En el capítulo anterior, nos enteramos de la patética infancia de nuestra querida heroína, Negativa.

Y nos quedamos con la intriga de la pregunta que trataremos el día de hoy...

16.- ¿Algo específico causó tu negatividad?

Ya hablé acerca de lo general: soy rara y a la gente no le caigo bien.

Es una de las reglas de mi negativa vida: pensar que a la persona que acabo de conocer le caeré mal.

Pero si hablamos de un evento específico, podríamos señalar a alguien: mi padre.

Mis padres se separaron cuando yo tenía diez años. Al principio él iba a la casa varias tardes entre semana a ocuparse de mi, y salíamos en sábado.

Las tardes se fueron distanciando hasta que lo veía solamente para salir en sábado, un día me presentó a una chica y entendí que ya había valido el asunto de tener padre, que era el principio del fin.

Y ese negativo pensamiento se cumplió. Un día (tenía yo catorce años) mis tías (ni siquiera él mismo) me dijeron que "Ya tenía una hermana".

¿Una hermana? ¿De dónde, o cómo o porqué? Ya en ese entonces me chocaban los niños y pensé en el fatídico escenario de ser una hermana mayor cuidando una cría que ni siquiera era totalmente de mi sangre.

Pero lo que sucedió fueron algunas esporádicas apariciones de mi padre sin mencionar nunca a mi media hermana, finalmente, tras meses de no verlo apareció un primero de enero cuando había pasado Noche Vieja en casa de mi abuelita.

Llegó con la misma mujer que me había presentado en esa ocasión que se me figuraba hacía una eternidad... Y dos niñas.

"Estas son tus hermanas." me dijo, y todas las alarmas se encendieron en mi cabeza. Me estaba condenando a ser la hermana mayor de dos enanas?!

Después de un rato de mirarlas jugar, me pidió hablar a solas. Y lo que me dijo superó todas las expectativas negativas que había tenido en la vida.

"No estaba listo para ser tu papá de nuevo. Pero creo que ahora lo estoy."

Quedé tan impresionada que no recuerdo nada más. Sé que habló mucho, pero a mi sólo me importaban esas dos frases que te he citado.

¿Qué tan mierda de persona soy para que mi propio padre, mi propia sangre, el que me concibió, "no haya estado listo para ser mi padre"; pero sí estuvo listo para tener otras dos hijas?

La idea se ha quedado conmigo y me atormenta de vez en cuando.

Y ahí nació la Negativa Definitiva: sabía que su "creo que ahora sí" terminaría en que "no".

Y tuve razón. No sólo no estuvo listo para volver a ser mi padre, estuvo listo para tener una hija más. Tampoco estuvo listo para decírmelo él mismo, por cierto. No estuvo listo para pedir verme nunca más.

No sé donde vive. A qué se dedica. Cómo se ve con la edad. Ya ni recuerdo lo que sentía al estar con él, recordarlo es como ver una película que no te causa ninguna emoción.

Tal vez por eso no quiero tener hijos.

Negativa.