I
Aún recuerdo el día que te conocí, yo estaba tan asustada. No sabía si lograría comenzar una nueva vida. No sabía NADA acerca del inglés, mi única compañía era mi fiel traductor.
Y tú sin embargo te acercaste, me hablaste, me ayudaste, e incluso me alimentaste.
Eso y que no parabas de decirme que era adorable...
No sentí que fuese un flechazo de inmediato, lo experimenté con el pasar de los días. Tú eras tan encantador y atento que, yo caí rendida a tus pies. Luego me di cuenta de que estabas confundido, tenías un pasado con Lisa, uno muy tóxico, pero yo sin embargo me arriesgué. Fui sincera desde el momento 0.
No quería contarte todo sobre mí, tenía miedo, de que te alejaras o pensarás que era
peligrosa...
Siempre supe de esos rumores acerca de mí, que era muy rara y misteriosa, muy creepy. Nunca me importó. Solo me importaba lo que pensarás tú.
Hasta que por fin ese día llegó, nuestro
primer beso... Bueno, mi primer beso, poniéndolo en perspectiva me vi muy desesperada e incluso abuse de tu confianza, ¡Pero tú me seguiste el beso! Jamás habría hecho eso, los Ángeles sacó a relucir una parte de mí que ni yo misma conocía. La felicidad.
También recuerdo tus repentinos celos por ese tal Jake, oh, y cuando hice el tatuaje a Mac, ¡TE VEÍAS TAN LINDO SONROJADO!
Sin embargo siempre hubo algo que me detuvo, Lisa, ella no era una mala chica, solo que no sabía lo que quería... y por eso te hizo sufrir mucho Michael.
Pero ella de alguna u otra manera siempre conseguía lo que se proponía, estar contigo.
Si, te mentí cuando dije que ya ni me
interesabas, en si te había superado... pero todas las dudas se disiparon cuando intentaste salvarme en México, y luego en el aeropuerto... la fila de inmigración era tan larga que, era muy larga; tuviste problemas con tu pasaporte y yo me ofrecí a ayudarte porque obviamente no ibas a entender nada de lo que es el español. Les pediste a tus familiares que no se angustiaran, que tomaríamos el siguiente vuelo, así paso. 4 horas después ya éramos libres y podíamos tomar nuestro vuelo, en la sala de espera yo me quedé dormida sobre tus piernas mientras tú me cantabas una canción...
Fue el sentimiento más hermoso de toda mi vida.
Luego tú comenzaste a susurrarme cosas, pensaste que seguía dormida, pero estaba muuuy despierta Michael Jackson. Me dijiste que me querías, extrañabas verme en uno de tus conciertos, el tiempo que solíamos pasar juntos, que te parecía muy tierna... cualquiera lo hubiera tomado como algo normal, amigo halagando a su amiga, pero tú hiciste algo más, tú me, besaste.
Y no hice nada, solo me hice la dormida, pero lo que sentí ese día lo voy a confesar en la siguiente carta.
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Créditos TheCornerOfLita
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