Hialeah, Florida; 08 de junio de 2019

Querida Helena:

Sé que mis cartas te las envío cada tres días, y hoy no tocaría que la recibas pero debo hacerlo, es necesario después de lo que pasó ayer.

Lo siento Helena, te pido perdón por todo el daño que te hice. Sé que no esperabas que fuera yo la persona que te ama, la persona en quién confiabas a través de estas cartas. Lo siento por no haberte dicho antes que era yo, pero te prometo que no podía, sabía que si te decía por medio de las cartas quién era, te ibas a alejar de mí y nunca iba a recibir una respuesta de tu parte. Pensé que quizás después de todos estos meses me podrías perdonar por todo lo que te hice en el pasado, ya que yo te contaba lo que me ocurría y tú hacías lo mismo conmigo, nos teníamos confianza y era agradable nuestra comunicación.

Otra vez te pido perdón, Helena. Hace años yo era sólo un niño y no sabía lo que hacía, no me daba cuenta de todo el daño que te estaba haciendo. Después de que en este tiempo me cambiaron de escuela me di cuenta que el no estar cerca de ti me dolía, entonces por fin supe que me estaba enamorando de ti, y que no podía hacer nada para revertirlo, porque uno no manda al corazón.

Te amo, Helena, y nunca lo dejaré de hacer, si no lo hice en 6 años, menos lo haré ahora. Sólo espero que me puedas perdonar y podamos ser felices juntos. Sé que quizás te llevará tiempo hacerlo, pero te esperé tantos años que ahora te daré tu tiempo. Cuando tu estés lista, yo también lo estaré.

Te ama, David.