Desde lejos
Atsushi despertó por la mañana sintiéndose mejor, aunque agotado, Gogol había decidido ir a dejarlo a la escuela, una vez más, Atsushi encontró un poema, seguía siendo malo pero eso le alegro.
"Un valle se quedaría seco con el resplandor de tu sonrisa, las aves libres andarían y un arcoíris quitaría lo gris en mi vida"
Atsushi sonrió, Arthur le miro - ¿de qué ríes?
― Nada... nada, repasaba unos apuntes
― ¿apuntes graciosos?
― Poemas viejos – menciono
― ¿eran tan malos?
― Completamente – miro la nota – pero son hermosos...
Arthur creyó en la pequeña mentira de Atsushi, habían ido a clases.
Toda la semana de exámenes Atsushi recibió poemas, de hecho, el día de su examen de matemáticas, recibió un pudin de chocolate junto al poema, aunque el albino dudo del ¿Cómo sabía que odiaba matemáticas? Comió feliz el pudin.
Era domingo por la tarde. Gin, Arthur, Lucy y Atsushi estaban tirados en la alfombra de la casa de Atsushi. Por fin tenían un buen descanso, Gogol y Fyodor los vieron y sonrieron – niños ¿les gustaría ir a las aguas termales? – preguntaron ambos adultos
― ¡¿Qué es eso?! – grito Arthur – lo que sea quiero ir
Atsushi y Lucy comenzaron a reír – son unas aguas calientitas y relajante
― Quiero ir – volvió a decir Arthur
― Yo no, mi hermano y yo iremos al centro comercial a comprarlos regalos de nuestros padres
― Cierto es su aniversario ¿verdad?
― Si, lo es – dijo sonriente Gin – parece que mi hermano planea algo lindo para ellos ya que cumplen 25 años de casados
― Es un largo trayecto – menciono Fyodor
― Bueno, mi mamá era bastante joven
― Espero que disfruten su aniversario
― Gracias
Más tarde habían llevado a Gin de regreso a su casa, Lucy, Arthur y Atsushi esperaban en el auto para salir – Gracias por traerla Gogol-san – decía Akutagawa
― Ryu, iremos a las aguas termales, deberías darles unos cupones a tus padres de regalo
― Aun pensamos que hacer – menciono el azabache mayor
― Espero que disfruten en grande
El clacson sonó. Gogol miro a Fyodor - ¡Apresúrate cariño! – grito feliz, y Gogol sonrió
― Salúdame a tus padres ¿de acuerdo?
― Si, de acuerdo
Gogol subió al auto, beso a Fyodor. Pero el azabache simplemente miro a Atsushi, este sonreía de verlos, y volvía a jugar con sus amigos, se marcharon y el azabache cerró la puerta - ¿Qué tal tus exámenes?
― Geniales hermano – menciono alegre – todo por tu ayuda
― ¿Cuándo es el de la universidad?
― El jueves, no tendremos clases así que podremos relajarnos un tiempo
― Dos días antes de navidad, que cosas eh
― Si – le sonrió – pero hagamos algo bueno para mama y papá
― Toma tu bolso, iremos a hacer unas compras locas
― ¡siii!
Gin subió alegre para cambiarse, el azabache sonrió también – aniversario, amor, - suspiro – quisiera hacerlo pero... debo mantenerme quieto, no quiero volver a frustrarlo...
Estaban en el centro comercial ambos hermanos Akutagawa. Disfrutaban de mirar las tiendas en casi fecha navideña. Cuando Gin miro un paquete de pinceles – mira hermano
― ¿para Atsushi?
― Bueno... En realidad, hay algo que no te he contado
― Cuéntame
― ¿vamos a sentarnos?
― Claro
Gin y Ryunosuke habían ido a las mesas a sentarse, allí Gin se comenzó a poner nerviosa – veras... ¿Recuerdas a Q?
― ¿el chico de cabello negro y blanco?
― Si, bueno, regreso hace unas semanas
― ¿y eso?
― Se había ido a la india por intercambio
― ¿duro más que Atsushi?
― Bueno es que se había ido primero a Brasil
― Oh ya veo, ¿entonces?
― Quería darle a él el set...
― ¿por... que? – pregunto curioso
― Me gusta
― ¿en serio? – pregunto molesto
― Sí, me gusta mucho, y creo que le gusto. Pelea mucho con Lucy pero creo que él y yo tenemos algo especial
― ¿Por qué lo crees? – pregunto el mayor curioso
― Veras... Hace un tiempo cuando regreso de india pasábamos mucho tiempo juntos, me enseño a pintar con mucha dedicación, aunque obviamente no hago cosas como lo que hace Atsushi o él pero estuvo dedicado a ayudarme, enseñarme y entre ello... Fueron pues abrazos
― Eso no me agrada
― Es un chico amable, me dedico su tiempo solo para enseñarme a mejorar
― ¿y por qué te gusta?
― Me hace feliz
― ¿solo por eso?
― Bueno ¿a ti porque te gusta Atsushi?
El mayor se sonrojo – oye
― Es lo mismo
― El me inspira
― ¿a qué? No eres artista, eres un estudiante de abogado
― Bueno si pero
― ¿Por qué te gusta?
― Simplemente... Me encanta
― Pues a mí me encanta Yumeno
― De acuerdo, ganaste está, pero no lo perdonaré si te hace daño
Gin sonrió, ambos hermanos siguieron buscando.
Por la noche, Ougai y Elise celebraron de un lindo aniversario mientras los hermanos les servían como si fuesen meseros.
Por la noche, encendieron fuegos artificiales en casa, solo luces y un poco de música para divertirse, Ryunosuke y Gin miraron a sus padres felices, - ¿Qué les pasa? – pregunto Elise
― Papá, mamá. Quiero... Decirles algo – dijo el mayor – Espero un día pueda disfrutar de una noche como ustedes la disfrutaron hoy
Ambos sonrieron – primero consigue una buena novia que te soporte – los cuatro rieron.
Aquella noche sus padres salieron, Gin se había dormido temprano.
Akutagawa se sentó en su escritorio, abrió aquella libreta que surgió de un pequeño robo, quizá deberíamos pepenar pues lo había sacado de la basura. Miro los poemas una y otra vez, suspiro y miro por la ventana – si no hubiera hecho lo que hice... ¿se acercaría nuestro aniversario? – cuestiono a sí mismo. Cerró sus ojos, decidió imaginar.
En cuanto abrió los ojos, lo miro. Atsushi sobre su cama con la cara colgando y de cabeza mientras le sonreía – Ryu, amor ¿Por qué esa cara tan larga? – decía el albino mirándole. El azabache sonrió
― Imaginaba... que canción disfrutarías escuchar para nuestro aniversario
Atsushi se giró en la cama y miro hacia el techo pensante – para nuestro aniversario... mmm... - Atsushi lo miro sonriente – Dream lover
― ¿de Boddy Darin?
― ¡Si!
Akutagawa saco su celular, puso la canción, Atsushi comenzó a reír y corrió a abrazarlo con fuerza, su baile fue simple, movimientos de cadera mientras Atsushi reía y jugaba con uno que otro paso divertido.
Akutagawa cerró sus ojos, y al volver a abrirlos, se encontró solo en su habitación, aun sentado en su escritorio ¿la diferencia? Dream lover sonaba en su celular. – No puedo seguir así... - expreso el azabache con decadencia.
...
Los días fueron avanzando, Gin se asomaba a la habitación de su hermano de vez en cuanto, llevaba desde el aniversario metido en su habitación lo cual le comenzaba a preocupar.
Por la mañana muy temprano, Elise se levantó para darle un desayuno nutritivo a Gin, Ougai la llevo a la escuela.
Era el examen de entrada a la universidad, todos los alumnos de tercer año lo tomaban, las calles estaban vacías, los chicos estaban en el examen. Era largo y tedioso pero era solo un día y después vacaciones, nada mejor que un merecido descanso.
Después de toda la mañana y parte de la tarde en exámenes, los chicos pudieron salir, estaban agotados, claro. Lucy, Yumeno, Gin y Atsushi esperaban a sus familias que fueran por ellos. Cuando Akutagawa llego con Arthur, claro él no tomaba el examen por ser de intercambio. – chicos ¿Qué tas les fue?
― Hermano, no quiero ver de nuevo un papel
― ¿Por qué solo vinieron ustedes?
― Sus padres nos mandaron por ustedes
― ¡iremos a comer carne! – sonrió Arthur
Los cuatro chicos se levantaron emocionados, era día de carne. Los chicos subieron a la parte de atrás del auto, Akutagawa conducía y tenía a Arthur de copiloto. La verdad, los cuatro chicos se durmieron todo el camino, era perfecto puesto que los padres estarían listos con la sorpresa que les tenían.
Akutagawa condujo hasta la casa del albino, allí Arthur despertó a todos para que bajaran, entraron por el jardín llevándose la sorpresa de un jardín decorado con un gran cartel de "Felicidades" comida, y algo de música. Los niños gritaron alegres
Después de un rato de fiesta y alegría. Gin se acercó a Atsushi - ¿Cómo estás?
― Bastante relajado
― Tu galería será el viernes y navidad el sábado ¿Qué vas a hacer?
― Bueno, Arthur celebra diferente la navidad y mis padres también, así que quizá solo la pasemos juntos los 4
― Mi hermano no ha dicho nada sobre que haremos, mis padres pensaban ir de viaje en crucero y yo bueno... Yumeno me invito a una cena
― Suena excelente – menciono Atsushi - ¿debería decirle a tu hermano si no quiere pasarla aquí?
― No sé, ha estado raro
― ¿raro cómo?
― Mmm... - le susurró al oído – últimamente se la pasa en su cuarto escuchando música de los 80's
― ¿en serio?
― Sí, es muy extraño
― ¿Por qué?
― La otra vez lo vi bailando solo
― ¿le pico algo?
― No sé
― Gin – escucho la voz del nombrado y ambos se les erizo la piel – mamá quiere que le ayudes
― Oh s-si vo-voy – menciono Gin yéndose
― Akutagawa
― ¿mmm? ¿Qué ocurre?
― Yo bueno, holis
― Hola
― No te he visto desde que fuiste a buscarme
― He estado ocupado
― Oh si, obvio... Eres un universitario
― ¿Cómo te fue en la prueba?
― ¿eh? Bien, si, si bien, creo, si, bien, quizá.... Definitivamente bien
― ¿estás bien?
― Ah... - el albino se puso completamente rojo – A-Arthur me llama
― No lo escuche
― Sí, es que... mm... ha-hace un sonido de aves y eso, ah... Adiós
Atsushi huyó del lugar completamente nervioso, fue a buscar a Arthur y lo abrazo – hey pequeñín ¿Qué pasa?
― Me estoy volviendo loco
― ¿Por qué?
― Te cuento más tarde en nuestra habitación
― De acuerdo, yo también, quiero decirte algo, es muy importante
― De acuerdo.
Una vez que terminaron de celebrar, Atsushi se había quedado dormido en la sala, Lucy y Yumeno se habían ido hace rato, sus padres se los habían llevado. Ougai cargaba a Gin mientras el azabache había ayudado a Fyodor y Nikolai con la limpieza – Ryu-kun, que buena idea tuviste de celebrar a los niños
― Un poco de pizza les basto para recuperar el animo
― No fue nada, solo pensé que necesitaban animo
― Sobre todo Atsushi, pasado mañana será su galería ¿vendrás?
― Sí, no me lo perdería.
― Padres – les llamo Arthur y ambos le miraron – necesito... hablar con ustedes
― Yo seguiré limpiando, vayan – dijo Akutagawa
Los dos rusos fueron con el europeo. Parecía algo serio por hablar. Akutagawa acomodaba los platos cuando escucho los pasos en las escaleras, Atsushi estaba bajando aun somnoliento. Se recargo en la espala del azabache sorprendiéndolo – papi, ¿me das algo de leche?
El azabache intento no reír - ¿fría o tibia?
― Tibiecita
― ¿seguro que quieres eso? – pregunto aguantándose la risa
― Si papi
Akutagawa comenzó a reír, Atsushi abrió mejor los ojos y se puso completamente rojo - ¡¿Akutagawa?! ¿Qué haces aquí?
― Ayudo a tus padres a limpiar
― ¿po-por qué?
― Fue mi idea lo de la fiesta
― Oh... - le sonrió – gracias
― No hay de que – añadió - ¿entonces tu lechita?
― Por favor, no lo digas. Yo me serviré
El azabache siguió acomodando mientras Atsushi se servía leche - ¿te sientes mejor? – pregunto y el albino le miro
― Si... Es relajante, en verdad gracias por la fiesta
― He estado relajándome con música
― ¿sigues bailando? – pregunto y el azabache lo miro confundido. Atsushi se avergonzó de ello – ah... eh na-nada, o sea cuando bailamos en ya sabes
― ¿Qué te ocurre hoy? Estas muy nervioso
― No sé quizá porque el viernes es mi galería...
― ¿Qué harás después?
― ¿de la galería? Pues en Francia solían hacer un pequeño banquete con una pequeña fiesta – menciono – pero creo que aquí no se prepara nada
― ¿te gustaría que tú y yo nos veamos?
― ¿después de la galería? – se sonrojo – me gustaría...
― Atsushi despertaste – dijo Arthur para abrazarlo, no pudo evitar olerle – hueles a pizza todavía – aquello hizo que el azabache hiciera un mal gesto y que Gogol sonriera
― Es por que no me he bañado – menciono divertido
― Ustedes niños, mejor tomen un baño. Tenemos mucho que hacer mañana y pasado
― Si – respondieron ambos
― Akutagawa, te veo pasado mañana
― Claro, que descansen
― Akutagawa, gracias por tu ayuda – le siguió Fyodor para subir con el par de adolescentes.
Gogol se sentó en la barra mirando al menor – Ryu-kun
― ¿si?
― ¿estas celoso de Arthur? – aquello llamo la atención de Akutagawa
― N-no es que
― Sigue ayudando a lo lejos
― Eso significa que él y Arthur...
― No faltes por nada del mundo a la galería – menciono sonriente. Akutagawa bajo la cabeza
― No pensaba faltar...
La noche termino con el azabache regresando a su casa, faltaba poco para confesarse.
Gogol subió a su habitación donde Fyodor le miro y sonrió - ¿le dijiste?
― No, que lo sorprenda el viernes, Atsushi y Arthur estarán muy felices ese día así que... No quiero arruinar su noche
― Tienes razón. Será una gran noche para todos
― Excepto... para uno.
― ¿Qué?
― Nada – le sonrió – vamos a dormir, tendremos días agitados
― De acuerdo...
Atsushi y Arthur estaban en la habitación acostados, miraban al techo mientras sonreían, la emoción no les dejaría dormir y mucho menos todo lo que tenían que decirse, solo era el comienzo...
...
El próximo es el final, la confesión llegará, una ultima canción se dedicará, los oídos sordos quedarán y el llanto a más de uno cegará. Los misterios se revelaran y está historia terminará
Como siempre agradezco su paciencia y ganas de leer, esperen el capítulo final de está historia llenada con mis sentimientos más puros.
¡Gracias por leer!
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