Cuando mi madre me dijo que vendrían cosas mejores, jamás pensé que en realidad pasaría. Me enfoqué tanto en mi carrera que todo paso tan rápido.

Baek y yo aun nos llevábamos muy bien. Aun nos reuníamos con nuestros padres y a veces hablábamos de cosas de nosotros. Sin embargo nunca hablamos de ti, asi como nunca habíamos hablado de Chanyeol antes. Baek siempre reservaba esas platicas con sus amigos.

De ti, bueno no volví a saber mucho. Te llegué a ver algunas veces pero siempre fue de lejos e intenté que no me doliera verte. Estaba yendo por buen camino, sin embargo era duro. Aun que quiera negarlo. En ese punto aun te quería. No podía creer que me siguieras gustando. Que a veces pensara en las noches que pasamos juntos. En tu manera de besarme cuando platicábamos. O como nos acurrucamos varias veces. Pero de nuevo, no tuvimos nada.

En realidad me gustaba mi vida en ese momento, lo único que me ataba a algo eran mis padres y Baekhyun. Por eso cuando se me presentó la oportunidad de hacer mi último semestre en una universidad de intercambio en China y que además era una beca. No dudé en aceptarlo. Por ti lo hubiera hecho. Pero no estabas.

Mis padres estuvieron felices, Baek parecía triste porque me iba y Minseok lo único que pudo hacer fue felicitarme y decirme lo feliz que estaba.

Fue lo mejor que pude hacer. Cuando tuve la oportunidad e hacer mis pasantías allá, no lo dudé. Y en el momento en que cumplí mis 24 años, supe que todo pasaba por algo. Aunque aun a veces me encerraba y veía tus fotos. Aunque a veces todavía te estalkeaba. Sabia que te graduaste como de los primeros de la clase aun y con tus defectos, aun asi eras admirable.

Pero ese dia 13 de enero, un año después de mi cena fallida. Justo cuando iniciaba mis pasantías. Me escribiste y me felicitaste por nuestro día. No contesté, porque esa noche lloré de nuevo reviviendo lo vivido. Porque despues de un año me hablasté.

Fuiste lo primero que me costó soltar.