48

Pasó el tiempo y, aunque me dolía en lo más profundo de mi alma, me acostumbré a verte con ella.

El primer año se fue con rapidez. De nuevo sería tu cumpleaños.

Ella se acercó y me preguntó qué podía obsequiarte, indicándome que yo te conocía desde hacía más tiempo.

Admito que fui una perra al recomendarle que te regalara una camisa de tu color menos favorito.





Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top