Querida Alba:

    ¿Qué es el amor? Existen millones de definiciones para este sentimiento, todas distintas y únicas. Cada persona lo experimenta de forma peculiar, por ello, aunque se quiera, no se le podría imponer una estructura lineal al arte creado por los amantes.

    Contigo descubrí que los latidos de mi corazón tenían motivos, supe lo que era destruir pesadillas y sembrar sueños. Escribimos el guión de una película romántica en la cual tuvimos los papeles protagónicos, ¡qué lástima que el desenlace no fue el típico "y vivieron felices para siempre"!

    Ni te imaginas dónde estoy ahora, tranquila, pienso revelártelo, aunque primero te voy a dar una pista: "grabados en madera", ¿te sugiere algo?

    Sí, cariño, acertaste, me encuentro en la finca donde solíamos pasar el verano. Le pedí a Iván que me trajera porque no quería conducir con las emociones a flor de piel y él, amablemente, cerró la cafetería temprano y adoptó el papel de chofer.

  Cuántos recuerdos me trae este lugar: el río, la cabaña del bosque, el puentecito del lago artificial, los cedros y pinos. Todavía sigue en pie el banco donde nos reuníamos a mirar el amanecer, justo ahora estoy sentado en él, observando el paisaje.

    Me entristecí al ver el viejo framboyán a la salida de la finca, se está secando, no queda rastro de sus coloridas hojas y flores, supongo que, como nosotros, también ha pasado por muchas estaciones y está llegando al final de sus días; lo único que me consuela es que, en su tronco, están dos corazones tallados con las iniciales de nuestros nombres. Eso es querer, Alba, dejar huellas y rastros de almas por doquier.

    Con amor, Carlos.