Querido amor desubicado

En qué parte del desequilibrio mental me he desvanecido. En qué parte de la vida he besado a la muerte. En qué mundo te encontraré de nuevo... 

No hallo la manera de convencerme a seguir fingiendo que vivo, si veo tantos cadáveres caminando como yo, tal vez, hacia el vacío.  Me deshonra tener que saciar mi dolor entre estas letras y que quizás no entiendas lo ausente que me encuentro.  Acariciar los sueños y aferrarme a las fantasías; que aburrida es la realidad sin cumplir nuestros sueños.

Te veo pasar cada noche, cada momento de soledad, te escribes en mi mente y siempre en la misma historia.  Te conozco, te beso, nos quitamos la ropa y unimos nuestros cuerpos hasta tiempos inmemorables.  Deseándote una que otra vez y borrándote cuando el realismo toca a la puerta. 

No sé qué harás con estas letras, ni tan siquiera sé qué harás conmigo; No soy más que tinta invisible en un mundo tan cautivo.

De momento,

Tu princesa silente