No correspondido

La escuela presento una asamblea por el premio de Atsushi, después de eso, algunos alumnos se vieron interesados, agradecían las clases para no tener que hablar mucho del tema. Obviamente Akutagawa era el que estaba más impaciente por hablar con él, todo lo que los hombres dijeron sobre su familia, decir que se conocían, quería saber más obviamente. Al finalizar las clases busco al albino sin éxito, ahora resultaban que Atsushi era un mago que desaparecía todos los días, pues así fue durante dos semanas, no podía encontrarlo por más que lo buscaba. Era un sábado por la noche, el azabache regresaba de la biblioteca cuando lo vio, era el padre de Atsushi, el de cabello largo, platicaba con su padre – Padre

― Ryunosuke, bienvenido a casa – le sonrió Rintarou

― Hola pequeño Ryu

― Hola señor

― Puedes decirme Gogol

― De acuerdo Gogol-san

― Iré por mi esposo a la estación, por favor cuida de Atsushi ¿sí?

Con las palabras, Akutagawa entro corriendo a la casa – es como cuando iban en el jardín – menciono divertido Gogol

― Si lo es

Akutagawa entro a la sala encontrándose con su hermana quien jugaba un juego de mesa con su madre y con Atsushi – cariño, regresaste

― Bienvenido hermano

― Atsushi – le llamo el azabache y tomo su muñeca – ven conmigo

― ¿eh? Pe-pero

― Cariño, deja a tu amiguito, sus padres no tardan en venir por él

― Solo hablaremos – expreso llevándose a su habitación

Una vez en la habitación, Atsushi trago saliva, sus ojos iban a los alrededores viendo el hogar de aquel chico albergado en su corazón aunque reacciono en cuanto su mirada se cruzó con la del azabache – n-no vine a propósito, mi papá quería saludar a tus padres y

― ¿Dónde has estado?

― ¿eh?

― ¿Por qué no te encuentro en la escuela?

― Di-dijiste que no que-querías verme ce-cerca y

― ¡aun así idiota! ¿Cómo desapareces de mi vida? – tomo su camisa – dime, ¿Quién eres?

― ¿e-eh? Y-yo no...

― ¿Por qué es que nos conocemos de pequeños? No te recuerdo

― Y-yo tampoco

― Maldición

El azabache soltó al albino - ¡Atsushi, tus padres llegaron! – escucharon desde afuera del cuarto, Atsushi trago saliva, hizo una ligera reverencia y se fue.

Akutagawa suspiro, se sentó en la cama y tallo su rostro - ¿Quién eres?


...

Después de ese día, Akutagawa comenzó a participar en concursos de matemáticas, quería distraerse por completo, claro con el tiempo el azabache dejo de darle importancia pero comenzó a hacer algo, algo que alteraba a Atsushi al comenzó pero que fue acostumbrándose.

No solo eso, los padres de Atsushi y los de Akutagawa se habían vuelto a reunir como los viejos tiempos así que habían muchas cenas donde se reunían, a veces estaban obligados a jugar algún juego juntos mientras sus padres platicaban, más que nada por el hecho que habían juegos que no podían jugar solos Atsushi y Gin, así que el mayor era quien se unía a ellos. Claro que aquello lo guardaban en secreto, su tiempo juntos era único, y aunque odiará admitirlo habían veces que su hermana y el pequeño albino le hacían reír.

Había días donde veían películas sobre el kotatsu, Gin y Atsushi solían ver películas de Disney, una vez vieron una competencia de artes. Había veces donde el mismo Ryunosuke se sentía excluido de ello. – Atsushi – le llamo Elise

― ¿si?

― Tu padre está con Rintarou en la calle

― Bien, iré a casa

― Atsushi, ¿vendrás mañana? – pregunto Gin

― No lo sé Gin, el concurso de artes se acerca, debo quedarme más tiempo en la escuela

― Eso suena perfecto – menciono Elise – Ryu debe practicar sus matemáticas, acompáñense y regresen juntos. Sería un alivio saber que no regresan solos

― Ah....

Ambos se miraron, no había vuelta atrás.

Atsushi estaba en la sala de arte donde trabajaría en una pintura, Akutagawa llego al mismo salón, tenían el salón solo para ellos, Akutagawa solía sentarse en una silla al lado de la ventana y hasta atrás mientras Atsushi pintaba o hacia bocetos, no se hablaban entre ellos, solo se quedaban allí juntos, y antes del atardecer se iban juntos, sin hablar, sin mirarse, solo pasando el tiempo.

Akutagawa acostumbraba descansar, veía lo que hacía Atsushi aunque el menor siempre estaba abstracto en lo que hacía, usualmente Atsushi trabajaba en diferentes pinturas o escribí diferentes cosas, pero tenía algo en particular que llamaba la atención del azabache, de vez en cuando, no siempre, se acercaba a un lienzo. Cuando el albino lo coloco del lado de la pared el azabache creía que iba a pintar el atardecer pero el lienzo se quedó en blanco por mucho tiempo en el mismo lugar, Atsushi usualmente se acercaba al lienzo, lo miraba y se arrepentía, volvía a hacer otra cosa, así pasaron varios días, hasta que vio al albino sentarse frente al lienzo, Atsushi tomo sus pinturas, hizo una línea negra, movió su cabeza y se levantó abandonándolo de nuevo, y aunque fue un gran misterio, el cuadro permaneció con la línea color negro pero conforme los días pasaban, Akutagawa sintió que quizá Atsushi planeaba algo con el lienzo.

No tardo mucho, fue un lunes cuando el azabache llego, había un gran circulo negro a la mitad del lienzo blanco, no lo entendió mucho menos pregunto, fue a su asiento donde permaneció.

El misterio del cuadro que Atsushi no tocaba, no anunciaba, ni modificaba lo tenía en gran duda, se acercaba el final de semestre, pasarían a tercero y segundo año, más importante aún, Dazai y su grupo de chicos se irían. Era su última oportunidad para hacer algo grande para el castaño. Los días pasaban rápidamente y el día de la graduación llego.

Todos estaban en el primer piso, salían de la asamblea y felicitaban a los de tercer año, Akutagawa buscaba a Dazai, Rampo le pidió ir al salón de artes, que Dazai había ido a buscar a Atsushi. - Siempre Atsushi. – llego al aula, abrió ligeramente y pudo escuchar a ambos hablar, se asomó para tener mejor visión


Atsushi estaba sentado sobre el asiento que usualmente Akutagawa usaba, Dazai estaba encima de la ventana – debes hacer lo que sientes Atsushi-kun, tus padres siempre te han apoyado

― Lo sé, su apoyo siempre ha sido lo que me ha motivado – explico y suspiro – pero mi musa siempre había sido el amor, mis padres siempre son amorosos, divertidos e incluso estrictos pero... Fui un corazón vacío, nunca debí enamorarme Dazai-san...

― Te di una segunda oportunidad Atsushi-kun

― Dazai-san... No lo tome a mal... - Atsushi jugo con sus dedos nervioso

― Te escucho.

El albino vio fijamente al castaño, el aire resoplo moviendo sus cabellos, Akutagawa pudo ver perfectamente la escena – Estoy completamente enamorado de Akutagawa.

― ¿sabes lo que estás diciendo Atsushi-kun? No podrás dar vuelta atrás

― Lo sé

― Akutagawa-kun no llegará a amarte

― Lo sé

― Será un amor doloroso

― Lo sabré llevar

Dazai sonrió y se levantó. Su teléfono sonó, Atsushi se levantó de donde estaba sentado y se acercó al lienzo en la pared. – Atsushi-kun – le llamo Dazai – termino la asamblea, Chuuya y Rampo están buscándome

― Lo acompañaré

― ¿no lo esperarás?

― No... Él no vendrá

Dazai suspiro, tomo sus cosas, Atsushi tomo algunos papeles y se fueron del lugar, Akutagawa se había ocultado un poco antes que salieran.



Aquel fue el verano más largo para Akutagawa, la había pasado en la biblioteca estudiando duro para su próximo año, seguir el linaje de Dazai y volverse un exitoso abogado. A veces se encontraba con Atsushi quien andaba por la calle o en su casa, pero realmente solo era para despedirse, fue un verano donde no hablaron.

Llego el inicio de clases, reconoció a algunas personas, a otras ignoro, fue hasta el final del día cuando fue al aula de artes, allí fue cuando se dio cuenta de todo pues el aula estaba completamente vacía. Corrió por el pasillo lo que nunca había hecho, llego al salón de maestros – Sakunosuke-sensei

― Akutagawa-san, ¿Qué te trae por aquí? – pregunto alegre

― El aula de arte está vacía

― Oh si, bueno hasta ahora los alumnos no han querido unirse al grupo

― Pero Atsushi lo ocupa para pintar y escribir

― ¿eh? ¿no lo sabes?

― ¿no saber qué?

― Atsushi-san fue transferido a Inglaterra, es un plan de estudios del arte

― ¿Qué?

Akutagawa salió corriendo, corrió por sus cosas, corrió hacia la estación de trenes, corrió a su vecindario y llego a la casa de la siguiente calle. Toco el timbre mil veces hasta que una señora de la casa de al lado salió – pequeño ¿Por qué tocas tanto?

― La familia que vive aquí

― Oh mis queridos Rusos – dijo la señora alegre – se fueron hace tres días cariño, pero tranquilo, me dijeron que volverán en vacaciones. Eres compañero del pequeño Atsushi ¿verdad? Debiste estar de vacaciones, él fue el primero en irse

― ¿puedo entrar?

― Lo siento cariño, tengo llaves pero me pidieron que no entrara nadie.

― Gracias señora

Akutagawa volvió a su casa, fue a su habitación y allí se quedó. Recordó el ultimo día que lo vio en el aula de arte, Atsushi se veía con un semblante preocupado mientras hablaba con Dazai, y en su mente se repetía una y otra vez "Estoy completamente enamorado de Akutagawa" hasta quedarse dormido. No hablo con sus padre, menos con su hermana.

Al día siguiente en la escuela, Akutagawa estaba en el aula, preparaba sus nuevos estudios, planeaba ir a la biblioteca y nunca salir hasta que fue llamado a la sala de maestros, fue hasta allí donde Sakunosuke lo esperaba – Sakunosuke-sensei ¿Qué necesita?

― Ayer te fuiste corriendo y no pude hablar contigo

― ¿Qué debemos hablar?

― Sobre tu compañero Atsushi

― Él no...

― Dazai me decía cosas de ustedes

― ¿Da-Dazai-san hablo de mí con usted?

― Sí, me dijo que eras muy cercano a Atsushi

― Oh...

El pelirrojo se levantó y fue a un gabinete, saco un cuadro grande con una tela y lo dejo sobre la mesa – Dazai dijo que esto estaría mejor en tus manos

― ¿Qué es?

― Es el único cuadro que no se llevaron, paso aquí todo el verano y mi único contacto es Dazai, él dijo que tu sabrías que es

Akutagawa recordó la conversación que escucho de Dazai con Atsushi, justo antes de salir del aula "¿no lo esperarás?" y la respuesta "No... Él no vendrá". Tomo el cuadro y destapo la tela, el lienzo era completamente negro – Es negro...

― Sí, no sé qué sea, Atsushi jamás lo termino supongo

El azabache le dio vuelta al lienzo encontrando un sobre - ¿puedo irme?

― Sí, claro

Akutagawa tomo el cuadro y antes de salir del aula – Akutagawa

― ¿si sensei?

― Autorizaron tu petición de quedarte en la biblioteca

― Gracias sensei...


...


Estaba en su casa, tenía el cuadro en su habitación, era negro, completamente negro – recordándolo bien... falte varios días antes de la graduación... Supongo que termino de rellenarlo – expreso mirando el cuadro, tiro su mochila, sus libros habían caído, pudo ver una hoja sobre salir de su libro de matemáticas, arrastro su cuerpo con pereza tomando la nota. "Conozco mi lugar, pronto de él me iré, solo quiero una última vez. Por favor, ven al aula de artes en media asamblea, debo decir algo. Te estaré esperando. Nakajima Atsushi" – Inglaterra... Que imbécil.

Desde ese día Akutagawa comenzó a leer poesía, estudiaba todo el tiempo, y solo cuando necesitaba relajarse leía poesía, a veces cuando nadie lo miraba se notaba unos minutos al día para entrar a un foro, poco a poco fue conociendo más cosas de la comunidad LGBT+ pero fue algo que siempre mantuvo en secreto.



Un año después Akutagawa entro a la universidad, tuvo que mudarse para tener cerca la universidad, y fue cuando se enteró de la libertad de su mentor con sus dos parejas, pues ahora eran vecinos. – Da-Dazai-san que sorpresa – hablo nervioso al ver al joven castaño con Chuuya y Rampo a sus lados

― Akutagawa, no te veíamos hace un año

― Estuve estudiando con esmero para entrar a la universidad de leyes

― ¿iras con Dazai? – pregunto Chuuya sonriente

― Supongo y ¿ustedes?

― Yo estoy en arte – sonrió Chuuya

― Humanidades – menciono Rampo

― Realmente Rampo está trabajando pero debe asistir aunque sea una vez a la semana a clases – menciono Chuuya – es el mejor detective del departamento

― Vaya, es un honor

― ¿Qué hay de ti Akutagawa? – Sonrió Dazai – no espere que no te sorprendieras cuando nos viste besándonos

― Bueno... Han pasado muchas cosas – añadió Akutagawa

― ¿quieres cenar con nosotros? – cuestiono Chuuya – hoy me toca a mí cocinar

― No quiero ser molestia

― Para nada, ven con nosotros

Aquella tarde Akutagawa pudo convivir con un trío de amantes, jamás imagino que su vida estuviera rodeada de tantas oportunidades de amar, podía comprender cosas nuevas que ni en sus sueños más locos comprendía, la diversidad y la emoción de amar solo era parte de la vida.

Rampo y Chuuya miraban el televisor mientras Dazai y Akutagawa jugaban con cartas – creí que te habías desvanecido de la vida – menciono Dazai

― Estaba enfocado en hacer provecho a mis conocimientos, la vida se hizo muy... simple

― ¿desde que Atsushi-kun se fue?

― ¿Qué? e-eso... Dazai-san, ¿usted lo sabía?

― Chuuya lo convenció de irse a una escuela de arte, creo que tiene amigos allá

― Comprendo...

― Entonces, ¿si fue por Atsushi-kun?

― ¿Cómo le llama usted? No... Creo que sea amor pero desde hace dos años no lo saco de mi cabeza, todo empezó por poemas y ahora... No tengo nada... Solo sé que lo quiero de vuelta

― ¿no tienes el cuadro?

― Solo es un lienzo color negro – menciono y el castaño sonrió

― investiga sobre pinturas en total color negro

― ¿investigar?

― Es el mejor consejo que te doy – bajo sus cartas – aunque creí que eras más listo – dijo sonriente, había ganado la partida y tomado las galletas

Esa misma noche el azabache regreso tarde a su departamento, aunque ahora vivía al lado, sus dudas fueron grandes, investigaría sobre la pintura e iría el fin de semana por ella a su casa.

No iba a recurría a Rampo o a Chuuya, ahora él debía descubrir el misterio que el joven albino le dejo.

Pintura fantasma, una pintura de cualquier color mayormente usada en color negro que al momento de ponerla con luz ultra violeta puede verse lo que esconde. Con el conocimiento en su mente, compro una lámpara de luz ultra violeta y fue a su casa, era sábado por la tarde, saludo a su hermana quien llegaba de la escuela, y fue a su habitación para encerrarse, podría escuchar a su madre llamarle pero el solamente quería ver lo que la pintura escondía. Cerro las ventanas, dejo la luz apagada, busco estar lo más oscuro posible, puso la pintura frente a él, y encendió la lámpara.

En la pintura oculta: todo el fondo era oscuro había un paraguas color rojo en el medio como si estuviese flotando, con nombres a los lados en color blanco, "Jinko" a la derecha y "Rashomon" a la izquierda. – Jinko... - Akutagawa sonrió – lo recuerdo... ¡lo recuerdo! ¡LO RECUERDO! – salió de su cuarto corriendo.

Sus padres lo llamaron pero el azabache solo llego a ellos – quiero pedirles algo – dijo firme – sé que es mucho pero soy bueno, no pediré otra cosa jamás, solo déjenme ir a Inglaterra, prometo trabajar y conseguir el dinero, necesito ir

― ¿Inglaterra? ¿Por qué? – pregunto Rintarou

― Necesito ir, es que Jinko, digo Atsushi olvido algo y es muy importante, demasiado

― ¿Atsushi? ¿los Dostoevsky? – cuestiono Rintarou - ¿no volvieron hace unas semanas?

― Si – respondió Elise – Atsushi no vino hoy por que tenía que hacer cosas del intercambio

― ¿Qué? ¿re-regreso?

― Si, ahora va en tercer año junto con tu hermana

Akutagawa volvió a salir corriendo esta vez con dirección a la escuela. Subió al tren mientras intentaba recuperar su respiración, en su mente solo se repetía una y otra vez lo que diría "Lo lamento, te he amado siempre" lo tenía bien en su mente, estaba listo, todo sería perfecto. Llego a la escuela ocultándose de los profesores y llegando con éxito al aula de artes, allí estaba.

Lo vio lentamente, estaba sentado frente de él había un lienzo, la noche iluminaba sus ojos que brillaban por la ligera luz encendida del salón, estaba concentrado con el pincel en mano a lo que parecía terminar alguna pintura, tan abstracto de verlo y tan emocionado, su corazón comenzó a latir fuerte. Toco la puerta ligeramente, llevándose la vista de la pintura a él, rápidamente pudo ver como sus ojos se dilataron y su rostro cambio a uno sorprendido – A...Akutagawa

― ¡Jinko! – con el grito de su apodo, Atsushi se sonrojo mientras el mayor entraba al aula abrazándolo.

― ¿Ji-Jinko?

― ¿Por qué no me dijiste que habías vuelto? ¿Qué pasa contigo?

― T-t-tus pa-padres di-dijeron que te mu-mudaste

― ¡les hubieras dicho que me dijeran! – apretó su abrazo. Atsushi no sabía cómo reaccionar – te fuiste de la nada, no sabía que eso podía pasar, necesito decirte algo, es algo importante, así que debes escuchar

― A-Akutagawa me as-asfixias

― Cierto – lo aparto tan rápido que Atsushi cayo de su silla – uh ¿estás bien?

― S-si... - menciono levantándose. Akutagawa extendió su mano

― Te ayudaré...

El albino aun sorprendido tomo la mano del azabache, le ayudo a levantarse, se miraban a los ojos, cuando escucharon - ¿Qué está pasando aquí? – cuestiono un chico. El azabache lo miro y el albino se sonrojo

― Rimbaud – menciono Atsushi alegre – ta-tardaste un rato

― Lo sé – expreso cruzándose de brazos - ¿Quién es él?

― Oh – Atsushi miro al azabache – Akutagawa, él es Arthur Rimbaud. Rimbaud, él es Akutagawa

― ¿sin nombre? – expreso el de cabello largo

― No me gusta que cualquiera sepa mi nombre – menciono molesto Akutagawa

― Bueno... Debo ir a casa – dijo Atsushi tomando una mochila

― Te llevo – dijo Akutagawa

― No tienes que, Rimbaud va conmigo

― Estoy con mis padres esté fin de semana, no me molesta

― Atsushi estas olvidando el poema – menciono dándole una libreta al albino

― Lo siento – respondió el albino guardándolo en la maleta – bueno, vamos los tres juntos

― ¿Por qué? ¿no tienes casa? – cuestiono Akutagawa molesto

― Vivo con Atsushi

Aquello dejo a Akutagawa callado, los tres salieron de la escuela con dirección a la casa. Atsushi iba en medio de ambos, iba sonrojado y nervioso, ¿Qué había pasado minutos atrás? A la entrada de la calle los esperaban Gogol, Fyodor, Rintarou y Elise - ¡oh por dios! ¡Llegaron! – menciono Elise

― Ryu, eres el mayor y no contestas el teléfono – se quejó Rintarou

― Atsushi, mi bebé – le abrazaba Gogol – cuando Elise me dijo que Ryu fue corriendo a buscarte me preocupe tanto

― Cierto, es raro que corra – menciono Fyodor y reviso a Rimbaud – ¿estás bien?

― Claro, no ocurrió nada, estoy bien padre

― ¿padre? – pregunto Raintarou

― Cariño es que no has estado, Arthur es parte de la familia, todos cambiaron sus apellidos ¿verdad?

― Si – mencionaron los menores

― ¿Qué se refieren? – pregunto Ryunosuke

― Es claro ¿no? – menciono Arthur – los cuatro somos una familia feliz

― Tu pequeño bribón – se quejó Fyodor – vamos a casa, aún hay mucho que arreglar

― Prometí ir con Gin-san – menciono Atsushi

― Gin se quedó dormida – menciono Elise – atiende a tu familia Atsushi

― Claro – hizo una ligera reverencia – gracias por su atención

La familia siguió su camino, Ryunosuke estaba enun shock ¿Qué era lo que había pasado?


...

Lamento muchísimo que no había actualizado este fanfic, la verdad había quedado atrapado entre mis archivos de la laptop y aunque tenía notas, no quería subir el capítulo 3 y 4, por que ya estaban escritos y me habían gustado tanto que no quería que se perdieran. 

Espero me disculpen, pero tengo esté capítulo y el 4, estaré trabajando en el resto de está historia, gracias por entender

¡Gracias por leer!

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