Nostalgia.
Mi Alba:
Han pasado muchos años y mis derechos sobre ti caducaron, ahora pienso que tal vez nunca tuve ninguno, o no merecía tenerlos. Discúlpame por llamarte mía, pero no puedo evitar sentir que aún me perteneces. El arrepentimiento me aborda cada segundo y no encuentro sentido en nada, me pregunto qué hubiera sido de nosotros si mis decisiones no hubiesen sido erróneas, si mis actos no hubiesen traído tanto dolor.
A veces nos imagino felices, sentados en la rivera del arroyo donde nos conocimos, besándonos mientras la fragancia de las flores silvestres se impregna en nuestros empapados vestidos y vuelvo a sonreír; las dudas me abandonan y me convenzo, por milésima vez, de que el tiempo junto a ti fue y será el mejor de mi existencia.
En aquel entonces éramos muy jóvenes e inexpertos en los sinsabores del amor, nos conformábamos con lo fugaz, con pequeños, pero intensos momentos de pasión. ¿Recuerdas cuando nos escabullíamos en la noche y el granero era nuestro refugio? ¡Cómo extraño quitarte las pajillas que se enredaban en tu pelo tras tendernos sobre un manto de hojarascas secas a ver las estrellas!
Vivíamos nuestro idilio sin pensar en el mañana, pero el mañana terminó tocándonos la puerta.
No quiero pensar en tristezas, ya no hay vuelta atrás, solo me queda el ahora y mi presente, que sigues siendo tú.
Cuando leas esto me encontraré lejos, solo te ruego que no me olvides y, si es posible, perdones a este loco soñador cuya almohada aún permanece impregnada con tu aroma.
Con amor, Carlos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top