15

Kit:

Despierto encontrando la puerta de la tienda abierta y a la marquesita en ningún lado, cojo la ropa y me visto, todavia no he bajado el camisón cuando salgo de la tienda, el sol me da en la cara, pero la veo.

Acabo de salir o es la impresión que me da estirando los brazos..

—¿Marquesita?

Ella se gira al oírme y me muestra una sonrisa.—Buenos dias, Kit.




(***)



—¿Es cerdo o pollo?—Pregunta la marquesa luego de mostrarme el pedazo de carne en su tenedor, tiene en la mano el recipiente que nos envio Mila.

Miro dudoso su plato y ella me extiende el cubierto para probar, lo hago y se ríe.

—Cerdo.

—Si, sabe a cerdo. —Contesta sonriendo y vuelve a comer.

Dejo el recipiente que yo como y acerco mi mano sobre su frente, ella también deja de comer y pone sus ojos sobre mi, mi tacto baja a sus mejillas y ella cierra los ojos, unos segundos despues toma mi mano y la baja.

—Estoy bien, ya lo dije.—Asegura.

Cierro los dedos y ella deja ir mi mano, entonces me entrega el recipiente al terminarlo.

—Deberíamos partir.

—¿Ya te sientes bien para partir? Se que quieres llegar a Arcelia...—Una molestia se atora en mi garganta.—Podemos esperar un día más.

—No.—Contesta.—Puedo caminar.

—Bien.



(***)



Caminamos las últimas horas que nos tomara llegar a Alejandría y en todo momento mantengo mi atención sobre la marquesita, cuidando de que su fiebre no regrese y al principio vamos bien, aunque el clima me preocupa un poco.

—Descansemos un poco.

Acepta y bebemos agua antes de seguir el ritmo, pero entonces noto que esta más débil que antes.

—Murphy.

—Estoy bien.—Asegura y se apoya sobre una roca.—Solo necesito descansar.

Claro que no.

—Déjame ver.

Acerco su mano a su frente y el calor se extiende por mi tacto. Joder.

—Estoy...

Ya no tengo medicina contra la fiebre, debemos llegar a Alejandría esta noche o ella podría empeorar...

—¿Qué estas haciendo?—Pregunta cuando me agacho delante suyo.

—Sube.—Le pido.—Te cargare, no es más que una hora  o a lo mucho dos.

—¿Estas seguro o dices eso para que acepte?

—¡Por favor, Marquesa!

Le he gritado.

Trago saliva y no me volteo.

—Soy el cartero.—Le recuerdo.—Déjame protegerte...—Trago saliva.—No tendré buenas habilidades de pelea como tú, pro si puedo hacer esto lo hare, asi que por favor déjame... Murphy... marquesit-

Antes de terminar la palabra, sus brazos se cuelgan sobre mi y su peso cae en mi espalda, sonrio y ella acomoda la cabeza.

Entonces me levanto y la llevo conmigo.



(***)


—Murphy...

—¿Si?

—No te duermas.—Le pido.

—No lo hago.—Su voz se escucha cansado.—¿Ya llegamos?

—Ya falta poco.—Le prometo.

—Entonces cerrare los ojos un ratito, estoy muy cansada.

—Murphy.—La llamo y no contesta.—¡Murphy!

Mierda.

Avanzo el paso y llego a un jodido rio.

Mierda.

—Murp....

Ya se durmió.

La sujeto bien y rezo que todo salga bien cuando cruce, no pierdo el tiempo y empiezo cruzando por las rocas visibles, los pantalones se me mojan, pero la marquesa se mantiene seca y esa es mi prioridad.

Tengo que llegar, debo...

Salto la ultima roca y llego a la orilla, no tropiezo y me giro a ver como esta ella, sigue dormida.

Sonrio y sigo avanzando, siento el calor de Murphy y veo el camino hacia el pueblo de Alejandría.

—¡Resiste, ya llegamos!

Yo... no se si pueda hacerlo...

Me tenso al oírla, pero sigo avanzando.

—¿No quieres que, marquesita?

Tengo que llegar... 

—¡Vamos a llegar!—Le aseguro.

Cruzo los últimos arbustos que tengo en frente y atravieso el pueblo, las personas de Alejandría me miran y me acerco al primero que veo.

—Tengo una persona enferma, por favor... un centro de medicina...

Señalan la dirección y me la dicen temerosos por mi reacción, sigo el camino y empujo las puertas cuando llego al lugar, cayendo al suelo de adentro junto a la marquesita.

Eso no me impide gritar:

—¡Necesito un doctor!

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