Ojos tan hermosos como el zafiro mismo y tan frios como lo es tu corazón conmigo al meterme en este juego,
pero te aseguro algo amigo mio, que esos hermosos ojos haran algo mas que mirarme con benevolencia al ser ambos hombres del mismo gusto,
pero buscando algo igual que el otro, haciendo incluso desesperarte, como yo lo hice cuando mi corazón sintio tales sensaciones hacia usted.

-A. Ham.

"Arrogante y anticuado" fue el primer pensamiento que paso por la cabeza de John Laurens al terminar de leer la carta. Puso la hoja en uno de sus cajones y lo guardo bajo llave al escuchar como tocaban la puerta.

-Hijo ¿Puedo pasar? Necesitamos hablar.

John empezo a dudar por un momento-Pasa...

Al abrir la puerta su padre, un hombre ya de edad, cabellos blancos ligeramente rubios largos amarrados en una coleta baja y con ligeros recogidos al costado de la cabeza al peinado antiguo pero aun asi con una intimidante presencia. John miro a su padre confundido al verlo entrar con su amiga de la infancia, ella mantenia la mirada seria, sin bajar la mirada pero sin atreverse a ver a los ojos a su amigo.

-¿Qué hace Martha aqui? ¿No deberia estar aqui en inglaterra termindando sus estudios de literatura?-pregunto confundido alejando a la chica de su padre.

-John, sabes muy bien nuestros principios y hasta ahora no me has traido ninguna chica, la gente empezaron a murmurar que tu...

-¡No te debe importar la opinión de la gente, padre!-grito enojado por tal suposición que no era mentira, sintio un escalofrio por todo el cuerpo cuando su padre le lanzo una mirada gelica y molesta-L-Losiento...

-Te haras novio de Martha, almenos es de las pocas  chicas que te interesan-dijo agarrando la perrila de la puerta, sin voltear hablo-Ella vivira con nosotros, estudiara contigo y dormira en el cuarto de Martha ¿Entendido?

-Ella no le puedes ordenar nada ¡Nisiquiera es tu hija!

-Pregunte ¿Entendistes lo que les ordene?-pregunto alzando un poco su tono de voz amenanzandole con eso que se estaba molestando. Martha rozo la mano del rubio, diciendo con ese gesto que aceptara.

-Si padre...-John bajo la cabeza.

Henry sin decir nada se fue de alli, John se arrodillo frente a la chica y tomando su mano empezo a pedirle que le perdone por que su padre le obligaran a tener una "relación" con el.

-No estoy molesta cariño-le hablo dulcemente agachandose a su lado, sus lacios y largos cabellos castaños taparon un poco su rostro, la mano libre de la chica paso por el rostro del rubio que lo miraba con culpabilidad, acariciandolo.

-Yo, de verdad, no crei que...

-Hey, no me molesta, podemos finjir ser pareja y nos "separamos" cuando tu consigas a tu alma gemela-dijo la chica sonriendole al mas alto tratando de calmarlo.

John suspiro, levanto la mirada y le sonrio levemente.

-Gracias....

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Alexander caminaba desesperado por todo su cuarto, pensando en que si ya habia leido esa carta.

"¿Le habra gustado?"

"¿Le habra parecido anticuado?"

"¿Ya la habra recibido?"

Solto un suspiro y se tiro en la cama del cuarto de la universidad y sonrio nerviosamente tapandose el rostro con la almohada.

Nunca habia sentido algo asi por alguién, para Alexander, John Laurens era... Como un iman, te atrae y es dificil separarse de el.

Esa atracción se convirtio en gusto y de ahi en amor, pero solo de su lado, por lo que ha oido era un hueso dificil de roer.

Pero el era Alexander Hamilton y no hay nada imposible para el.

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