir la marca y los olores.
Pero eso no fue lo único que compré, tengo otras bolsas, una llenas de puras medias que arriba tienen orejas de gatos,otras muy bonitas que vi y unos gorritos con orejas, otra tiene unas camisas y unos shorts, y la última tiene cosméticos, y pienso volver mañana para seguir comprando.
Entre al baño, y lo primero que vi fue mi reflejo en el espejo, puse las cosas en el lavamanos - menos la crema corporal que la deje en la cama con la pijama - me quite la ropa y la puse arriba en la tapa del inodoro, cuando me termine de bañar lo guardaré en la bolsa donde antes estaba la pijama.
Volví a agarrar las cosas, entre en la ducha y coloque todo en el suelo, en la esquina de la pared donde está la regadera.
Abrí está y la puse en modo de lluvia, el cambio de temperatura me hizo estremecer un poco, a medida que el agua cae en mi cuerpo me relaja, agarré el shampoo y empecé a masajear el cuero cabelludo.
***
Después de unos treinta minutos o un poco más, salgo del baño, ya toda seca y con la camisa puesta enrollo la toalla en mi pelo para que se seque.
Me pongo el pantalón y me dispongo a guardar mis cosas en sus respectivas bolsas, estoy cerrando la bolsa donde metí mi ropa mojada unos golpes en la puerta captan mi atención.
- Adelante. - respondí viendo la bolsa.
- Ashley, dame la ropa para ponerla sec... - Noah me interrumpió al ver que la bolsa con la ropa está a punto de estar en mi mochila y digo a punto porque detuve la acción al escucharlo.
- Pero...
- Ashley no eres una molestia ni nada parecido ¿Esta bien? - asentí dudosa, el me extendió la mano dándome a entender que le diera la bolsa, resignada se la di, él sonrió. - Gracias señorita. - reí por su comentario, se dio la vuelta y fue a la puerta pero antes de cerrarla otra vez dijo - Me gusta tu pijama, te queda bien. - me miro y me guiño el ojo, sentí mi cara arder eso significa que estoy sonrojada, se enderezo y cerró la puerta así desapareciendo de mi vista.
Termine de guardar todo, coloque mi bolso en el suelo, me quite la toalla de la cabeza la estire en la cama, me puse las pantuflas, salí del cuarto y me dirigí a la sala, allí encontré a Alyshi, Noah y sus amigos.
- ¡Ashley! - grito Alyshi corriendo hacia mi.
- Hola pequeña. - sentí como las miradas están puestas en mi.
- Ven, ven. - Alyshi me agarro de la mano y me guió al sofá grande, donde está Noah y ella hace unos minutos atrás.
Noah tiene una camiseta blanca y unos monos azul marino, Aly me sentó al lado de él, y ella en sus piernas, cualquiera que los ve piensan que son padre e hija biológicamente.
El silencio reina el lugar, pero no es uno incómodo, para nada es uno de esos silencios que traen paz y te relajan, mi estómago empezó a sonar así rompiendo el silencio que había, mis mejillas están tibias, esta es la segunda vez del día, miré mi estómago con vergüenza.
- ¿Tienes hambre? ¿Te gusta el sándwich de pavo? - Noah me miro con una sonrisa traviesa.
- Emm si.
- Excelente voy a preparar unos sándwiches. - agarro a Alyshi y la sentó al lado mio, para luego pararse pero antes de desaparecer a la cocina, se giro y me guiño el ojo por segunda vez.
Siento mi cara tibia indicándome que estoy sonrojada, al enderezarme veo a los amigos de Noah y Alyshi viéndome con una sonrisa.
La menor se acercó más a mí, gire para poder verla al frente.
- Ashley me alegra mucho que te vayas a quedar a dormir aquí. - hablo la pequeña con una sonrisa.
- A mi también me alegra estar aquí con todos ustedes. - esto último lo dije viendo a los chicos que me devolvieron la sonrisa.
- ¿No ibas a llamar a tus amigos para avisarles que no estarías allá?
- ¡Cierto! Se me había olvidado, gracias pequeña. - saque de uno de los bolsillos delanteros de mi pantalón el teléfono, marque el número de Haru y al tercer tono contesto.
- Haru no me quedaré en el hotel, me encontré con Noah y como su casa estaba cerca me dijo que me podía quedar.
- Ok, cuando llegue al hotel llamo a las chicas.
- ¿Donde estás?
- En una tienda cerca del hotel, aunque ellas están en otra mucho más cerca.
- Vale, ve con cuidado por favor.
- Tranquila estaré bien. - al terminar de decir eso cortó la llamada.
Dejé el teléfono en la mesita y miré a la pequeña, está al cabo de unos segundos se acercó a mí.
- ¿Quieres jugar Monopoly? - una gran sonrisa se plasmó en mis labios amo ese juego.
- Claro pequeña Aly - me sonrió para después abrazarme.
***
Noah
El sonido de un trueno hizo que saliera de mis pensamientos, saque los dos últimos sándwiches de la tostadora, los acomode en la bandeja de plata, agarré la jarra con jugo de naranja y en la otra la bandeja.
Mientras más me acerco a la sala, puedo escuchar más los gritos y risas de mis amigos, Alyshi y Ashley. Oh la risa de está ultima es magnífica, es como estar en el cielo, esa chica es una diosa y parece que aún no lo ha descubierto del todo, me posisione atrás del sofá grande donde están las dos chicas, todos están jugando Monopoly eso explica el porque de los gritos.
- ¡Hey yo iba a comprar esa propiedad! - Ashley le protestó molesta a Emmett.
- Bueno pero yo me apure - este le respondió indiferente dándole a entender a ella que no le importa lo que opina, está en respuesta le sacó la lengua.
- ¡Ya no quiero jugar! - Alyshi hablo molesta.
- Porque estas perdiendo. - Axel vio a la pequeña con diversión.
- ¡Ya no es divertido! - refunfuño. - ¡ME VAN A DEJAR EN BANCARROTA! - grito como si fuera a matar al primero que se le cruze en el camino, haciendo que me den ganas de reír.
- Bueno, deja de caer en los lugares que están comprados. - Matías le respondió con simpleza.
- ¡Es que el dado tampoco ayuda! - chillo molesta, un trueno sonó tan fuerte que las dos chicas saltaron provocando que mis amigos rieran.
Decidido me paré en el lado derecho de Alyshi, la niña al verme sonrió.
- ¡Papiiii ya llegaste! - chillo emocionada.
- Así es y les traje sus respectivos sándwiches y una jarra con jugo de naranja. - Ashley movió un poco a la izquierda el tablero, para yo poder poner las cosas allí. - Ya vengo voy a buscar unos vasos. - todos asistieron al mismo tiempo, volví a la sala con los vasos y todos estaban comiéndose un sándwich, Ashley le está dando del suyo al pequeño gato que se posicionó en su regazo, puse los vasos al lado de la bandeja y me senté al lado de Alyshi y el gato.
- Hola - murmure viéndola de reojo, abrió la boca para responder, pero alguien se le adelanto.
- Miau. - el pequeño gatuno pasó su cabeza por mi rodilla, ronroneando, la pequeña risa de Ashley hizo que lo viera embobado.
- ¿Papi quieres jugar por mi? - Aly hablo con la boca llena mirándome con ojitos de cachorro.
- ¿No quieres terminar la partida? - negó con la cabeza pasándome con su mano desocupada su dinero falso.
***
Después de unas cuantas rondas, risas, snacks, gritos, y quejas de los vecinos, se hicieron las diez de la noche.
- Aly, Aly, niña no te duermes. - Axel le dijo a la pequeña que está más dormida que despierta, su pequeña cabeza iba de izquierda así quedando en la pierna derecha de Ashley, y cuando Axel le habla la pone normal.
Ashley esta bostezando a cada minuto, ella nos comentó que en Venezuela son dos horas más que aquí, por ende allá deben ser las doce y ella no está acostumbrada a nuestro horario.
***
Ashley y Alyshi están acomodando la cama, ya que está última paso como veinte minutos intentando convencernos de que durmamos los tres juntos, hasta que al fin consiguió convencernos.
Desde la silla giratoria se ve una gran vista de las dos riendo mientras acomodan la cama.
- Listo papi - Alyshi se plantó al frente de mi con una pequeña sonrisa.
- Excelente ya voy. - me levante.
Ya Alyshi está acostada en el medio de la cama, esperándonos con una sonrisa, Ashley se acostó al lado izquierdo de la pequeña y le entregó su osito de peluche.
Su mejor amigo, su confidente, su compañero desde que era solo una bebé de meses, porque sí, yo se lo regale cuando apenas tenía 1 mes de nacida.
Ashley se giro a la izquierda así con su brazo derecho poder abrazar a la niña que se acurruco en su pecho al sonar un gran trueno, saque mi teléfono y les tome una foto sin que lo notarán, esa foto la guardaré en mi corazón igual que este recuerdo.
Me acosté al otro lado de Alyshi, dejé en la mesita de noche mi teléfono, apague la lámpara que iluminaba un poco la habitación, hice lo mismo que la castaña así quedando los tres en un bonito abrazo.
- Buenas noches. - la voz de Ashley se hizo presente en la habitación así quedando de fondo el sonido de la lluvia y del aire acondicionador.
- Buenas noches, duerman bien. - estire un poco más mi brazo hasta quedar en la cadera de la chica, al mismo tiempo que bese la cabeza de Alyshi, la pobre niña se le cierran los ojitos a cada segundo.
- Buenas noches, los amo mucho mami y papi...- Alyshi contesto ya a punto de irse en los brazos de Morfeo.
Busco la mirada de Ashley, al instante notó un brillo particular en sus ojos, al cabo de unos segundos caigo en cuenta que sus orbes verdes están cristalizados, y llegue a la conclusión que el comentario de la pequeña le ha llegado al corazón...
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