Especial 6: Años de amor
Era una trabajo especial, uno que, de no ser porque Jungkook se lo pidió con urgencia, no hubiera aceptado justo el día de su tan esperado sexto aniversario.
Llegó a hablar con Namjoon al respecto y él le dijo que no se preocupara mucho, que sólo le llamara al terminar para salir a cenar y hasta bromeó con la idea de que esa noche, ninguno de los dos iba a dormir.
Una involuntaria sonrisa escapó de sus labios al recordarlo y decidido a terminar con sus obligaciones, entró a ese antiguo edificio, sintiendo de inmediato un fuerte golpe de nostalgia por las decenas de recuerdos que conllevaba estar en su viejo instituto.
Paseo curioso por los casilleros, buscando con la mirada el que era suyo, continuó hasta llegar a su salón de clases y finalmente, con la idea de no perder más tiempo preocupando a adolescentes con su boba sonrisa, subió a la azotea donde su amigo le advirtió que le esperaría para las fotografías, alegando que el atardecer realmente motivaría a los alumnos a ir a la biblioteca de la que se hacía cargo.
Subiendo las escaleras, comenzó a recordar lo nervioso que se encontró la última vez que estuvo allí, casi a la misma hora, preocupado por saber quién era RM y al igual que aquella vez, solo terminó encontrándose con un decepcionante pero alegre Jungkook.
Se sorprendió cuando lo vio con una alegre sonrisa, sin los libros y niños que le prometió que fotografiaría y con un sobre que se llevó toda su atención, entre sus manos.
—¿No crees que un aniversario de seis años, es muy festivo?— No estuvo seguro del gesto que mostró, pero Jungkook comenzó a reír por ello y casi como si fuera una déjà vu, sintió la emoción recorrer todo su cuerpo al recibir la carta que le ofrecía.
—Quiero decir que si lo espera porque sé lo creativo que puede ser... Pero creí que sería en nuestro décimo aniversario o algo así. Siempre encuentra la forma de sorprenderme— Sus mejillas tomaron un sutil color rojo y presiono sin querer el papel entre sus manos —Supongo que ahora debo leerla.
—Hasta yo lo he hecho, aún cuando el dijo que le avergonzaría que lo haga, pero hace seis años dijo lo mismo y fue lo primero que hice cuando me dejó solo. Hay cosas que no cambian, como su prolija caligrafía, de verdad que envidia...— Jimin rió por su comentario y sin darle una verdadera respuesta, comenzó a leer esa sorpresiva carta.
“Para Jimin.
Ya han pasado seis años, escribir esto se siente diferente ahora, recuerdo que en ese entonces estaba tan nervioso e ilusionado y actualmente, además de sentirme así, estoy sumamente feliz.
Ahora que somos pareja, hay muchas cosas que son más fáciles de decirte, ¿recuerdas hace unos años, cuando hablamos sobre los celos que sentías sobre mi compañero de clases? Esa vez, fuiste directo, no dudaste en comentarme lo que te molestaba y yo estaba tan confundido porque lideaste con ello de una forma madura y adulta que yo no conocía. Eso fue algo que me ayudó mucho cuando me sentí igual, pero en mi defensa, tu clienta era una modelo muy bonita, claramente me preocuparía por eso.
Lamento que lo sepas hasta ahora, también lamento haberme sentido feliz cuando terminó su contrato y lamentó pensar que te gustaba por su cabello rubio y luego usar el mismo tinte que ella.
Hoseok te espera en la pista de atletismo.
Namjoon”.
—Creí que cabello rubio era por alguna crisis de edad o algo así— Jimin quiso decirle entre risas que pensaba lo mismo, pero estaba tan emocionado por esa carta, que sus manos cubrieron sus rostro con el papel mientras sonreía atontado.
—Jungkook, ¿Debería solo ir al salón de clases a besarlo?—Era un pregunta tonta, lo sabía, pero el sonrojo que ocultaba tras esa hoja de papel, solo lo quería llevar a saltar emocionadamente a los brazos de su amado novio
—Dudo que quieras arruinar su sorpresa, solo ve con Hoseok, y de nuevo, cuidado con las escaleras— Su advertencia le hizo reír y en cuanto pudo, siguió su camino hasta la pista de atletismo.
Sus pasos fueron apresurados gracias a su entusiasmo, como si una corriente de felicidad atravesará todo su cuerpo, incentivandolo tonto, a correr por los pasillos, llamando de nuevo la atención de varios alumnos que salían de su última clase.
Al llegar, vio de lejos a un alegre Hoseok, sentado en unas gradas, conversando con algunos alumnos de atletismo, explicando ejercicios fisicos con sus brazos, los que Jimin asumió, eran por su profesional saber como profesor de danza.
Terminó por interrumpir esa charla, en busca de recibir su tan ansiada carta, siendo observado de inmediato por todos esos curiosos jóvenes y por un feliz Hoseok.
—Jimin, a estos chicos les apasiona el baile tanto como a mi— Su alegría se notaba en cada palabra y podía notar hasta un brillo contento en sus ojos —Pero no puedo olvidar que esto es tuyo.
Sonrió al recibir su carta, le agradeció con un susurró y se permitió alejarse para darle espacio a Hoseok y a esas chicos de continuar con amena conversación.
“Para Jimin.
Esperaba que Jungkook leyera la anterior carta, pero conozco a Hoseok y sé que él no lo haría, lo que es un alivio porque voy confesar algo muy vergonzoso aquí.
Hubo muchas situaciones en las que me enamore de ti de nuevo, Jimin, en un principio fue tu belleza, luego tú amabilidad, tus talentos, tu personalidad, tu ternura, tu madurez y en nuestra primera vez, tu seducción.
Soy un hombre razonable, pero siento que muchas veces he perdido el sentido común por lo sexy que eres.
Sé que es tonto, yo soy tonto, pero nunca he podido decírtelo y ¿no es esta la mejor forma? Temeroso a ser vulgar, solo diré que nuestra primera vez, además de ser ridícula, fue un sueño, ver todos los gestos y escuchar cada sonido... Toque el cielo en ese momento y te agradezco por dejarme tocarlo cada día.
Yoongi espera en el salón de música.
Namjoon”.
—Ha pasado tiempo desde que te he visto sonrojado— El sonreía contento y Jimin no supo en que momento el equipo de atletismo se había ido, dejándolos solos —Pero debes continuar, cerrarán la escuela pronto.
Jimin rió por esa advertencia tan fuera de lugar en ese momento y asintió de acuerdo con su principal afirmación, agradeciendo su tiempo y comenzando de nuevo su paseo por la escuela, pensando sin querer en las últimas palabras de su novio.
Su rostro de nuevo tomó un color tan vibrantemente rojo, que profesores llegaron a detenerlo por los pasillos, no solo para preguntarle quién era, sino también para verificar la estabilidad de salud. Terminó por afirmar que era un ayudante contratado por el bibliotecario y que se encontraba totalmente bien de salud.
No supo cuando llegó al salón de música, pero allí se encontró con Yoongi, sonriendo con su celular, escribiendo en él con torpeza y arrugando sin realmente quererlo, la carta de Jimin.
—Dile a Jin que vuelva pronto...— Le asustó, pero al verlo, de inmediato sonrió.
—Hola también para ti, Jimin— Hubo un corto momento, en él que Yoongi guardo su teléfono y le dió toda su atención a su amigo, intentando acomodar la carta que tenía en sus manos, para que no se notaran las arrugas que formó en el papel —El vendrá en sus vacaciones, está emocionado porque planea una cena para todos, tiene muchas recetas nuevas que espera que probemos...
Compartieron una sonrisa cálida que tomaron como una respuesta definitiva, al final, Jimin tomó su carta y Yoongi le dio su espacio para que la leyera con calma.
“Para Jimin.
¿Cuánto ha pasado desde la última vez que estuvimos en el salón de música?
La última vez que te escribí una carta en este lugar, fue para decirte lo inspirador que te consideraba, es un alivio aún trabajar en mi música y un gran regalo tenerte en mi vida, porque de no ser por ti, yo no podría crear ni una sola canción.
Tú eres toda mi inspiración, Minnie.
Este es un futuro que muchas veces imaginé, estoy feliz de haberme enamorado de ti, me alegra que sientas lo mismo por mí y agradezco que después de tanto tiempo, sigamos siendo tú y yo.
Te espero en él salón donde todo comenzó, te amo.
Namjoon”.
Sintió como el palpitar de su corazón se aceleró, no había palabra que describiera lo conmovido que se encontraba y en sus adorable gestos reflejó sin quererlo, su genuina felicidad.
—Veo que fue demasiado, a veces Namjoon puede ser muy... Empalagoso, no quiero imaginar lo que será la última carta— No estaba seguro de si se lo comentaba para que su ansiedad para correr hacia su novio, aumentara o porque genuinamente pensaba eso, pero solo llegó a asentir ante la evidente sinceridad de Yoongi.
—Si él no fuera así, probablemente ninguno de nosotros estaría aquí...— Era la verdad, de no ser porque Namjoon, se enamoró de la forma más ridícula de Jimin, esas uniciales cartas jamás hubiesen existido y al mismo tiempo, de una u otra forma, hubiesen terminado juntos por lo cercano que eran a Yoongi y Seokjin.
Al final, eran como si el destino los hubiese querido juntos desde el momento número uno.
Jimin se despidió, contento, emocionado y de nuevo, sonrojado cómo si fuese ya común a su edad adulta, cuando el creía que esa infantil “costumbre” había acabado junto con a su hormonal etapa.
Continuó su camino, apenas notando la evidente ausencia de personas en el lugar y el silencio abrumador que provocaban sus decididos pasos, quería llegar seguro, atractivo, alegre a su encuentro, pero a pesar de su confianza y lo años que llevaban juntos, estaba sumamente nervioso.
Terminó por entrar al salón sin ninguna pizca de tensión, completamente apresurado, fingiendo estar decidido mientras sin saberlo, se veía como si acabara de terminar una pesada competencia deportiva.
La imagen mas que ser atractiva como esperaba, era lamentable, pero no había situación alguna en la que Namjoon no lo viera como el ser más precioso sobre toda la tierra. Se acercó a él al verlo tan emocionado, acomodó su cabello para depositar un silencio y pequeño beso en su frente y finalmente, sin esperar una repuesta le entregó la amorosa carta que esperaba ansiosa entre sus manos.
Jimin se encontró perdido en sus amorosos gestos, no pronunció palabra alguna y abrió el papel que sostenía, esperando un gran texto, creyendo que esa nota sería la especial culminación de lo extenso de su amor, prediciendo que Namjoon explicaría con su amplio vocabulario todo lo que sentía por él, pero no había nada más allí que una corta oración.
No tenía remitente ni destinatario, solo tres palabras, grandes e impecables, cómo solo la caligrafía de su amado novio podía mostrarse.
“¿Quieres vivir conmigo?”.
Y Jimin solo comenzó a llorar, su labio inferior sobresalió, su nariz se arrugó, sus ojos brillaron y entre pequeñas lágrimas le preguntó si hablaba en serio al respecto. Fueron tantas veces, que Namjoon rió, enternecido, alegre, enamorado de esa reacción.
Jimin abrazó la carta hasta arrugarla y Namjoon abrazó a Jimin hasta que su conmoción se alivió.
—Aun hay muchas cosas que quiero decirte, escribí y reescribí está carta decenas de veces— No deseaba soltarlo y como si Jimin tampoco lo quisiera, escondió su sonrojado rostro en su pecho, a la espera contenta de que continuara —Me di cuenta que las palabras no bastan para explicarte que quisiera pasar el resto de mi vida contigo... Admito que temía precipitarme y que tal vez este es un pasó seguro... Pero aún tengo muchos años a tu lado para averiguarlo y para vivir cada paso y etapa de nuestra relación.
Jimin se alejó, su corazón palpitaba con fuerza y al encontrarse con la mirada de Namjoon, notó que también se encontraba conmovido con la situación, apenado como un adolescente y claramente evitando llorar con tal de mostrarse maduro en esa adorable situación.
—Joon, vamos a casa...
Fue un susurró audaz, sus manos sostenían las contrarias y procuró reprimir todos sus instintos para no saltar a sus brazos para besarlo, con la única idea de que ya no eran jóvenes comentiendo una travesura, por lo que no podían arriesgarse a ser atrapados en pleno gesto indecoroso en un lugar educativo, además de que ya podía llamar “casa” a su apretado departamento donde estaba seguro podría convivir con su amoroso novio.
Tiempo después llegaron a su hogar, no intercambiaron muchas palabras luego de cerrar la puerta, porque Jimin solo se dejó llevar y Namjoon, en su calidad burbuja de amor, le permitió continuar. Compartieron besos, abrazos, caricias y más, acabando por la madrugada entre pequeños mimos cansados que esperaban, los llevasen a ambos a descansar, pero repentinamente Jimin se levantó de la comodidad de su cama como si hubiera olvidado algo muy importante.
No le preocupó su desnudez al buscar las cartas que su novio le dio ese día y cuándo las encontró, volvió a la cama, se sentó en la orilla con una sonrisa y abrió el pequeño cajón de su mesa de luz. Namjoon se levantó curioso, rodeó con sus brazos su cintura mientras lo abrazaba por la espalda, apoyando su cabeza en su hombro, para finalmente ocultar su sonrojado rostro, en su pálido cuello.
—Jimin... No sabía que aún las tenías...
—Siempre las tuve, las guarde todos estos años y las guardaré todos los años que sigan— Sonrió mientras hablaba y guardaba dentro de ese cajón las nuevas cartas de su novio, junto a todas las antiguas —Crei que lo sabías...
—No es eso, podía suponerlo, es solo que... Yo también tengo las cartas que tú hiciste para mí...— El potente sonrojo de Namjoon se extendió hasta él, cómo si fuera contagioso al tacto, pero siendo realmente ocasionado por esa respuesta —Cuando vivamos juntos, debemos juntarlas...
No pudo continuar, Jimin detuvo cualquier palabra con sus labios y en ese correpondido beso solo pudo pensar en arrojarse nuevamente sobre él, repitiendo que lo amaba y escuchando como Namjoon respondía con furor que sentía lo mismo por él y hasta que su sentimiento era mucho mayor que el suyo.
Necesitaba ganar esa tonta discusión sobre quién amaba más al otro, decidido, vió por última vez sus preciadas cartas con una nostalgia abrazadora y terminó por cerrar su cajón volviendo su mirada al autor de todas ellas, encontrándose con su amable sonrisa y brillante mirada plasmada en emoción. Su corazón se aceleró, sin notarlo irradió felicidad y le abrazó reflejando todo su amor.
💐
Finalmente amistades, por fin el último especial, ¡Dios! no saben lo complicado que fue, no estoy muy segura de porque estaba en blanco con este especial, sabía lo que quería pero las palabras simplemente no salía, es terrible.
También y que suene un redoble de tambores, ¡Ya publique el spin-off HopeKook. 🥳
Es solo el prólogo, pero espero le den una oportunidad y les guste.
Esto es todo, muchísimas gracias por seguir este fic hasta aquí y por haberse tomado todo el tiempo de leer, les quiero mucho, un beso, besito, besote.❤️
PD: Les invito a seguirme en mí perfil secundario RJAndShooky
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