Steve
Estoy enfrente del bar más hermoso que he visto en todos los tiempos, un bar con LIBROS. Sí, oyeron bien, libros. El ambiente es iluminado por diversos colores, a los costados hay libreras con diferentes géneros de libros, al centro hay una pista de baile, y sillones para tomar café, ¿qué clase de bar es este?
Esto no huele a sexo, drogas y alcohol, huele a inteligencia, café con tequila, intelecto, Romance y hacer el amor.
Se me han puesto los puesto los pelos de punta, adoro esto, es algo tan único, y me hace sentir especial, sientes la vibra de la gente bailando y las neuronas de la gente leyendo tratando de no explotar.
Apresuro el paso para pasarme por cada rincón y Ethan acelera para poder alcanzarme carcajeandose un poco. Claro, no podía faltar Corinne a la diversión, la estúpida lleva una cara aplastada desde la escena en la feria, ¿te quité tu objetivo, linda?
No he sido una persona celosa en mi vida, pero ella simplemente transmite ese aire de descofianza.
Llegamos a una sala privada, es como un pequeño sótano, y está diseñada para aislar el sonido.
-¿Cómo diablos no me trajiste aquí desde el momento en que pisamos este Estado? -objeto con sorpresa.
-Estabas cansada-sonríe-además quería guardar esto para un momento especial.
-¡Esto está increíble! -exclamo.
-Sabía que te encantaría.
-No sé de que demonios hablan, es un lugar absurdo, en un bar hay alcohol y sexo, no libros tontos y café.
-Esto es especial, tal vez aquí no admiten zorras, así que deberías irte Corinne, seguramente nadie notará la ausencia de una de las tuyas. -en mi rostro se forma una sonrisa satisfecha, Ethan se sostiene el puente de la nariz por la desesperación.
No lo culpo, ha estado aguantando nuestras rabietas a lo largo de estos días. Ella intenta robar algo, yo le confirmo a quien le pertenece y Ethan es ese objeto.
Me siento en uno de los sillones mientras Ethan me trae un café, Corinne desaparece por una puerta y le doy gracias al Altísimo por eso. Yes bitches, me leí Heist.
En la pista se comienza a formar un gran alboroto y los que leían detienen su lectura para poder acercarse a ver, al parecer todos saben lo que pasa menos yo. Ethan se para y lo imitó para acercarnos al montón, alrededor del gentío hay un hombre de unos 45 riéndose junto a otros, observo a Ethan en modo respuesta y su vista al igual que los otros está en el hombre, la sonrisa que cruzan sus labios es gigantesca. Por unos instantes el señor nos ve y parece sorprendido, luego de unos segundos se acerca prácticamente corriendo a abrazar a Ethan.
-¡Mi muchacho, por Dios! Pensé que no te vería por un tiempo. -exclama
-Tranquilo, no podrías manejar esto sin mí.
Puedes tener siempre la capacidad para percibir el amor de una persona reflejado en los ojos, y podia verlo en los de Ethan, y este señor también. Me agradaba que tuviera personas que lo amarán así de fuerte.
-Steve, ella es mi novia, Frida Douglas-me acerco a estrechar su mano y en un rápido movimiento me acoge en un abrazo amistoso.
-¡Vaya! Ya era hora que esté muchacho me trajera a una digna.-me ve con una sonrisa y estrecha mis manos-ambos tenemos buenos gustos, mi esposa fue pelinegra también.
No deje pasar el hecho que lo mencionó en pasado, es mi trabajo, estar atenta a las palabras, pero al igual que cuando pregunto, se cuando no preguntar.
Con mucho pesar le regrese una sonrisa, porque al igual que él, sentíamos el peso de haber perdido una persona amada.
—Por supuesto, las pelinegras somos bastantes sexys—menciono, Steve se carcajea y Ethan pasa un brazo alrededor de mi hombro.
—Sabía que se caerían bien—y no puedo explicar la satisfacción que me da ver su sonrisa en su rostro, me encanta mi novio.—Steve cuida a mi madre, cariño.
Me tenso un poco ante la mención de su madre, la verdad aún no se si me siento preparada para enfrentar la realidad en la que tendré que verla algún día y no sabre como reaccionar, los vicios siempre me han traído malos recuerdos.
—¿Te ha gustado el lugar? —rellena Steve, supongo que ante mi falta de respuesta tuvo que preguntar.
—Me ha fascinado, ¡amo este lugar! Jamás pensé que encontraría algo como esto, menos con todo lo que me gusto junto.
—¿Y eso sería...?
—Libros, sexo, café y amor—ante lo último instantáneamente veo a Ethan, luego me ruborizo un poco ante lo estúpida que sone. Derrepente lo noté, había derrumbado todos sus muros, y sin notarlo el comenzó a destruir los míos, ni siquiera tuvo que obligarme, fui yo la que tomó el mazo y lo derribó solo.
Pero, ¿era lo correcto?
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Luego de nuestra charla con Steve mi mente divagaba varias cosas, las jugadas de mi mente regresaban a mí, estaba tan perturbada como asustada, pero supongo que yo lo había provocado, yo comencé con los estúpidos sentimientos. Yo accedí a intentar eso, pero la idea de jalar a mi mierda a Ethan es... Irrevocable.
Supongo que no debería pensarlo de ese modo, él me está dejando entrar a su pasado, me esta presentando a su familia.
Así que yo seré la gota que terminé por llenar el vaso o derramar lo.
Era hora de tomar una decisión.
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Hellow Cafecitos he vuelto lindurassss
Que creen que pasará? Terminará con él? El pasado los consumiera a ambos?
Yo lo sé, y ustedes?
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