Hialeah, Florida; 04 de junio de 2019

Querida Helena:

Primero que todo, mil disculpas por no haberte escrito durante estas dos semanas. No quiero que pienses que me he olvidado de ti, porque eso no es verdad, nunca podría hacerlo, y nunca lo haré. Lo cierto es que he tenido algunos problemas con mi familia, es por esa razón que no había podido enviarte ninguna carta... en verdad lo siento, porque estas dos semanas me he sentido muy mal porque aparte de los problemas, eras tu quien al recibir tus respuestas a mis cartas, me dabas la alegría y fuerza para poder solucionar todo los problemas que se me podían venir encima. Sin embargo, los problemas fueron más grandes y no pude seguir enviándote cartas, tenía que preocuparme de mi familia.

Te cuento que junto a mi madre y mi hermana nos fuimos de la casa, dejando a mi padre borracho solo, logré convencer a mi mamá de que se alejara de mi padre, ya que nos estaba haciendo mal. Ahora estamos viviendo los tres, lejos de él, y espero que siga siendo así durante mucho tiempo. Cómo pude solucionar ese problema, ahora pude escribirte, y espero que aún quieras leerme.

Si todavía me quieres un poco como me habías dicho, te tengo una buena noticia. Cómo ya se han ido solucionando nuestros problemas, como recompensa por tu espera, creo que puede ser bueno que nos conozcamos, en persona, sólo si aún tienes esa curiosidad por saber quién es este hombre que te quiere tanto desde hace muchos años. Espero tu respuesta.

Te envío muchos abrazos.

Te quiere, M.