El clima empezaba a cambiar, era momento de empezar a ponerme mi uniforme completo pues mi estación favorita estaba empezando: el otoño.
Me dirigia a la escuela mientras veia el cielo con paso constante para evitar llegar tarde.
Al llegar, fui a mi casillero y me encontre con la 7ma carta, decidi leerla ahi mismo ya que casi nadie habia llegado.
"Querida Ochaco:
Me gusta la gente que sonríe mucho, pero de esas sonrisas naturales, de esas que notas claramente que salieron sin querer, de esas sonrisas que tu les das a todo el mundo sin importar que por dentro todo se este derrumbando.
Eso te hace una persona digna de admirar y querer, por esa bella y fuerte fortaleza que tienes dentro de ti.
Atte:
..."
Estas palabras hicieron que no se me bajaran los animos en todo el día y a pesar de todo.