Capitulo 8
Alexander Hamilton no era un chico timido, nunca lo habia sido, podria trabajar de muchas cosas sin roche -mientras sea completamente legal o se meteria en problemas- Asi que no tuvo problema en trabajar en una cafeteria para ayudar a pagarse sus cosas, a pesar de que lo adoptaron a los doce años y tiene sustento economico no queria ser una carga para los que lo crian y cuando cumplio dieciseis años fue a buscar un trabajo para el.
Aunque nunca imagino terminar en una cafeteria, bien, la paga no era mala, las personas eran agradables, se enteraba de muchas cosas que pasaba en New York city y en mu has partes al escuchar o participar en las conversacion de sus clientes, le podria ayudar toda esa imformación cuando sea abogado o presidente de EE. UU, sobretodo podria hablar con Laffayette y Peggy ya qie trabajaban aqui tambien, aunque no entendia por que Peggy trabajaba siendo ella millonaria.
En fin, volviendo al tema.
Nunca sentia verguenza, era un hombre con inseguridades pero sabia ocultarlos, tampoco se ponia nervioso con muchas personas asi que trabajar en una cafeteria no le vendria mal.
Pero nunca se sintio tan nervioso de mostrarse frente a una persona en mandil, con un gorrito de cafe y cuadernito en manos.
Y esa persona era John Laurens.
Se frotó los ojos mas de tres veces llegando a irritarlos un poco haciendo que Laff le pase un vaso con agua por el nerviosismo. Tomó el agua y se pregunto asi mismo.
¿Porqué siente tanta verguenza?
-Oh, Hamilton.
Se heló ante ese llamado, sentia la azulada mirada en su nuca.
John Laurens notó su presencia.
Su Alex interior estaba haciendo un escandalo ante eso pero Alex no, volteó lentamente y con una sonrisa como las que le da a sus clientes atendio al rubio.
-¡Oh, Laurens!-sonrio apretando los apuntes a su pecho tratando fuertemente de no sonrojarse-Que sorpresa verte por aca.
-Si, no sabia que trabajabas aqui.
-Oh, eh...-titubeo un poco, se relamio los labios y volvio a su tipica sonrisa-Si, no hace mucho que trabajo aqui, es mayormente para yo mismo pagarme mis cosas y no pedirle dinero a mis padres.
-Oh, que bien-soltó una sonrisa a lo que Alexander sintio derretirse-Verdad, ¿Me podrias dar un Cappuchino? Para llevar.
-Oh, si-apuntó en su cuaderno rapidamente.
-Oh, ok, estoy en la mesa siete.
Hamilton asintio y apretó la libreta pequeña en su pecho y penso.
Oh no,
Aqui no.
Boy boy bo
Corazón no.
Ahhhh.
Estoy indefenso.
Miro donde John estaba sentado, el rubio subio la mirada y le saludo, Hamilton saludo tontamente.
¿Porqué no?
Nunca senti esto por alguien.
Es un sentimiento tan fuerte por el... Un deseo de tenerlo a mi lado, mmmmm.
A pesar de ser un gato puedo sentir como mi corazón se agita ante su mirada azulada.
-¿Alexander?
Ese que me derrite como hielo bajo el calor de una fuerte...
Si, justo como esa hermosa mirada que me esta dedicando ahora mismo.
Me dan ganas de...
-¡Alexander!
-¿Eh?
Acaba de darse cuenta que se le habia quedado mirando mas de la cuenta.
-¿Te encuentras bien? Digo, te has quedado mirando a la nada por segundos.
"Estaba mirando el cielo de tus ojos" pensó inconsientemente a lo que sacudio la cabeza y se aclaro su gargata-Si, estoy bien, ¿Deseas algo mas?
-Oh si, me olvide pedirte un Mokkachino.
-¿Para llevar?
El rubio asintio.
-¡John!-grito una chica en la puerta, John se disculpó y fue a donde la chica y la abrazó-¿Porqué te demoras tanto? ¡Debemos ir al cine antes de que las entradas se terminen!
-Losiento, losiento Martha, ya voy llendo-le sonrio divertido a la chica mientras ella le jalaba las mejillas, a lo que el le seguia el juego.
Algo en el corazón de Alexander se estrujó, nuevamente.
La chica que estaba con Laurens era mas o menos alta, su cabellera no podria definirla si era castaña o rubia, pero si podia decir que era hermosa, de pequeña cintura y cuerpo curvilineo.
No podia competir con au competencia.
"John es gay" recordo las palabras de Burr, pero se sentia inseguro como nunca antes, por eso no se queria enamorar.
Se volvia vulnerable.
-Losiento por eso-se disculpo John volviendo hacia el pelirrojo que habia borrado su sonrisa.
-¿Ella es...?
-Oh, ¿Ella?-pregunto mirando a la chica que estaba con dos chicos y una niña menores que ella-Es mi hermana.
Algo en el corazón de Alexander se alivio.
-¡Oh!-soltó sorprendido-Bueno, supongo que voy entregandoles su orden.
-Si puedes, un capucchino mas y dos jugos de fruta.
-¡A la orden!-dijo haciendo un saludo militar y llegó hacia la caja para dar la orden de preparar el pedido.
¡John, honestamente, si no decia eso sentiria su corazón apretujarse y su cabeza llenarse de inseguridades!
Laff sonrio divertido al verlo llevar el pedido al rubio, negó con la cabeza y fue a ayudar a Peggy.
Deberia hablar con su pelirrojo amigo antes de que se haga mas ilusiones.
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Sentí que deje muy abandonadas mis historias.
¡Pues aqui tienen un capitulo mas! >:3
Me inspire al ver el video que dejo en multimedia, no se como lo veo u poom.
Inspiración para escribir.

Lo voy a dejar aqui por si no se ve en multimedia.
Bueno, me voy llendo a dormir, bye.
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