Mi Madre
Aún estando abrazada a Ethan siento el pesor de mis pensamientos, mi corazón late a mil por las desiciones que me da miedo tomar. Jamás había sentido algo parecido por alguien, este chico vino a derrumbar todas mis ideas de lo que podía ser.
Me sujeto con más fuerza a su cadera e intento cerrar los ojos, pero siento un leve movimiento de su parte.
—¿Estas despierto? —susurro
—Desde ya hace un rato, ¿qué es lo que te atormenta? —su mano acaricia mi espalda en un suave intento por relajarme. Suelta un leve suspiro al pensar que no contestaré y su mano detiene las caricias.
—En nosotros...
—¿Fue demasiado lo de hoy? Porque si fue demasiado...—me levanto hasta quedar a su altura y me atrevo a verlo a los ojos.
—No, ese es el problema, me ha fascinado que te abras a mí, que me enseñes tu mundo y me hagas parte de él...
—Pero...
—Pero no sé si estoy lista para compartirte con el mío, entrar a mi vida es una cosa, saber mi pasado otra, pero presentarte a mis demonios en persona, no lo sé, no quiero arruinarlo, no quiero que si te lo muestro te plantees una idea diferente de mi y quieras acabar esto.
Su semblante se torna serio y molesto de un instante a otro y temo haberla cagado en grande y antes de tiempo. Sé que no debería decirle o idearle conceptos míos sin que él los vea primero, pero él simple hecho de alejarme de él me devuelve la paz que siento que se me escapó de las manos, ya no solo temo por mí, temo por él y lo que trae conmigo.
—Tú, —me sostiene de las mejillas para que no aparte la mirada de sus ojos miel—no puedes terminar conmigo por miedo, hemos luchado juntos por que esto avance, ¿dónde esta la Frida Douglas que no le da miedo probar y buscar experiencias? ¿Puedes buscarla? La necesito, necesito que no se heche para atrás en este punto—la seguridad que emana de sus ojos es escalofriante y a la vez reconfortante. Se detiene por un segundo como si se estuviera dando valor asi mismo para hablar hasta que prosigue—ya te amo demasiado como para dejarte ir tan fácil.
Sus palabras son un detonante a mi corazón que siento que va salirse en cualquier segundo. Un escalofrío recorre mi cuerpo y suelto el aire que ni sabía estaba reteniendo, una parte de mi esta maravillada y la otra está muriéndose de miedo. Esto me da a entender que las barreras que teníamos se habían ido ya hace tiempo, que era esto o nada, luchar o rendirse.
Tomó la iniciativa para darle un enorme beso que espero transmita lo que no puedo decir. Me lo devuelve con la misma pasión y desenfreno que yo, nuestras bocas comienzan una batalla naval llena de desesperación por aprovechar el momento y no desperdiciar ni un segundo de los que sean posibles para unirse, nuestros cuerpos comienzan a llamarse y nosotros respondíamos a sus reclamos.
Un fuerte ruido en la puerta nos hace saltar del susto y nos hace pensar que es la estúpida de nuevo volviendo a la casa, vemos el reloj y marcan las 3. Ethan se para completamente molesto por la hora de su llegada y yo procuro no quedarme atrás colocandome su camiseta como vestido para cubrir mi piel, y voy pensando en las posibilidades que esa mujer se coma con la mirada su torso desnudo. Conforme vamos avanzando y acercándonos a la puerta nos topamos con alguien completamente diferente, una señora de cabello oscuro con signos de vejez en su piel nos recibe totalmente pretificada, confundida busco a Ethan por respuestas pero al encontrarlo en la misma situación no me queda duda de la identidad de la señora.
Estaba frente a su madre
------
El silencio era aterrador, y hasta un punto asfixiante, podías oír las respiraciones de cada uno de nosotros. Me sentí pequeña y fuera de lugar en ese momento, quería correr y refugiarme en la habitación pero sentí que debía estar con él en esos momentos, no podía dejarlo solo, en esos instantes yo era su mejor escudo.
—Madre. —su rostro se había vuelto pálido al pronunciar las palabras de su boca—no creí que te vería por aquí.
Su madre pareció regresar de sus pensamientos y poder hablar:—tampoco sabía que vendrías, hijo. Solo vine por unas cosas para mi turno y...yo los dejo tranquilos, no debes preocuparte por mi presencia.
Hasta en ese punto me fije en el uniforme que usaba, una camisa y pantalones azules formaban su uniforme, el carnet del hospital donde trabajaba aún se encontraba en su cuello, las ojeras de sus ojos se marcaban bastante, y su rostro reflejaba un agotamiento intenso, supongo que los turnos en el hospital cansan bastante.
Comenzo a avanzar por el pasillo hasta encerrarse en lo que supuse era su cuarto. Él seguía distante en el mismo lugar hasta que decidí acercarme. Lo abrace por detrás y dejé un suave beso por su espalda, al sentirme automáticamente se volvió para unir nuestras frentes.
—Tranquilo—susurre.
—No te vayas, por favor no te vayas—el sentimiento desgarrador de su voz me dolió en cada parte de mi cuerpo, y fue ahí cuando lo supe. Frida Douglas no es una cobarde, ella no huye cuando ve un problema lo enfrenta.
Que le den a mis miedos, no voy a dejar a Ethan por una amenaza inexistente, mi padre no puede hacernos daño estando en la cárcel a miles de kilómetros de aquí, no arruinaría lo más hermoso que me había sucedido luego de todo el daño que causó en mí y en mis seres amados, así que tomé sus mejillas y sonreí.
—No pensaba ir a ninguna parte, amor.
______
¿Qué tal cafecitos?
Volví y con un personaje nuevo, ¿cómo creen que será?
¿Será posible cambiar?
¿Alguien se levanta luego de una pérdida?
Sigan pendientes y verán, los amo a mis fieles lectores.
~TH&TB
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top