El verano había llegado con todo su esplendor, las chicharras sonaban levemente en todas partes, especialmente en aquellas donde había algún bosque o mucha vegetación.

Nuestra clase preferida se encontraba descansando en la comodidad de sus casas pero manteniendo el contacto a través de mensajes, llamadas o señales de humo(?) o incluso visitas de vez en cuando.

Era un día cualquiera para nuestra heroina de la gravedad cero, ya se encontraba con sus padres por una corta pero acogedora estancia, la brisa entraba por su ventana mientras un sol resplandeciente lucia en el cielo azul, ya habían sido 3 meses desde la confesión de Iida acerca de sus sentimientos y todo marchaba como el viento en popa.

Hace un mes que no se veían, mucho menos a Deku, Todoroki y a sus mejores amigas pero no por eso perdían el contacto, ya que se hablaban todos los días por mensajes.

La joven de cabellos cafeces se encontraba desayunando, se le había hecho tarde pero había alcanzado a despedirse de sus padres antes de que se fueran a su trabajo, por lo cual, lo único que se escuchaba era la televisión y sus utensilios al momento dde corte algo chocar contra el plato.

Hasta que sonó su teléfono, por lo cual tuvo que irse corriendo por el ya que s encontraba en su cuarto.

-¿Bueno? Habla Uraraka- Respondió.

- Ya tenía tiempo sin escuchar tu voz, Uraraka- La de grandes ojos avellana escucho como Deku hablaba del otro lado.

-¡Ah! Deku, ¿Cómo has estado?- Preguntó mientras sonreía.

-Muy bien, ¿Y tú?- Escucho desde el otro lado.

-Bien. Oye, quería preguntarte algo- Empezó, su voz sonaba un poco nerviosa.

-¿Qué pasa?- Preguntó un poco curiosa.

-Lo que pasa es que estamos en la estación de Tsu(*) para el tanabata y queríamos ver si nos podías acompañar a buscar un hotel- Sonaba de lo más despreocupado.

-¡¿QUÉ?!- Preguntó impresionada.

-¿Qué pasa, Uraraka?- Contestó sorprendido.

-E-es que me sorprendieron- Miro a su reloj, dada la hora, deberíon haber tomado el primer tren hacia Nagoya-Solo déjame avisarle a mis padres y los veo haya- Contesto un poco derrotada.

-Esta bien, aquí te esperamos- Y después de esto, colgó la llamada.

Al acabar su desayuno -rápidamente-, se cambio y le aviso a sus padres que saldría un rato a ver a su amigo y salió de ahí con rumbo a la estación.

Al llegar, no encontró solo a Deku, si no también a su ya novio Iida, a Tsuyu, Todoroki, Mina y Hagakure junto a él.

-¡¿Qué diablos es esto, Midoriya?!- Preguntó, llamando la atención de algunos transeúntes.

-¿Sorpresa?- Dijo un nervioso el pelo verde.

-Si lo es- Hablo ahora Iida acercándose a ella- A Deku se le ocurrió la maravillosa idea de venir a ver el tanabata para acá- Se colocó al lado de ella y se agachó -Además de tener algo que darte- Susurro en su oído, obteniendo a una Uraraka sonrojada como tal tomate.

-Así es, y como no quería venir solo decidí invitarlos- Sonrío -Lo siento mucho- Se inclinó.

-Cambiando de tema, ¿podemos ir al hotel?- Preguntó Tsuyu.

Y todos rieron ante el comentario de la pelo negro.

Y así, Uraraka los llevo a un mini recorrido por la ciudad mientras buscaban cuartos disponibles, ya que al ser temporada vacacional, algunos aprovechaban para salir en familia a conocer un poco más del país.

Al encontrar un hotel para ellos, Uraraka recibió una llamada de sus padres.

-Hola mamá, ¿Qué pasa?- Preguntó un poco alejada de los demás.

-Uraraka, ¿Cómo no nos dijiste que vendrían amigos tuyos?- Preguntó -De haberlo sabido hubiera preprarado el guisado que tanto te gusta- Sonó un poco decepcionada.

-N-no te preocupes mamá, recuerda que no debemos gastar mucho- Le recordó con una gotita en la cabeza.

-Ni qué hacer, tienes razón- Suspiro- Pero al menos llévalos a la casa para conocerlos- Sonó victoriosa. La pelo café recordó quien estaba entre ellos y se sonrojó como tomate.

-V-veré- Miro para un lado.

-Bueno, me tengo que retirar- Suspiro de nuevo- Me avisas cariño, adiós- Y con esto acabo la llamada.

-¿Qué pasa Uraraka?- Preguntó el de lentes mientras se acercaba.

-N-no es nada, solo que mi madre los quiere conocer- Desvío su mirada con un sonrojo.

Los 4 restantes se le quedaron viendo.

-¿Qué?- Preguntó mientras veía al resto un poco sorprendida.

El resto es historia, después de asignarle sus habitaciones quedando los hombres en una y las mujeres en otra, decidieron emprender el viaje a la casa de Uraraka, la cual se encontraba un poco lejos de donde se estaban hospedando.

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Primera parte de tres del especial 500

Un poco a las carreras ya que he andado muy ocupada últimamente xD, prometo editarlo bien cuando regrese de mis vacaciones (Si es que se puede mover :'v) junto con el otro capítulo de este especial y dos de la otra historia :'v

Chaito

Plus Ultra!

PD: Iida conocerá a sus suegros junto con sus amigos, como le irá? 7u7