La trascendencia del amor
Todo el viernes, el azabache se encerró en su habitación, Atsushi daba los últimos retoques a sus piezas. Había tenido que ir a la escuela a dejar unas cosas, después simplemente siguió con lo suyo. El viernes siguió avanzando así, cada quien ocupado en lo suyo, claro que lo de Akutagawa era mayor.
El joven azabache había comprado cosas especiales, unos tirantes de arcoíris y una pulsera con dijes de bolitas de colores, precisamente para formar la bandera LGBT. Eligio la ropa que usaría en la galería y guardo todo junto, incluyendo la invitación. De allí en fuera, paso leyendo los poemas de la libreta, y paso un gran rato intentando escribir algo. Era un futuro abogado, no era poeta, ni encantador pero tenía que serlo por lo menos ese día. El día decisivo.
Con la mañana del sábado. El azabache bajo a la cocina de sus padres, respiro profundo y les miro – mamá, papá, tengo algo que hablar con ustedes – menciono serio
― ¿Qué es cariño?
― Primero que nada, quiero decir que son los mejores padres del mundo
― ¿Qué te hicieron? ¿te paso algo? – cuestiono Ougai
― Papá, Mamá... - trago saliva, había decidido ser rápido – Estoy enamorado de un chico. De Nakajima Atsushi
Los nervios se elevaron, no solo su frente, sus pies, sus manos, todo sudaba, podía sentir un nudo en su garganta y un dolor punzante en su pecho. Sus padres no habían dicho ni una sola palabra desde que hablo, solo lo miraban. - ¿y te corresponde? – pregunto Ougai. Akutagawa acumulo sus lágrimas en sus ojos
― No
La respuesta sincera hizo a Elise ir con él y abrazarlo. – Cuando naciste siempre pensé que serías un hombre fuerte, y eso eres hoy en día
― Pero mamá, me siento destrozado
― Un hombre no es fuerte por aguantar, es fuerte por ser capaz de llorar y continuar. – acomodo su cabello – eres mi hombre fuerte
El azabache no pudo evitar llorar y Ougai bajo su periódico molesto - ¿Qué le pasa a Atsushi? Siempre ha sido tan buen niño ¿Cómo pudo rechazarte?
― No, no papá – reprimió el menor – Aun no me confieso
― ¿Qué? – preguntaron ambos
― En realidad... Atsushi tendría muchas razones para odiarme pero ha sido un buen niño, haciendo que me enamoré profundamente de él
Ougai se acercó para abrazarlo – gracias – dijo el azabache – muchas gracias – repitió mientras ambos le abrazaban con fuerza.
Gin se había quedado con la espalda en la pared después de escucharlos, limpio sus lágrimas y suspiro aliviada. – y bien – Ougai lo solto sonriéndole - ¿en que te ayudamos?
― ¿te vas a declarar? – pregunto Elise
― Ho-hoy en la noche
― ¡perfecto! ¿necesitas algo? ¿un traje?
― Cariño, está tu bufanda de la suerte
― Cierto, cierto
Akutagawa miro a sus padres, limpio de nuevo sus lágrimas – son los mejores padres del mundo...
Gin se acercó - ¿olvidas a tu hermana? – cuestiono y la familia entera se abrazó.
Por su parte, en la otra casa, Fyodor tomaba su abrigo – regresaré más tarde
― Papá
Tomo a Atsushi de sus mejillas – tranquilo, lo traeré a tiempo, lo juro.
― Pero papá él...
― Atsushi, si tu padre dice que puede hacerlo, puede hacerlo
― Papá... Por favor, que él no falte...
― Estará – beso su frente – así que tenga que mover castillos y dragones, lo lograré
― Gracias...
Nikolai beso al azabache y sonrió – ve con cuidado ¿sí?
― Claro, los amo
― Y nosotros a ti
― ¡si!
El azabache salió de la casa y Atsushi suspiro, Gogol tallo sus hombros – cálmate hijo
― Es un gran día papá, quiero que todo salga bien
― Todo saldrá bien, confía en tu padre y en mí, y en Arthur
― ¡ese Arthur! ¿Cómo puede estarme haciendo esto? – se quejó mientras se iba a la cocina
― Cariño no bebas leche, te pondrás más nervioso – expreso el mayor siguiéndole.
Las horas siguieron pasando, la hora de la galería se acercaba, Gogol había ido a dejar una última pieza mientras Atsushi tomaba un baño que el mismo Gogol le obligo a tomar, Atsushi por alguna razón se encontraba muy nervioso.
Gogol regreso rápido a casa, se estaciono y vio a Gin y Elise quienes estaban regresando de casa también – Gogol-san, hoy va a ser el gran día ¿verdad?
― Si, Atsushi está y nos tiene de nervios – menciono Gogol
― Debe ser, no te interrumpimos más
― De hecho... ¿tendrá algo de lavanda?
― Claro, pase
Gogol siguió a Elise y a Gin, ambas chicas se sorprendieron viendo a Ougai y Akutagawa haciendo flexiones – ¿Que están haciendo? – pregunto Gin viéndolos
― Practicamos resistencia
― Genial – menciono Gogol – Elise-san...
― Oh cierto. – Elise fue a la cocina.
― ¿Qué ocurre? – pregunto Akutagawa. - ¿Por qué está aquí?
― Atsushi está muy nervioso, Arthur tuvo que volar rápido para unos papeles pero prometió estar aquí, aunque su vuelo se quedó atascado en una aerolínea cercana a China, Fyodor fue por él. Y bueno...
― ¿Qué? – se levantó Ryunosuke mirándolo – pero Arthur es su compañero
― Lo sé, está como loco. Quiso tomar lechita, la leche le cae mal. – se quejaba Gogol
― Gogol-san, aquí tiene – menciono la chica dándole un frasco con esencia – espero que ayude
― Aaaah ~ Gracias Elise-san, no sabe el gran favor que me ha dado. Gracias – miro a todos – con permiso los veo en la noche
Gogol salió. Y los tres miraron a Ryunosuke – tienes que hacer algo
― ¿Qué? ¿pero qué?
― Atsushi está nervioso ¿sabes que puedes hacer?
― Podría ponerle música
― ¡ESO!
Elise y Gin corrieron al comedor, tomaron una bocina portátil de usb y le dieron su teléfono - ¡VE!
Akutagawa sonrió, guardo su celular y salió con dirección a la casa del albino, no entró, bueno si, entro al jardín. Conocía bien donde quedaba el baño, así que se puso debajo de la ventana del baño, puso la bocina portátil en un árbol para alcanzarlo mejor, lo conecto al celular y coloco una canción.
Atsushi estaba con ojos cerrados en la tina, Gogol acababa de ponerle las esencias de lavanda, entonces el albino comenzó a escuchar música, sonrió pensando que su papá seguía consintiéndole, pero no se escuchaba dentro de la casa - ¿Qué? – pregunto el albino.
Se acercó a la ventana en la pared y se asomó. Comenzó a reír y decidió abrir la ventana, claro que no salió por completo él, estaba desnudo obviamente. En el celular sonaba aquello que en ese momento Atsushi no le sonó malo, solo relajante y encantador pero el azabache estaba dando todo de si con aquella canción. "Hopelessly Devoted to you" - ¡¿Qué estás haciendo?! – grito desde el baño mientras reía
― Me dijeron que estabas nervioso ¿estas mejor?
― ¡No, ahora tengo frio! – ambos comenzaron a reír
― ¿Atsushi? – le hablo Gogol y Atsushi se volteo
― ¡PAPÁ, NO ENTRES ASÍ! – grito tapándose.
Akutagawa al escucharlos solo siguió riendo. La canción término, solo duraba 3:00 minutos. Los más lindos de su vida, y pronto a su realidad. Atsushi salió desde su ventana - ¡Gracias! ¡Te veo en la noche! – volvió a meterse en la ventana y Akutagawa suspiro. Había avanzado o eso creía él.
El azabache volvió a su casa donde su familia lo esperaban llenos de ánimos – Ryu, te prepare el baño
― Hermano, planche tu saco
― Apresúrate hijo, debes conquistar al niño
― Mamá, Papá, está bien yo sé mi lugar
― ¡aún hay esperanza Ryunosuke! – le regaño Elise
― Date un baño
― Odio los baños
― ¡date un baño y péinate! La galería es en dos horas
― ¡si!
La familia se ocupó del mayor, claro que también se arreglaban para el gran evento. Era un coctel, algo formal pero también casual. Así que no era gran cosa en vestimenta, excepto Ryunosuke.
El azabache se había puesto zapatos y pantalón negro de vestir, camisa blanca y unos pirantes de colores arcoíris que su saco gris ocultaban. Ougai le ayudo a peinarse y Gin hizo de sus puntas blancas lucieran onduladas – hijo, eres el más precioso hombre del mundo – menciono Elise. Guardo un pañuelo en su bolsillo del pecho – esto es por si él llora, no se lo des a nadie más, solo él
― De acuerdo mamá...
Ougai arreglaba su corbata – se cortes, se amable.
― Lo sé papá
― Declárate bien – pidió Gin – se firme y directo
― Lo sé Gin
― Entonces, vámonos familia
― Si
Subieron a un auto negro bastante elegante, Ougai era un hombre de negocios no había que olvidarlo, conducía por el vecindario y por el centro hasta que se detuvo frente a una tienda de regalos y flores. - ¿Qué hacemos en una florería? – cuestiono el azabache
― Claro, compraremos flores
― ¿flo-flores?
― Estuve investigando, ya que Atsushi sabe tanto de texturas y significados de colores y flores, investigue y sé perfectamente la flor que necesitas
― ¿Cuál es madre?
― Una rosa blanca
― ¿rosa blanca?
― Si, significa pureza. Ve por ella
El azabache salió del auto, su familia lo esperaría. Entro a la florería topándose con un chico, era un joven de piel blanca como la nieve, de cabello castaño y ojos tan claros y brillantes pero tan profundos y penetrantes. Vestía bastante elegante, zapatos, pantalón, chaleco y saco de color café, camisa blanca. Corbata, guantes y sombrero color negro. – Bonne nuit – hablo aquel chico. – Excusez mon audace, parlez-vous anglais ou français? (disculpe mi atrevimiento ¿habla inglés o frances?)
― Je parle couramment anglais (Puedo hablar fluidamente el ingles)
― You can help me? I am looking for the art recreation center in Yokohama (¿puede ayudarme? Estoy buscando el centro recreativo de arte en Yokohama)
― avec plaisir (Será un placer)
Akutagawa ayudo a aquel chico, le mostro un pequeño mapa en su celular y el joven agradeció, miro al azabache y sonrió - You go to the same place as me right? (Vas al mismo lugar que yo ¿verdad?)
― Yes, these years I have become a fan of one of the artists (Si, estos años me he vuelto fan de uno de los artistas)
― If you are going to admire the artist, I recommend this (Si vas a admirar al artista, te recomiendo esto)
El joven castaño señalo una flor de gardenia - If your meaning goes to romance... (Si tu pensamientos llevan el romance...) laisse ton coeur choisir (Deja que tu corazón sea el que elija)
― Merci (Gracias)
― still ask the seller (Aun así pregúntale al vendedor) – dijo divertido.
El castaño se retiró, y el azabache miro alrededor – el consejo el bueno... - suspiro – seguiré a mi corazón...
El azabache miro algunas flores, pero simplemente no podía decidirse, se acercó al chico que atendía – disculpe... ¿puedo armar un ramo con varias flores? – pregunto mirando al joven de cabello rosa y puntas platinadas.
― Pedido especial – dijo el chico sonriente – será un placer armar un ramo para usted
― ¿podría ayudarme con algunas?
― Por supuesto.
El azabache señalo algunas, el chico le sugirió algunos cambios en colores, al final. Tuvo un ramo perfecto.
Volvió al auto donde sus padres lo miraron – oye eso no tiene rosas
― No pregunten o olvidaré los significados de cada una
― Joven – le hablo el chico de la tienda
― ¿si?
Le entrego una hoja doblada, era un pequeño abanico – aquí, le deje los significados, lo estaré apoyando
― Muchas gracias ¿Cómo podría?
― Puedes volver con quien le des el ramo y será realmente un gran agradecimiento
― De acuerdo...
La familia condujo y Gin le sonrió – la florería Miushi realmente es dedicada a sus clientes ¿eh?
― Si – miro el ramo – él mismo adorno esto, y estoy seguro que le encantará
― Agradeceremos después a Misuhi, por ahora, esperemos que seas aceptado
― ¡SI!
Llegaron al centro de artes de Yokohama, debieron dar su invitación para entrar. Después de caminar por el largo pasillo que tenía mesas con manteles rojos los cuales mostraban presentaciones y fotografías de las obras, así como también pequeñas descripciones de los artistas. Akutagawa reconoció a uno de aquellos artistas como el chico que se topó en la florería. – Paul Verlaine – leyó su nombre
― ¿si? – respondió el castaño – Buena noche, joven amigo de flores
― Así que hablas japonés
― Bueno, mi compañero de cuarto era un japonés y mi mejor amigo decidió estudiar el idioma, era común aprenderlo.
― ¿Atsushi y Arthur?
― Oui (sí)
― Hermano ¿Quién es él?
― Paul Verlaine, amigo de Arthur y compañero de Atsushi al parecer
― C'est un plaisir, mademoiselle (Es un placer señorita.)
La familia fue con Paul recorriendo las obras, disfrutaron de un par de obras de él. Fue cuando lo vio. Ante sus ojos apareció el joven albino protagonista del lugar, sus obras estabas alrededor de él, y el azabache simplemente se fascino de verlo.
Atsushi estaba vestido elegante, llevaba pantalón y chaleco ambos de color blanco. Su camisa era de manga larga y color capuchino. Sus zapatos eran del mismo color capuchino, y su corbata era color morado combinando con sus ojos. Y llevaba un sombrero blanco; todo iba a juego con su pureza. - ¡Atsushi! – le llamo alegre Paul
― ¡Paul! Êtes-vous venu il y a longtemps? (llegaste hace mucho)
― Je comprends le japonais (Entiendo el japonés) – se quejo
El azabache se había quedado simplemente embobado de escuchar al albino hablar en francés, Atsushi lo miro y le sonrió – Ryu, pudiste venir
Su hermana le dio un pequeño codazo y el azabache reacciono, escondiendo en su espalda aquel arreglo de flores. – n-no podía perdérmelo – trago saliva y mejoro su rostro – te vez increíble...
― Gracias
― ¿se llama Ryu? – pregunto Paul. Atsushi se sonrojo
― Mi nombre es Akutagawa Ryunosuke, es un placer
― le plaisir est à moi, monsieur aimant
― perdón, no entendí muy bien
― no, nada – menciono Atsushi sonrojado.
― Yo quería... Bueno, si tienes tiempo – menciono el azabache.
Paul sonrió – voy a buscar a Arthur
― ¡Aah! –grito Atsushi tomando del brazo a Paul – Paul...
― ¿ahora qué? – se quejó el castaño
― Ah... amm... Arthur... eem...
― ¡Aquí estoy! – grito Arthur quien acaba de llegar, sudado y algo despeinado. Llevaba una rama en el cabello
― mais ... que vous est-il arrivé? (pero... ¿Qué te paso?)
― Je ne savais pas qu'Atsushi vous avait apporté comme surprise, si j'avais su, je n'aurais pas voyagé la nuit précédente (No sabía que Atsushi te había traído como sorpresa, de haberlo sabido, no hubiese viajado una noche antes)
― A-Arthur
― Juste pour penser que vous vous présenteriez ici, comment ont-ils planifié cela à mes frais? (Solo pensar que estarías presentándote aquí ¿Cómo fue que planearon esto a costa mía?)
Paul comenzó a reír - juste ... Atsushi m'a aidé à te surprendre (simplemente... Atsushi me ayudo a sorprenderte) – Paul abrazo a Arthur alegre y le sonrió - joyeux anniversaire mon amour
Akutagawa miro a Atsushi, no estaba entendiendo nada pero Atsushi se veía feliz – oye, ¿Qué está pasando?
― ¿eh? Es que Arthur viajo a la embajada de los naciones unidas para pedir permiso de ir a Francia pero no se lo dieron, entonces se quedó atrapado, y es que no me dijo nada, y mis padres tampoco sabían
― No estoy entendiendo
― Es que Paul y yo planeamos sorprender a Arthur con la exhibición de sus obras
― Pero ¿Por qué se abrazan?
― Oh – le sonrió – porque son novios
― Oh... si
El azabache miro al albino sorprendido - ¿Qué? – pregunto incrédulo
― ¿Qué?
― ¿Cómo que son novios?
― Bueno algo así, la familia de Paul tiene ciertos problemas y se esconden pero es cierto que su amor es tan puro como una rosa blanca – dijo el albino sonriente
― Yo... pe-pero tú y él...
― ¿Qué?
― Tú y Arthur... ¿no son pareja?
Atsushi comenzó a reír – no, para nada, no es mi tipo – Akutagawa sintió que quería golpearse la cabeza millones de veces. – por cierto, quiero enseñarte algo ¿vienes? – pidió el albino amable y sonriente
El azabache lo siguió. Se pararon frente una pintura. El azabache al verla abrió sus ojos sorprendido. – Esto es... - miro al albino quien sonreía viendo el cuadro
― Es lo más precioso que tengo de recuerdo...
El cuadro era una ventana de cruz. En cada rectángulo había un momento diferente. En el primer cuadro podía ver dos pequeños niños sosteniendo un paraguas rojo. En el cuadro a su lado un chico en un pupitre de salón con un libro y otro pintando frente a él. Abajo a la derecha, en el tercer cuadro había un par de chicos comiendo una rebanada de pastel. En el último, abajo a la izquierda, había un jardín de luciérnagas y un par de chicos bailando.
Akutagawa miro al albino, este estaba sonrojado viendo el cuadro – Lo llame, "la trascendencia del amor" – el azabache se sonrojo.
― Nakajima Atsushi – le llamo.
El albino giro su cabeza para mirarlo, y se llevó una gran sorpresa al ver el ramo frente del azabache.
El ramo, el precioso ramo. Aquel ramo llevaba: flores de Mirto alrededor combinado con algunos tréboles blancos, creando un cinturón blanco. Como segunda base, tenía Nomeolvides, en medio de Zinnia amarilla y Junquillo oloroso. El amarillo de ambas resaltaban el azul del nomeolvides. Como centro, había dos crisantemos color violeta y un lirio malva en medio de ambos.
― Me llevo mucho tiempo, fui muy estúpido... Pero esté ramo dice todo lo que no he dicho en estos años y yo... - Atsushi no le dejo terminar comenzó a llorar, el azabache se acercó – o-oye no llores, yo... aún no he dicho nada
― Con las flores basta – decía el albino limpiando sus lágrimas – Ryunosuke... ¿tú de verdad me amas tanto?
El azabache sonrió, tomo la mano del albino, más precisamente sus dedos – estoy loco por ti, Nakajima Atsushi. – Atsushi se sonrojo, el azabache le acerco el ramo y el albino lo tomo con su mano libre, el azabache se acercó aún más para limpiar sus lagrimas
― de-debiste comprar Eglandina también
― ¿Qué significa?
― Quien te quiere te hará llorar
El azabache sonrió divertido de lo tierno que Atsushi estaba siendo, se dignó a abrazar al menor, esté se recargo en su pecho – Ryunosuke, te tardaste mucho
― Lo lamento pero juro que no me separaré nunca te di...
― Promételo
― Lo juro.
La noche siguió avanzando, Fyodor cuestiono a Ryunosuke por mil y un cosas mientras el albino atendia a sus invitados. Casi la hora de cerrar la galería, Atsushi miraba por el lugar - ¿Qué buscas Atsushi? – pregunto el azabache
― Bueno, invite a alguien especial pero es que no lo conozco
― ¿Qué?
― Atsushi ¿invitaste a tu admirador secreto? – pregunto Lucy
― Es que quería saber quien era y decirle que no podía corresponderle – menciono el albino – parece que no vino
― ¿Quién es su admirador secreto? – pregunto el azabache
― Cálmate, llevan horas saliendo y ya le haces escenas de celos – protesto Gin
― No es así, solo estoy curioso – se quejó el azabache
― Alguien que me dejo unos malos poemas en mi casillero estas semanas – menciono el albino
― Niños – les llamo Gogol – es hora de irnos
― ¡si!
― Atsushi, ¿te molesta si me llevo a Arthur esta noche?
Atsushi sonrió – es todo tuyo
― Nos vemos después Atsushi – sonrió Arthur y miro a Akutagawa – lamento el mal entendido, debiste pasarla mal
― Quiero golpearte, pero igual... Gracias. Merecía ese castigo por el pasado
El albino lo abrazo – oye, los castigos no son buenos. – se quejó el albino
― Cierto, Atsushi creía que seguías siendo hetero y se preparó para ser rechazado de nuevo hoy – se quejó Lucy
― Oye ¿me ayudas o no? – se quejó Atsushi
El azabache simplemente lo tomo de sus mejillas, lo alzo y beso sorprendiéndolo. – No me importa, solo me importa estar a tu lado. Hoy y siempre. – Atsushi sonrió y se acurruco en el azabache.
...
10 años después
...
― ¿has visto mi corbata?
― Si
― ¿Dónde?
― En la casa Ryu, estamos de vacaciones
― Si tú puedes pintar, yo puedo cerrar un negocio de 20 millones
― Mi marido millonario que no puede dejar un negocio para vacacionar con su pobre pintor
― Atsushi, tus obras están valoradas por millones, ganas más que yo
― Lo sé, pero un beso tuyo me hace el más rico de todos
El azabache sonrió, se acercó besando al menor – dime... ¿Dónde escondiste mis corbatas?
― ¿Quién dice que te empaque corbatas?
― Lo sé, siempre me empacas corbatas porque jamás dejo un negocio
― Grosero... además lo admites – se quejó – inflo sus mejillas y sonrió – están en la maleta chica, en el cierre escondido
― Maldito gatito
El azabache busco su corbata y se la acomodo. El albino fue con él para atar la corbata mientras le veía – Atsushi – le llamo pero el menor estaba concentrado en atar la corbata
― ¿mmm?
― Aprovechando que estamos en hawaii...
― Aja
― ¿te casarías conmigo?
Atsushi se sorprendió miro al azabache - ¿eh?
― Digo... Aquí es legal
El albino se puso completamente rojo – a y-yo, di-digo e-e-es que ya vivimos juntos en Japón
― Pero podríamos casarnos – menciono tomando los brazos del albino y haciendo que abrace su cuello - ¿o le temas a ser esposos legales?
Atsushi sonrió y beso al mayor – llamaré a nuestros padres
― Solo si logran llegar aquí antes de pasado mañana
― ¿Qué? ¿ya reservaste?
― ¿Por qué crees que tengo un negocio en puerta?
― Uuy oportunista – se quejó el albino
El azabache salió, era cierto que mientras reservo para una boda rápida, se topó con un inversionista al cual le agrado, ser abogado de millonarios le dejaba bastante dinero, además de ser el abogado de Atsushi.
Sus padres y Gin llegaron ese mismo día en la noche, Atsushi había ido por ellos. ¿Quién diría que unas vacaciones de dos semanas tenían en media su boda? Claro que Fyodor volvió a amenazar a Ryunosuke. Mientras que Nikolai, Elise, Gin y Atsushi se encargaban de una modesta pero tierna decoración para su boda.
Habían conseguido Mirto y Lirio del valle combinándolo con tulipanes rojos. Fue sencillo, un espacio en la playa con sillas solo para sus padres y Gin. Atsushi y Akutagawa vestían trajes blancos. Y con un tierno "Acepto" ambos lograron colocar sus anillos y besarse.
Era un momento de pintura.
A veces la vida nos da muchas vueltas, el daño provocado al corazón parece jamás sanar, pero tenemos mucho por que seguir amando, mucho por que seguir llorando, pues con el dolor viene la gloria y el verdadero amor.
El amor es lo que depara la vida, amor propio, amor profundo, pasional y admirado. El amor siempre es tierno, es una flor. Una flor que siempre florece, a veces con dificultades, a veces sola, algunas veces alguien decide hacerla crecer, dándole dedicación, riego, y cuidado. Un amor especial, una jornada que jamás termina. La vida, es una flor.
Fin.
¡Gracias por leer!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top