Hoy las clases habian pasado todo en completa tranquilidad, sin bullas ni peleas, sin gritos de Jefferson maldiciendo al pelirrojo que lo paraba fastidiando.

Todo tan tranquilo como una universidad normal.

¿Adivinen porque?

-Alexander Hamilton está enfermo y por eso no pudo venir.

Comenta el profesor a su clase viendo el pupitre vacio donde se supone que debia estar su alumno mas bullicioso, sin duda se notaba su ausencia.

Porque si Alexander estuviera el ya estaria gritandole de que se callara la boca o si es referente al tema respondiendo sus preguntas o afirmando las palabras del pelirrojo. Admitia que sabia bastante el chico.

John escuchó aquello mas no le tomó mucha importancia empezando a dibujar algo en su cuaderno.

-Necesito a alguien que le lleve los apuntes de la clase ¿Si? Mas tarde veré quien será el encargado de llevarlo.

Cuando terminó el dia

-¿Porqué yo?

Pregunta John en un susurro caminando junto a su pareja que solo lo miraba y le acompañaba en el camino.

-Gracias por acompañarme, enserio.

-Mhh no me cuesta nada.

Francis sonrie levemente y John le sonrie devuelta, ambos llegaron a la puerta y tocaron.

Uno.

Dos.

Tres veces.

-¡Hamilton!-gritó Laurens al no recibir respuesta, unos minutos despues ambos jovenes se miraron.

-Talvez... haya ido al medico.

Se escucho algo caerse dentro.

-Talvez no.

John sacó un ganchito y con maestria abrió la puerta notando a un Alex enroscado en una sabana como un sushi en el piso dormido rodeados de perros.

-... ¿Deberiamos entrar?

Pregunta John en un susurro al castaño, los perros al notar presencia ajena se acercaron a olfatearlo y otros se quedaban cerca de Alexander.

-Hey, Hamilton.

El rubio esquivando a los perros -y teniendo cuidado de no pisarlos- se acercó al pelirrojo en el piso, lo levantó para sentarlo y lo sacudió para despertarlo.

-Hey...

El pelirrojo medio dormido con hojas alrededor suyo, sus pestañas temblaron ligeramente antes de abrirlas y observar a John.

-... ¿Eres un angel?

John casi lo suelta ante lo que dijo, sintió una mirada de seguro de Francis que aun estaba en la puerta.

-... Estas con fiebre-dice Laurens tocando la frente del chico de pecas, incluso su rostro estaba rojo por la fiebre y un pañuelo frio estaba en el piso de seguro se le cayó.

-Iré a poner agua-comenta Francis entrando a la cocina de la linda casa-¿Crees que viva solo el hijo del director?

-Uhm... Creo que no-comenta el rubio tomando en brazos al pelirrojo y levantandolo-Creo que mejor lo llevó a su habitacion.

-¿Sabes cual es?-pregunta con una ceja alzada.

-No, la verdad no-responde mordiendose el labio-Pero estoy seguro que sabré cual es.

-Si tu lo dices...-susurra Francis viendolo subir la escalera con Alexander en brazos, sintio una ligera molestia en su pecho mas no dijo nada mientras prendia la cocina para poner agua.

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-Es ese.

Dice entrando a una habitacion llena de papeles por todos lados, la cama desecha y varios libros.

-Uhm tan desordenado como tu eh?

Recostó al pelirrojo en la cama que solo lo miraba medio adormilado. Sintió como lo tomaba del cuello.

-John~

-¿Qué pasa...?

Se quedó callado al sentir como jalaba de el, abrió los ojos sorprendido al sentir ambos labios unidos en un beso empezado por el pelirrojo.