Una vez más volvía al mismo punto, no sabía que demonios hacer con respecto a su admirador secreto, eran las siete de la mañana pero el pelinegro no tenía pocas energías, mucho menos para regañar a Shiro.

—¡Shiro! Te di una tarea ¡Una maldita tarea!

—Keith, sabes que yo nun—

—¡No digas nada Shiro! Estoy muy convencido de que no le dijiste las cosas como debía haber sido.

—Ese chico realmente te quiere.

—¡Uhg! Sabes que no puedo corresponder, soy inútil para él y para cualquier persona.

El japonés se quedó callado, sabía que el americano no tenía mucha confianza en sí mismo, pero nunca creyó que Keith pensaba de esa forma.

—¡No voy a permitir que digas eso!

Una pequeña castaña se unió a la escena de manera repentina, la acompañaba un pelinegro y un castaño, este último estaba oculto con un gorro que nisiquiera era de utilidad puesto que el día era sumamente gélido para ser un día de febrero.

—¡No vamos a permitir que desprecies el amor de Blue!

El polinesio se había dirigido al pelinegro quien los miraba sorprendido y estaba expectante por la misteriosa figura del castaño.

—¡Blue te quiere con todo su corazón! Desde que te vio no puede quitar de su mente tus ojos violetas, tus pestañas largas, tu figura esbelta pero a la vez deportiva, tu cintura impresionante, tu gran inteligencia y sobre todo...los pocos momentos en los que te ha visto reír.

El chico se quitó la gorra y entonces Keith pudo ver sus brillantes ojos azules, sentía que podía adentrarse en el océano. Las mejillas de ambos estaban rojas, pero las del cubano lo estaban aún más, tenía a su amor platónico frente a él, aunque él no sabía que este era su admirador secreto.

—T-tú...ustedes...a-ah...¡váyanse a la mier—!

—¡Keith Kogane! ¡Cuidado con ese vocabulario!— un profesor que pasaba por allí había detenido las posibles acciones violentas del chico.— Takashi, por favor tranquilice a su hermano.

—¡Jovencito! ¿Puede por favor prestarle un poquito de atención a Blue? Así dejaríamos de molestar.— propuso la italiana.

—Largo.

—¡Lo tomaré como un sí!— dijo la chica alejándose junto a sus amigos.

Blue:

Hoy unos chicos se aparecieron y empezaron a joder con que te hable, así que decidí hacerlo. Si los vuelvo a ver, no te atrevas a escribirme.

—Keith