Conoce su alrededor
Para el día siguiente, Atsushi llego como siempre temprano, solía llegar más temprano por varias razones pero una de ellas era que antes de clases le gustaba ir al aula de artes, para su mala suerte quien lo esperaba era uno de los miembros del consejo estudiantil. Akutagawa parado frente a su casillero con los brazos cruzados, el menor estaba nervioso solo con verlo, no necesitaba volverse a acercar a él. – Niño – le llamo con su voz fría haciéndole sentir una punzada en su nuca, él lo miro - ¿Por qué eres el genio que salvará a Dazai-sempai? ¿Tienes la menor idea de lo que eso significa? Si él falla, en verdad te haré tu vida imposible
― Lamento lo que pase con Dazai-san
― Es Dazai-sempai para ti
― Pero no tengo nada que ver con eso o contigo ¿me dejas abrir mi casillero? Quiero mis zapatos
El azabache primero le miro molesto y después se movió, Atsushi cambio sus zapatos mientras el mayor le miraba - ¿Por qué siempre llegas temprano? Ya no me dejas cartas – aunque aquello sonrojo al albino esté prefirió seguir en su mismo estado
― Tú mismo dijiste que no las querías
― No estoy pidiendo, te estoy preguntando por que vienes temprano
― Voy al salón de artes antes de clases
― Bien, voy contigo
― ¿Qué? – le miro sorprendido - ¿po-por qué?
― ¿Cómo que por qué? ¿lo olvidaste maldito sordo inútil? Dazai-sempai me pidió ser tu mayor apoyo, y estoy dispuesto a todo por Dazai-sempai, así que solo lo haré por él.
― Ya veo – Atsushi cerro molesto su casillero – entonces solo sígueme
― No me ordenes
El albino suspiro, ¿en qué demonios se había metido? Solo podría resolverlo huyendo de todo eso pero ya estaba más metido pez en el agua. Subieron las escaleras y anduvieron por los pasillos, el silencio entre ambos era extremo, ni siquiera sus zapatos se escuchaban en el piso, al llegar al aula, Atsushi saco una llave para abrirla - ¿te llevas la llave? ¿Sabes lo ilegalisimo que es eso?
― Tengo permiso del profesor – se excusó - ¿vienes a patrullar como perro policía o a ayudar?
― A mamoncito
― Como sea
Atsushi encendió las luces, el azabache a decir verdad se sorprendió, la mañana era clara y los cuadros podían apreciarse mejor, jamás lo iba a admitir o al menos no en ese momento pero el arte que había en aquel lugar era único. – Bienvenido a mi mundo – menciono el albino al verlo
― Como sea.
Akutagawa comenzó a ir a ayudar al albino cada mañana y después de clases, aquel primer día que estuvo junto al albino conoció a Lucy, una pelirroja ciertamente muy escandalosa, lo regaño de arriba a abajo y no hablemos de como miraba a Akutagawa, aunque el azabache creía saber quién era, ciertamente no la recordaba. Esa misma tarde el consejo estudiantil también llego a la clase de arte, todos ayudaban a las figuras de los animales, Atsushi hizo boceto para todos los animales, todos estuvieron de acuerdo, entonces Q comenzó a enseñarles a todos como hacerlo. Por un lado Akutagawa no tuvo que convivir mucho con el albino, aun así había tomado la costumbre de ir con el albino en las mañanas, eran los únicos en el aula de clase, era relajante y eso le gustaba.
El trabajo fue esplendido y con Q ayudando estaban terminando más rápido de lo que pensaron, ese día Atsushi había ido al auditorio con el pretexto de no tener inspiración, así que Dazai de inmediato lo tomo entre sus brazos para que lo ayudará con los últimos detalles de los animales que estaban colgados del techo, así que con una escalera, pintura y Akutagawa de ayudante, Atsushi les ayudo.
El azabache evito mirarlo pero estaba aburriéndose, miro hacia arriba viendo al albino, estaba serio con la madera de un pincel en su boca y el otro en un tono más bajo que usaba para pintar. El azabache quedo ligeramente embobado al verlo tan serio, parecía que sus ojos tan extraños se llenaban de colores al pintar. Se descuidó un momento moviendo la escalera, Atsushi se agarró pero la pintura... - ¡AKUTAGAWA! – grito pero el azabache fue embarrado en pintura, a pesar de ser poco el color basto para pintar su cabello y un poco de su uniforme
― Maldición – expreso molesto
Lucy a lo lejos sonrió, aunque sabía que su amigo jamás sería capaz de eso, el karma era lo que la hacía sonreír, sin dudar fue a su ayuda, le preocupaba que el azabache tomará represarías al no estar los tres mayores - ¿están bien pregunto?
― Solo con pintura encima – dijo molesto, Atsushi había bajado de la escalera
― Sé cómo limpiarlo a-aam si me dejas...
― Más te vale quitar cada marca que pintura
― S-si
Atsushi le dio el paso y siguió al azabache hasta la sala de arte, ambos chicos a solas, Atsushi sentía que su corazón le saldría pero no, debía ser un chico normal, pensar en lo malo que fue el azabache con él y olvidarlo, sacarlo de su corazón y bueno también... limpiar la pintura.
El azabache miraba al albino juntar varias sillas, una vez que logro juntarlas se trepo a un gabinete donde busco en otro gabinete, estaba bastante alto. Miro a su alrededor, y unos cuadros agrupados llamaron su atención, no había ido por la mañana en esa semana, porque el festival estaba cerca, movió algunos encontrando hermosos paisajes, y al final uno oscuro, la curiosidad le lleno más, era él de perfil, un cuadro de él, tan perfectamente creado lleno de colores grises y oscuros. Trago saliva y volteo a ver al albino, esté seguía buscando en el gabinete, siguió viendo por una vitrina donde encontrar una libreta, la abrió curioso y era lo mismo, bocetos y arte de paisajes, momentos y... él.
Atsushi tomo las cosas que necesitaba y bajo del gabinete, grito al ver al azabache ver su libreta haciendo al azabache mirarle molesto por asustarlo – n-no deberías ver eso
― ¿Por qué haces esto? – pregunto el azabache sincero
― Po-por qué me gustabas, además un artista no tira sus bocetos – exclamo firme y aunque nervioso también molesto – déjalo ya, eso está en el pasado – afirmo nervioso
― ¿hablaste en pasado? ¿ya no te gusto?
― Solo tu rostro, es fino y da buen material para ilustraciones pero ya no te he usado desde el día en la cafetería, así que puedes estar feliz de ello
― ¿Eres buen artista por que eres gay?
― Eso es ofensivo, solo por que sea buen artista no significa que por eso sea gay, y soy pansexual
― ¿que? ¿te gusta el pan?
― Eso es grosero también
― ¿por que? No entiendo
― Hay más que solo ser lesbiana o gay
― lo sé, existen los bisexuales ¿verdad?
Atsushi suspiro ignorandolo para hacer una mezcla con lo que había bajado, Akutagawa hizo lo mismo, volvio a revisar algunos de los bocetos del albino aunque claro también había notado que los bocetos llevaban fecha y digamos que Akutagawa supo que el albino mentia – siéntate, quitaré la pintura – aunque molesto por la orden, el azabache tomo asiento en una de las sillas. Atsushi usaba botellas con agua aunque no olían a agua, mantuvo siempre todo lejos del mayor y paso delicadamente por su cabeza, el albino agradecía que no podía ser visto por qué estaba tan sonrojado que iba a explotar, limpio la cabeza del mayor, relajándose poco a poco y luego bajo al uniforme borrando la mancha de pintura y dejándole un poco mojado, podía sentir la delicadeza con la que el albino lo limpiaba, podía sentir como su mano temblaba por el esmero que el joven estaba teniendo con él, se comenzaba a sonrojar, pudo sentir su pecho latir con gran fuerza, quería dejarse llevar hasta que... – listo Akutagawa-sempai – menciono alejándose de nuevo – cuando llegue a casa lave su saco – menciono volviendo se a subir al gabinete para guardar todo
― Sabes bien como hacer estas cosas ¿no?
― Adquirí practica después de haberme manchado varias veces, es bueno tener consejos de los demás
― Si pintar es lo que te gusta ¿Por qué escribiste poesía?
― Lucy me lo aconsejo
― ¿ya puedo irme? - cuestiono molesto
― Si – respondió el albino sonriente
El azabache tosió y se alejó del salón, ¿Qué era ese tipo de sonrisa? Era cierto que había conocido nuevas fases del albino completamente... Extrañas.
Con pocos días, llego el festival escolar de invierno, todo era perfecto, lo que hacía que fuera perfecto para Dazai y sus planes. Muchos lo dudaban, en serio dudaban de su inteligencia pero por algo era el número dos de la escuela.
Akutagawa fue por algo de beber, su hermana se lo había pedido, fue cuando lo vio llegar que al verlo quedo impactado. Dazai no se hizo esperar para ir a buscar a Atsushi. El albino llevaba un pantalon a cuadros en color verde oscuro, una camisa negra a juego.
El azabache los miro desde lejos, parecían sonreír entre ellos y al final el castaño extendió su mano, aunque el albino se vio sonrojado el castaño insistió una segunda vez volviendo a extender su mano fue así como el albino le tomo la mano.
Sorprendiéndose en grande por parte del azabache cuando el castaño y el albino comenzaron a bailar.
Atsushi seguía riendo en todo el tiempo, no paraba de reír mientras Dazai le seguía. Akutagawa no supo que lo motivo ni que lo movió a llegar entre ellos, tomo al albino de su muñeca y lo saco de allí. Dazai sonrió al ver al azabache partir con el albino – ahora tengo que ver cuál de mis dos novios se enojó más
Akutagawa llevaba tirando a Atsushi por el pasillo - ¡Akutagawa-sempai! ¡Akutagawa-sempai! Es-está lastimándome ¡de-deje de jalarme por el pasillo!
El azabache se detuvo haciendo a Atsushi chocar con su espalda. Apretó sus puños y giro mirando molesto al albino - ¿Por qué eres tan especial? ¿Por qué?
― ¿e-eh?
― ¿Por qué le gustas a Dazai-san? Eso es raro ¡DEBE SER RARO!
― ¡Y-Yo no hago nada raro! T-tú crees que es raro, y-yo solo lo veo co-como...
― ¿amor? ¡JA! Solo estas seduciendo a Dazai-san ¿no?
― ¡N-NO HAGO ESO! ¡YO SOLO HE DESEADO SER VISTO POR TI!
Atsushi se sonrojo, tapo su boca y el azabache le miro, se sonrojo ligeramente su corazón iba al mil por hora. Se recuperó rápidamente siendo burlón una vez más - ¿de dónde sacaste esas garras de tigre? ¿Qué no eras un chico indefenso?
― N-no pienso ser humillado por ti nuevamente solo por estar enamorado. Es cierto, lo admito ¡no puedo olvidarte! Aun no entiendo por qué. Eres una persona cruel, frio, no mereces mi amor, mucho menos mi arte. Ni siquiera iba a ayudar al consejo y aun así termine cooperando más de lo que planeaba, era lindo verte día a día – el albino comenzó a quebrarte – solo quiero dejar... de verte, ya sé que no gustarás de mi... entonces ¿Por qué no puedo sentir cosas por alguien más?
― ¿Qué no dijiste que ya no sentías nada por mí?
― Exacto, siento cosas por alguien más
― ¿alguien más? ¿esa pelirroja?
― ¿Qué? ¿Lucy? ¿Por qué pensaría en ella? ¡Es como mi hermana!
― Entonces es Dazai-sempai
Atsushi trago saliva, se vio nervioso, apretó las mangas largas de su camisa - ¡s-si! – Grito sonrojado – e-es el que – el albino fue interrumpido por un tirón en su ante brazo, el giro lo hizo perder el equilibro, el azabache sabía lo que hacía pues con ello lo había acorralado contra la pared y sin pensarlo dos veces, lo beso. Ambos se miraron a los ojos, los de Atsushi se humedecieron mientras los de Ryunosuke se llenaban de rabia.
Se apartó limpiando sus labios con su dedo índice mientras Atsushi caía al suelo con su espalda pegada a la pared – no te vuelvas a acercar a Dazai-sempai – ordeno mientras la suela de su zapato hizo un estruendo ruido al retirarse. Atsushi pudo sentir como sus lágrimas comenzaban a caer una vez más, su corazón latia rapido y no podía dejar de tocar suavemente sus labios
...
Era lunes en la mañana, un fin de semana tranquilo atravesó el bien merecido descanso del azabache. La mañana fue normal, Akutagawa pasó su día tranquilo, llego el día del almuerzo cuando comenzó a notarlo, Atsushi no estaba. No estaba en ninguna parte, espero por varios días, no pregunto por él, jamás lo haría.
Era jueves cuando Dazai llego con Chuuya hasta la el salón de Akutagawa – Dazai-sempai, ¿Qué hace por aquí?
― Tenía que dejar algunos expedientes que entregar a los de primero y segundo – le extendió unas hojas – ayúdame a acomodarlos
― Si Dazai-sempai – exclamo mientras acomodaba por nombres, miro de reojo al castaño - ¿fue a primer año?
― Fue Rampo con los de primer año, debe hacer papeleos por el caso de Atsushi-kun
― Oh ya veo
Dazai le sonrió, Chuuya llego a su lado – Dazai, Rampo dijo que Atsushi regresará hoy en la tarde
― ¿iras por él?
― Si, junto al profesor Oda
― ¿puedo ir? - pregunto Dazai emocionado haciendo a Akutagawa chasquear su lengua
― Ni lo creas, te quedaras aquí, no dejaré que le andes coqueteando
― Vamos Chuuya, no tiene nada de malo amar a otro hombre
― Cretino
Dazai sonrió – bueno, nos vemos Akutagawa – Chuuya tomo al castaño, se habían retirado. Akutagawa miro los papeles y suspiro. Ese día fue a la biblioteca, no quería que nadie lo descubriera, mucho menos sobre la sección que buscaba. Comenzó a leer desde libros hasta periódicos, era algo muy común en el día a día pero él no podía creerlo del todo.
Salió de la biblioteca casi al anochecer, se encontró con el profesor Oda quien estaba con Chuuya y Atsushi. El albino llevaba el uniforme escolar y algunos papeles, además de un reconocimiento, el profesor fue quien lo vio – Akutagawa-san, ¿Qué te tiene a estas horas? – cuestiono, Akutagawa se acercó, pudo ver como Atsushi lo miro con ojos brillantes, de un momento a otro trago saliva y miro a otro lado avergonzado, Chuuya abrazo al albino de sus hombros
― Estaba leyendo en la biblioteca
― Por eso eres un cerebrito Akutagawa
― Bueno, los genios son diferentes – expreso Oda
― ¿genios? – pregunto Akutagawa
― Atsushi acaba de ganar un concurso de arte ¿no es así Atsushi? – expuso Chuuya alegre
― Aun debes terminar esa pintura Atsushi – menciono Oda – los llevare a sus casa – miro al azabache – vamos
― ¿ta-también yo?
― Si. No dejaré a un alumno en la escuela por la noche, vamos al auto
― ¡pido enfrente! – grito Chuuya llevándose a Atsushi
Entonces así inicio el incómodo viaje, Oda y Chuuya platicaban normalmente, parecían bastante cercanos, Atsushi solamente iba con un ligero rubor pero mirado de frente, Akutagawa iba serio, miraba de reojo al albino. No había duda que era incómodo. Agradecía que su casa era cercana, en cuanto Oda se estación, Chuuya miro a Atsushi.
― ¿vas a querer que lleve tus papeles? – pregunto el mayor
― No Chuuya-sempai, le agradezco todo hasta ahora
― Atsushi, procura descansar, no llegues a casa a pintar
― Lo sé Sakunosuke-sensei
― ¿bajas? – pregunto el azabache
― Oh cierto, Akutagawa también vive por aquí – dijo sonriente Chuuya
― Vayan con cuidado ¿sí? – pidió Oda
Ambos chicos bajaron, Akutagawa suspiro, dio media vuelta y comenzó su camino, iba molesto claro, el albino iba detrás de él, decidio esperarlo, era cierto podrían vivir en el mismo vecindario, el albino llego a acercarse pero jamás caminaron lado a lado, el azabache iba un par de pasos adelante - Sabes... Hoy busque por que te gusta el pan
― ¿vas a comenzar a insultarme? No es gracioso.
― No, yo... Lo lamento, no conocía de toda la diversidad, aunque aun no entiendo a los Queer
― Son increíbles
― Hay mucha contro versia contra la comunidad y tambien entre la comunidad ¿no es así?
― ¿Como sabes eso?
― Como leí de los pansexuales, vi que los confunden con bisexuales, y que muchos incluso se burlan de ellos. Otros son los generos fluidos y los asexuales. ¿no deberían ser un mismo grupo por una causa?
― No estoy tan apegado a las etiquetas, simplemente me gusta mencionarlo, estoy orgulloso de pensar que el amor, es amor, así como puedo enamorarme de un grosero y patan aunque muy inteligente chico, podría enamorarme de un transexual o un genero fluido, no importa lo que uno sea, ni gustos o sexo, creo que lo importante es su espiritu y lo que esté dice de él
― Eso es mentira - expreso volteandolo a ver - ¿Yo que tendría de espiritual?
― ¿Que tonterías dices? ¿Acaso no te vez jamás?
― ¿verme?
― Akutagawa, tu alma es negra, ¿pero sabes que es el negro?
― un color oscuro
― el negro es el conjunto de todos los colores, y como dice la canción de mi banda favorita: "Somos los colores en la oscuridad" - le sonrio - Creo que eres un chico serio pero te he visto esmerarte y trabajar dudo, tienes un sueño y tu deboción a él es infinita, creo que es admirable que no permitas que te arranquen tu sueño. Lo que eres es una persona dedicada y apasionada, tus caracteristicas son ser grosero.
― ¿Que sabes tú de mi? Jamás me has visto
Atsushi se puso a su par ― Te he visto por todo el año escolar Akutagawa, estoy e-estuve enamorado de ti por todo el año, te seguía en los descansos, te veía de la ventana de mi aula cuando tenías educación fisica, en mi hora libre, corría a perseguirte a la biblioteca - sonrio tiernamente - incluso cuando andabas caminando por los pasillos como parte del consejo estudiantil, siempre vi tus esfuerzos y tu gran valentia para resolver cualquier cosa. - miro fijo al azabache - en verdad eres admirable.
Ambos se sonrojaron, el azabache bsucaba alguna excusa, algo para cambiar de tema o algo su preocupación aumento cuando estaba frente a su casa y el albino seguía - ¿me estuviste siguiendo?
― ¿eh? N-no
― Entonces... V-ve a tu casa
― Atsushi – escucharon ambos la voz de un hombre mayor – llegas tarde
― Lo siento – menciono el albino sonriente – me trajo mi profesor
― Qué bueno – el mayor abrazo al menor, Akutagawa los vio - ¿eres de la misma escuela no? – menciono mirando al azabache – gracias por acompañarlo
― Ah...
― Soy su padre, Fyodor Dostoevsky
― Papá, podemos irnos ¿ya?
― Estaba buscándote, Gogol fue a la estación de trenes
― Pe-pero estoy bien, les dije que me traerían del concurso
― Ya sabes cómo es tu padre, además tu concurso termino hace dos horas y apareces a unas casa con un cocmpañero de escuela, dime ¿que estabas haciendo tan tarde con él? Cuando tu papá se enteré se volverá loco
― Ustedes... - menciono el azabache - son una pareja homosexual - murmuro el azabache
― Disculpa – dijo Dostoevsky sonriente – ya sabes - abrazo al albino - amor de padres
― Padre, solo ve a buscar a papá, los espero
― Si, cierto. No quiero interrumpir - soltó al albino - No tardo – miro al azabache – te lo encargo unos minutos ¿sí?
Dostoevsky tomo su celular mientras iba hacia la salida del vecindario, Akutagawa seguía viéndolo – vives... por aquí
― S-si... - tallo sus brazos – por favor... No digas nada sobre mis padres... Puedes decir lo que quieras de mi pero mis padres son todo para mí y
― ¿Por qué tienes otro apellido?
― ¿eh? Ah... fu-fui adoptado, conservo el apellido de mi padre biológico po-porque era un gran amigo de mi padre Fyodor así que...
― Ya veo – le miro una vez más – jamás creí que vivías por aquí...
― Vivo a la otra calle, iba a un jardín de niños cercano
― ¿en verdad? ¿Cómo... Es que jamás te vi?
― Mi padre tuvo una transferencia por su trabajo y estuvimos lejos unos años...
― Eso explica
― ¡Atsushi!
Escucharon ambos chicos, el azabache pudo verlo claro, un segundo hombre llego abrazando al albino, esté tenía cabello largo de color blanco y tocaba todo el rostro del albino – estaba preocupado, dijiste que llegabas a las 4, y nosotros sin saber de ti
― E-es que imagine que estaban trabajando, y mi profesor me invito a comer junto a un compañero
― Atsushi debes avisar – se quejó el hombre
― Lo siento papá
Volvió a abrazarlo con fuerza cuando Fyodor palmeo su espalda – Gogol, estas avergonzándolo frente a su compañero de clases
― ¿Qué? – cuestiono Gogol mirando al azabache, después miro al menor – lo siento, no te vi – sonrió mirando al menor – oye... ¿te conozco?
― No creo señor, y me retiraré si no es molestia – menciono tomando la cerca de su casa
― Oye, ¿vives aquí? Es la casa de los Akutagawa – decía Gogol
― Papá ¿los conoces?
― ¿conocerlos? – sonrió Gogol – Atsushi, es tu amiguito Ryu, ¿no lo recuerdas? En el jardín de niños eran inseparables
― Oh, ahora lo recuerdo – expreso Fyodor
― ¿Qué? – pregunto Akutagawa confundido.
― Tu madre Elise ¿Cómo ha estado? – pregunto, Akutagawa estaba sorprendido
― E-está bien
― ¿está bien que llegues tan tarde? ¿no está preocupada? ¿debería entrar a hablar con ella? puedo explicarle que cuidabas de Atsushi
― Es-está trabajando con mi padre...
― ¿sigue trabajando con tu padre Rintarou? – volvió a preguntar
― Cariño, deberías dejar al chico ¿Qué no vez que vienen de un concurso? – le recordó Fyodor – mañana vengamos a saludar
― Atsushi y Ryu están de nuevo juntos, tan lindos, aún tengo fotografías – decía Gogol – Ryu, no dudes en venir a casa cuando desees - miro a Fyodor - ¿recuerdas el apodo que le puso a Atsushi? Oh eran tan tiernos
― Ah... de a-acuerdo
― Vamos Atsushi, cuentanos de tu exhibición
― Si, la proxima juro no faltar, no podía safarme de la empresa
― Ni que lo digas, mi exibición fue cancelada pero ni tomando un taxi llegaban
― tu padre llego hace un par de horas
― Padre, papá, todo está bien - dijo el albino alegre - vamos a casa, les contaré todo
La familia se marchó, Akutagawa miro al albino quien se iba, el mayor de cabello largo había dicho tanto de su familia, una vez que no los pudo ver entro a su casa a gran velocidad, debía buscarlo ¿él fue su amigo? Pero ni siquiera lo recordaba, tomo todos los álbumes familiares y paso horas revisándolos.
...
Tuve que re-organizar esto, tuve un pequeño accidente, lo bueno es que suelo tener respaldos. Espero lo disfruten mucho
¡Gracias por leer!
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