13. Reconciliación.
Hoy me levanto con un poco más de ánimo que ayer. Decido no pensar más en Daniel hasta que sea el momento de trabajar en su casa.
Me visto y bajo a tomar desayuno. Cojo cereales y los como con leche, luego recojo mis cosas y salgo de la casa. Conduzco hacia la oficina, llego y dejo mis cosas encima del escritorio. Comienzo a trabajar, llamando a los trabajadores que irán a pintar la habitación de Jasmine y Daniel, enviando correos electrónicos y revisando carpetas acerca de los demás clientes. En eso recibo una llamada, es mi padre.
(Llamada)
—¡Helena! —me saluda.
—Hola, ¿qué tal?
—Todo bien, ¿y tú?
—Bien, aquí en el trabajo.
—Te llamaba para cobrarte la palabra —escucho que ríe despacio— Pasaba cerca de las Oficinas Williams y no sé... ¿quieres que vayamos a beber ese café que me prometiste?
—Claro, deja cojo mis cosas y bajo.
—Está bien, aquí te espero —me dice y corta la llamada. Quizás hoy sea el día en que arregle los problemas con mi papá, y eso significa un paso menos para conocer a M.
Tomo mi bolso y bajo en dirección a juntarme con mi padre. Lo veo ahí a lo lejos, mientras me sonríe.
—¡Hola! —lo saludo.
—¿Te distraje de tu trabajo?
—No, tranquilo. Necesitaba un descanso después de todo —le sonrío— ¿Vamos? Aquí cerca hay una cafetería muy buena.
Caminamos hacia el lugar, entramos, pedimos nuestros café y nos sentamos en una mesa, uno enfrente del otro.
—¿Y qué tal el trabajo? —me sonríe mi padre.
—Bien, con mucho trabajo, pero todo bien —le devuelvo la sonrisa.
—Que bien. Estoy tan feliz por ti, Helena. Como papá me siento orgulloso de los logros que has tenido —me acaricia las manos.
—Gracias, papá.
—Y tu mamá desde allá arriba te debe estar mirando, y claramente está demasiado orgullosa por ti.
—Espero que sí. ¿Y tú cómo estás? Con todo esto, digo. Desde que ella falleció, que no te lo he preguntado, discúlpame —le doy una mirada algo triste. Él asiente.
—No te preocupes —me da una sonrisa cálida— Yo ahora estoy un poco mejor, he tenido días en los que extraño tanto a tu mamá que no me dan ganas de hacer nada. Pero últimamente ya va todo mucho mejor, espero que lo superemos pronto.
—Yo sé que sí. Si estamos juntos, va a ser así —digo mirándolo a los ojos. Así me doy cuenta que si tengo una buena relación con mi papá será mucho más fácil sobrellevar y vivir con la muerte de mi madre. Mientras conversamos sentimos unas voces que me llaman a lo lejos. Son Marco y Sophia.
—¡Marco! —lo saludo y lo abrazo. Hago lo mismo con su novia. Los dos miran detrás de mí, y ven a mi papá.
—¡Papá! —lo saluda Marco. La relación entre ellos dos sigue igual desde la muerte de mi mamá, no se han alejado, como yo con él. Además como mi papá lo crió desde pequeño, Marco lo trata de "papá". Siento que aunque seamos medio hermanos, realmente es como que seamos hermanos completamente— ¿Cómo estás?
—Yo bien, ¿y tú? —le sonríe mi papá. Mira a Sophia y la saluda— ¡Sophia, tanto tiempo! ¿Cómo has estado?
—Yo muy bien, gracias Sr. Parks —le responde ella.
—¿Quieren sentarse junto a nosotros? Estábamos conversando un rato —le sonrío a Marco y Sophia. Ellos asienten y aceptan la invitación.
Seguimos conversando acerca de cómo va la vida de Marco y Sophia viviendo juntos en su nueva casa, yo les cuento acerca de cómo me ha ido en la oficina y mi papá nos cuenta sobre un nuevo trabajo que está comenzando. Él es arquitecto, desde pequeña siempre lo he visto construir casas, edificios. Por una parte él construyó la casa en donde vivía con mi mamá, es por ese motivo igual que quise estudiar "diseño de interiores", relacionado de igual manera con la arquitectura. La conversación fluye y siento como si fuéramos pequeños, cuando nos quedábamos horas hablando los cuatro (mi papá, mamá, Marco y yo) y a mi me encantaba escuchar las historias que contaba mi papá. Ahora comprendo que debo aprovechar el tiempo con mi familia, no tengo que perder ningún minuto más peleando, porque son las únicas personas mas cercanas que tengo, y que me quieren, al igual que yo a ellos.
Los minutos se pasan volando y cuando veo la hora me doy cuenta que debo volver al trabajo. Me despido de todos y Marco, Sophia y mi papá se quedan un tiempo más en la cafetería. Entro a la oficina y sigo con mi trabajo. Apenas se comienza a oscurecer tomo mis cosas y conduzco camino a casa.
Hoy fue un día de arreglar los problemas con mi padre, y eso me hace sentirme más tranquila. Así comienzo a comprender que la familia es la única que te entiende y que hay que aprender a disfrutarla en el momento ya que no sabes que puede pasar el día de mañana.
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