El tiempo se pasaba volando, cuando la universidad se terminó, yo no sabía lo que me deparaba el destino, me sentía orgulloso de terminar con esa etapa.

Entré a trabajar y unos meses después, cuando estaba todo mejorando. Me enteré que te ibas del país. No era para toda la vida. Sin embargo no sabía que sentir o hacer. No te había visto dese hacia mucho tiempo pero mi corazón aun saltaba cada que alguien hablaba de ti.

Aun miraba a mi celular tratando de no mandarte algún mensaje y sin embargo lo hice ese 13 de enero. El día en que se cumplió un año de esa cena.

Lo siento tanto Kiang, jamás me dejare de arrepentirme.

Pero jamás me contestaste y decidí dejarte ir para siempre. O eso había decidido mi cabeza, más no me corazón.

Por ese tiempo creía que habías cambiado de número así que me consolé con enviarte mensajes por el celular, no creí que te llegarían. Te conté tantas cosas pero de lo único que me arrepiento fue de decirte que te amaba. Si hubiera sabido que los leías, te hubiera dicho que a pesar de todo. Mi corazón no había podido evitarlo y te amaba con todo mí ser.

Que quizá había sido esa noche en la que me abrazaste cuando te dije lo mal que había sido mi día o cuando después de besarte me habías dicho de me querías y mi corazón se sintió caliente. Aun así, sabía que te amaba y que había sido tan tonto por confundir todo con Baekhyun.

Casi medio año después te volví a ver...

Tan imposible como parecía, ahí estabas tú. Tan guapo, adorable y perfecto. Cuando te vi entrar me olvide de todo. Durante esas reuniones jamás pude despegar la vista de ti, mis manos picaban por tocarte. Y sentí de nuevo ese amor que te tenía. Ese amor que había tratado de esconder.

Y cuando Amelia, la chica con la que había tenido unas citas me besó, tu cara, esa cara no la olvidare. Quería decirte que ella no era nada, aunque sabía que quizá me lo estaba imaginando y no te sentías mal. Aun así, solo podía pensar en aclararte todo.

Y entonces te besé en ese baño, te besé y me sentí vivo de nuevo. Y cuando nos separamos y nos fuimos. Cuando te solté de mis brazos. Lloré como un niño. Lloré porque estaba dejando ir al amor de mi vida para siempre.

Recuerdo amarte con todo mi ser.