Enero/17/2009

Hermano mío.

Aunque te quiera mucho y sea capaz de dar un riñón para salvar tu miserable vida, no te voy a perdonar que te llevaras el cargador de mi computadora. Como se te ocurre llevarte el mío, me dejaste a la deriva, ahora tengo que conseguir uno de segunda, y eso me quemará la computadora.

Pero dejando ese tema de lado, tengo que contarte algo, es algo bueno, no te preocupes, creo que estarás orgulloso de mi cuando te cuente. ¿Te acuerdas de Alba? La chica de la que te hablé la ultima vez, bueno, resulta que me animé a seguir tu consejo (que no se te suba el ego al leer esto por favor) y la invité a salir.

La verdad, pensé que me iba a rechazar e iba a quedar como un idiota, todo por seguir tus consejos que ni a ti te funcionaban, pero resulta que salió mejor de lo que pensaba. Fue buena idea preguntarle antes cual era su comida favorita y así, elegir el lugar a donde llevarla, también sus gustos. La verdad, fue más sencillo acercarme poco a poco que irme de lleno sin saber nada de ella y luego asustarla y que pensara que era un acosador.

Cuando la invité, seguí tu consejo: no invadir su espacio, preguntarle como una propuesta libre, de manera que no se sintiera obligada a ir si no quería, también le lleve flores, hechas a mano, porque no le gusta las que son naturales (eso me ayudó mucho), la lleve al parque que solíamos ir de niños y allá le pregunté. Cuando me dijo que sí, me emocioné tanto que asumí que estaba pensando que era un loco o algo por el estilo, pero que crees, ¡ella también lo estaba! Ella me iba a preguntar lo mismo. La verdad, salió muy bien, y espero que las cosas se den, porque esa chica se ha convertido en alguien muy especial para mí.

Cuando tenga más novedades de mi vida (cosa que te encanta saber) te contaré, y también lo que siga pasando en casa.

Te quiero mucho hermano (espero que cuando vuelvas, más te vale que tengas mi cargador contigo).

P.D: tu hermano se sacrificó para salvar a una chica de ser atropellada. Por favor, ven a casa cuando puedas. Atentamente: tu madre.