Capítulo 6:Fracaso

Era de noche en la ciudad de Orario, ya faltaba poco para que fuera media noche.

Y en cierta sede de la familia de la justicia una bella oriental salía de su hogar y ver tranquilamente el patio cubierto por la luz de la luna.

En sus manos cargaba un termo cargado de café caliente y en su otra mano tenía una bolsa con galletas que sobraron de las que preparo su diosa.

¿Su objetivo?.

Hacer guardia durante toda la noche y ver el momento exacto donde Bell colocaba esa dichosa carta en el buzón.

Porque si, era él, en su mente creía ciegamente que era él.

-será una noche larga así que más vale venir preparada -pensó viendo su termo lleno de café y su bolsa con galletas-. Pero antes......

A paso tranquilo camino hacia fuera de la sede abriendo suavemente las rejas e ir a un lado de estas donde estaba el buzón para abrirlo y verificar si había una carta.

Y estaba vacío.

-bien, tengo que estar alerta.

Y con esos pensamientos volvió a entrar al patio de la sede y fue a esconderse a un lugar donde el albino no pudiera verla pero ella si, era perfecto para atraparlo con las manos en la masa.

-ya veras Bell, descubriré tú secreto -pensó con una pequeña sonrisa de emoción bebiendo un poco de su café y comiendo una galleta.

Le estaba gustando hacer eso, desde hace años que no se entretenía con algo y ahora este tema de la carta era una especie de reto para ella de no descansar hasta averiguarlo.

Claro, era divertido siempre y cuando no fallara ya que si llegaban a burlarse de ella de cualquier forma pues lo divertido desaparecería, ella tenía que estar un paso adelantado de ese chico misterioso, ella lo atraparia si o si.

-ahora solo queda esperar -pensó relajándose en su escondite y comer sus galletas y beber su café.

El resto de la familia todas estaban durmiendo en su respectiva habitación siendo Kaguya la única aun despierta.

Solo esperaba que eso valiera la pena ya que estaba dejando pasar sus horas de sueño.

Mientras en el cuarto de Astrea.

Esta dejo un libro en su mesita de noche después de haberlo leído un poco.

Le gustaba leer antes de ir a dormir, hacer eso la relajaba.

-bien, mañana será un nuevo día -pensó la diosa tapando su cuerpo con las sábanas y ver el techo con una pequeña sonrisa-. Mañana es lunes, me pregunto que me dirás en esta nueva carta....chico misterioso.

Y con esos pensamientos y con una bella sonrisa en su rostro Astrea cerró los ojos ansiosa para que sea de día otra vez.

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Al día siguiente.

Cinco de la mañana.

Aun estaba un poco oscuro en la ciudad pero no tardaría mucho en amanecer y en el patio de la sede en cierto escondite estaba Kaguya aun sentada con unas pequeñas ojeras bajo sus ojos ya no teniendo ni un poco de café y galletas con ella.

No había cerrado sus ojos en ningún momento para no perderse ni un pequeño detalle pero no había sucedido nada.

-mmmm Astrea-sama se levanta a las seis de la mañana para ver el correo, aun falta una hora más -pensó convencida de que ese chico aparecería.

Ya que si no aparecía sentiría que solo perdió su tiempo en toda la noche.

-yo se que aparecerá -pensó empezando a perder la paciencia.

Los minutos fueron pasando en el lugar y la oscuridad poco a poco iba desapareciendo iluminandose solo un poco por los pequeños rayos de sol que empezaban a salir.

-.....

Kaguya puso toda su atención al ver como un hombre se acercaba con un gran bolso a la sede.

Lo conocía, era el cartero de la ciudad, de la familia Hermes por cierto.

-.....

La oriental sólo lo observo atentamente viendo como el tipo sacaba unos cuantos sobres de su enorme bolso y después de verificar que eran los correctos los metió al buzón y se fue.

-.....

Kaguya curiosa salió de su escondite y camino hacia el buzón y ver esas cartas.

-dudo mucho que ese chico misterioso mande su carta con el cartero -pensó dudando mucho que allí estuviera.

Al llegar al buzón lo abrió viendo que había cuatro cartas en su interior tomándola entre sus manos.

-veamos que son -pensó curiosa empezando a leer lo que decían los sobres-. La primera, una demanda para Lyra por terrorismo......descartado.

Al decir esas palabras lanzo la carta otra vez al buzón y empezó a ver la otra.

-los de esa estúpida empresa cobrandole dinero a Noin porque nunca termina de pagar el armario que compro.......descartado.

Nuevamente lanzo el sobre al buzón y tomo otra.

-una carta de los papás de Lion para esa elfa tonta.......descartado......me sorprende que se acuerden de ella.

La lanzo también al buzón.

-¡Oh!.

Kaguya se sorprendió levemente al ver la última carta pero no porque era de ese chico si no porque era de la diosa Freya.

-un baile se celebrará en su sede dentro de un mes y esta invitando a todos con un mes de anticipación para que tengan tiempo para ese día, solo pueden ir el dios y uno de sus hijos, interesante, espero que sea mejor fiesta que esa cosa aburrida que hizo el dios Apolo.........y descartado.

Y con aburrimiento tiro el último sobre y cerro el buzón.

-parece que no mando ninguna carta -susurro frunciendo levemente el ceño-. ¿Acaso esta vez no mandara una carta?.

De verdad le extrañaba ya que había estado mandando cartas sin falta durante todas las semanas, dudaba mucho que dejara de hacerlo.

-mmmm aún falta media hora pera que Astrea-sama salga a verificar el correo, aun queda tiempo.

Y con esos pensamientos Kaguya regreso a su escondite para ver si lograba atrapar a ese chico misterioso esperando que apareciera.

-tiene que aparecer ese desgraciado, no estuve despierta toda la noche por nada -pensó con el ceño fruncido.

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Media hora después.

La media hora había pasado y eran exactamente las seis en punto, hora en que su diosa salía a verificar el correo.

Y el condenado chico no apareció.

-......que raro -pensó Kaguya extrañada-. ¿Acaso descubrió mi presencia? Imposible, me escondí muy bien.

Todo eso le estaba pareciendo muy raro a Kaguya ¿Porque justamente hoy no mandaría una carta? ¿Acaso se había rendido?.

-lo dudo ha sido muy persistentes para rendirse así de la nada-pensó llevando un dedo a su barbilla-. Entonces ¿Porque?.

En eso las puertas de la sede fueron abiertas saliendo Astrea con una leve sonrisa en dirección al correo.

-vaya, se llevara una gran desilusión al ver que esta vez no recibió una carta -pensó Kaguya saliendo de su escondite sintiendo un poco de lástima por su diosa-. Espero que no se ponga triste.

Mientras pensaba eso observaba a su diosa la cual estaba sacando los sobres y ver a quien pertenecían.

Con las primeras dos cartas nego levemente decepcionada, probablemente eran las de Lyra y Noin, con la tercera carta sonrió un poco, era la de los padres de Ryuu, con la cuarta carta abrió los ojos un poco sorprendida, probablemente no se espero ese baile de Freya y con la quinta carta sonrió con alegría.

Quinta......

-¿Quinta carta? -pensó Kaguya extrañada-. Yo que recuerde solo habían cuatro cartas? ¿Cómo es posible?.

-oh Kaguya, buenos días -saludo Astrea caminando otra vez hacia la sede con las cartas en sus manos notando la presencia de su hija-. Hoy te levantaste temprano.

-s‐si -dijo con una expresión de shock-. ¿E‐Eso es.....?.

-si, es otra carta para mi -dijo con una sonrisa de felicidad-. Estaré en mi cuarto leyéndola, dentro de media hora saldré a preparar el desayuno.

Y sin borrar su sonrisa Astrea entró a la sede dejando sola a la oriental en el patio con una expresión perpleja.

-......

No lo entendía......

-......

Solo eran cuatro cartas......

-......

Cuatro malditas cartas.....

-......

No había una quinta.....

-......

Estaba segura que no había una quinta carta......

-.......

Poco a poco las venas se fueron marcando en el rostro de Kaguya pasando de tener una expresión de sorpresa a una llena de ira.

-¡¿En que momento lo hizo?! -grito llena de rabia no pudiendo creerlo-. ¡No quite la maldita mirada del buzón! ¡¿COMO LO HIZO?!.

Kaguya estaba llena de rabia, sentía que se habían burlado en su cara sin darse cuenta, no sabía como pero ese chico había logrado engañarla.

La habían hecho quedar como una tonta.....

Una estúpida que estuvo escondida toda la noche y la madrugada esperando algo que nunca llego....

Bueno, si llego pero ni siquiera se dio cuenta....

Le vieron la cara de estúpida.....

-maldito desgraciado, esto ya es personal -susurro Kaguya apretando los dientes-. ¿Te crees muy listo? Pues veamos cuanto dura eso.

Si antes se lo había tomado enserió pues ahora mucho más.

Ya no era solo para entretenerse si no porque habían dejado su orgullo herido.

Era el mayor engaño que había recibido en toda su vida.

Como dijo ella, eso ya era personal.

-veamos cuanto duras escondiendote -pensó con una leve sonrisa torcida-. Te descubriré desgraciado.

Y con esos pensamientos Kaguya regreso a la sede para tocar el violín y bajar un poco el enojo y estrés que le había causado eso.

Talvez le vio la cara una vez pero no lo lograría por segunda vez.

No podía permitirlo.

Pero aun así seguía esa gran duda en su mente.

¿Cómo lo hizo?.

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Con cierto albino.

-muchas gracias por prestarmelo.

En la puerta de la sede de la familia Hermes Asfi tomó entre sus manos un casco y vio con curiosidad a Bell.

-de verdad me sirvió de mucho jeje -rio el albino bajo la atenta mirada de la chica.

-no es que no confié en tí ya que estoy segura que no hiciste nada malo, por eso te lo preste, pero me da mucha curiosidad porque querías el casco de Hades -pregunto Asfi curiosa.

-creo que eso tuvo que preguntarmelo en el momento en que se lo pedí prestado.

-lo se pero apareciste aquí a las cuatro de la mañana que aún estaba algo dormida que simplemente te lo di -dijo Asfi un poco avergonzada ya que ni siquiera pregunto porque lo quería y le dio el objeto peligroso-. Espero que no hayas hecho nada malo.

-¡Para nada! Simplemente quería pasar desapercibido con cierto "guardián" -dijo con una sonrisa nerviosa.

-¿Guardián? Mmmmmm ¿En que problemas estas ahora Bell Cranel? -pregunto Asfi con los ojos entrecerrados-. Si estas en un grave problema me gustaría ayudarte.

-jejeje no es nada malo, lo juro.

-.......bien, te creeré.

-¡Bien!.

-ahora pagame -dijo extendiendo su mano.

-¿Eh?.

-no creas que será algo gratis, lo tuviste por dos horas así que te cobraré cuarenta mil valis pero como eres tú solo te cobraré quince mil.

-pero eso no estaba en el contrato.

-técnicamente ya me he convertido en una especie de colaboradora contigo y si te llegas a meter en grandes problemas con alguien yo también seré culpable por colaborar con mi casco así que al menos quiero ganar algo de ello.

-tiene sentido -y con dolor en su corazón Bell saco los últimos quince mil valis que tenia en su cartera de sapito y se los dio a Asfi.

Tenía que volver al calabozo a ganar más dinero.

-bien, si necesitas ayuda con cualquier cosa ya sabes donde encontrarme, solo pido que no traigas los problemas hacia mi.

-g‐gracias Asfi‐san.

-de nada, ten un buen día.

Y con esas palabras la chica cerró la puerta dejando solo al albino.

-valió la pena -pensó apretando los puños-. El casco de Hades me salvo, por suerte Kaguya-san estaba más centrada en su vista que en su audición así que no me escucho llegar, estuvo cerca.

Bell se sorprendió al ver que Kaguya sospechaba de él, la oriental lo hubiera descubierto si no fuera por cierto detalle.

Bell no estaba solo......

Tenía un aliado importante infiltrado en la familia Astrea.....

Alguien que se volvió aliado hace muy poco y que le brindaba información.

Si no fuera por esa persona Kaguya hubiera descubierto su secreto, por fortuna llegó preparado con el casco de Hades.

-Kaguya-san sospecha de mi -pensó preocupado mientras caminaba a su hogar-. Y dudo mucho que el casco de Hades funcione por segunda ocasión con ella.

Bell estaba nervioso, jamás pensó que entre todas las chicas Kaguya sospechara de él aunque empezó a creer eso cuando ella se acercó a él al parque.

-tengo que ser más cuidadoso o seré descubierto por ella.

Las cosas se habían complicado para Bell pero eso no significaba que se iba a rendir, aun no estaba listo para confesarse a Astrea asi que tenia que mantener su identidad oculta.

Mientras tanto tenía que idear nuevas formas para no ser descubierto.

Aunque sería difícil con Kaguya.

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En la habitación de Astrea.

Querida Astrea,

Espero que esta carta te encuentre en un momento de paz y felicidad. Permíteme expresarte lo que llevo tiempo deseando decirte. A lo largo de los días he observado en silencio cómo transcurre tu semana, anhelando el momento en que pueda estar a tu lado y compartir contigo cada instante.

Aunque el destino nos ha mantenido separados hasta ahora, mi corazón late al ritmo de tu presencia, incluso en la distancia. Cada vez que te veo, siento una conexión profunda que trasciende las palabras. Tu mera existencia ilumina mi sendero y llena de sentido mis días.

Quisiera que supieras que en este mar de incertidumbre, tú has sido mi faro, guiándome con tu luz hacia la esperanza y la ilusión de un posible mañana juntos. Tu sonrisa es la melodía que acaricia mis pensamientos y tus ojos, dos luceros que me hipnotizan con su brillo.

Anhelo el día en que pueda revelarme ante ti, sin ocultar la admiración y el cariño que guardo en lo más profundo de mi ser. Que sepas que aunque aún no conozcas mi nombre, mi corazón late al unísono con el tuyo, creando un lazo invisible pero palpable entre nosotros.

Que cada jornada que transcurra te traiga alegrías y momentos de serenidad. Siempre aguardaré con ilusión el instante en que nuestros caminos se crucen y pueda expresarte en persona todo aquello que hoy te confieso en estas líneas.

Con todo mi cariño y admiración.

-que cursi......pero me gusta......

Con una pequeña sonrisa Astrea dejo la carta suavemente en la cama después de haberla leído.

No sabía como pero ese chico misterioso siempre encontraba nuevos elogios dirigidos hacia ella con cada nueva carta.

Era lindo, muy lindo.

-no puedo dar por hecho que eres tú ya que la persona de la carta suena muy distinta a lo que me haz mostrado.

A sus ojos Bell era un chico tímido, inocente, amable y muy nervioso, caso contrario al chico de la carta que sonaba como alguien coqueto, seguro de si mismo, muy romántico y directo.

Ambos eran tan distintos.

Pero muy dentro de su corazón ella creía que era Bell.

Por más distintos que fueran ambos sabía que una persona podría escribir lo que verdaderamente sentía en una carta que expresarlo directamente.

Así que no era tan loca la idea de que ese chico fuera Bell, ese chico tímido.

-jejeje.

Astrea no pudo evitar soltar una pequeña risa imaginándose a Bell sentado frente a una mesa con una expresión avergonzada por estar escribiendo tantas palabras cursis en una carta.

Palabras que siempre terminaban llegando a su corazón.

Con una pequeña sonrisa Astrea tomó la carta para leerla una vez más, le gustaba mucho leer todas las palabras dirigidas hacia ella.

Después de unos minutos doblo cuidadosamente la carta y abrió uno de los cajones de su mueble donde tenía guardadas las demás cartas que había recibido y que guardaba con cariño.

Jamás pensó tener todos esos tipos de emociones y más con unas simples cartas.

Ella, una diosa de miles y miles de años suspirando por las palabras que eran escritas por un humano.

Era de no creer.

-sueño con el día en que me digas todas esas palabras directamente sin la necesidad de una carta -pensó Astrea poniéndose de pie y acomodar su vestido-. Pero si no me lo quieres decir es porque tienes una razón así que seré paciente, mientras tanto seguiré leyendo esas cartas hasta que llegue ese día.

Y con esos pensamientos Astrea salió de su habitación en dirección a la cocina a preparar el desayuno de sus hijas con una bella sonrisa.

Aunque cuando paso frente a la sala escucho como Kaguya tocaba el violín de una forma muy curiosa.

Es como si estuviera soltando una gran cantidad de insultos con la música que estaba tocando.

Se sentía furiosa.

-me pregunto que le pasara -pensó la diosa un poco extrañada siguiendo su recorrido a la cocina y ver que prepararía en esa ocasión, habían tantas opciones.

Afortunadamente esta vez su comida estaría muy delicioso ya que toda su felicidad estaba a tope gracias a esa carta, las chicas tendrían que agradecerle a ese ser misterioso de alguna manera.

En la sala.

Kaguya tocaba el violín con mucha violencia liberando todo su enojo, parecía que estaba tocando el réquiem de Mozart demostrando el enorme talento que tenía con dicho instrumento.

-bien, esta bien, tú ganas -pensó Kaguya sin dejar de tocar-. Lo admito, no se como lo hiciste pero fuiste muy inteligente, debo reconocerlo pero esa sera la primera y última vez que me haces algo así.

Si su música pudiera matar ya hubiera matado a todas sus amigas en la sede.

-vaya ¿Porque tocar el violín con tanta rabia? Siento que estoy a punto de enfrentarme con un jefe final.

La que hizo esa pregunta fue Lyra la cual entró a la sala curiosa al escuchar el sonido del violin.

-por nada en especial -susurro Kaguya dejando de tocar el instrumento y soltar un suspiro.

-jeje conozco esa cara, es la de alguien con su orgullo herido porque le han visto la cara de tonto -se burlo la hobbit.

-mejor callate Lyra -dijo de mal humor.

-¿Que fue lo que paso? ¿Y porque tienes ojeras en los ojos?

-no te importa.

-jejeje -Lyra rio por lo bajo al ver la actitud de su compañera, le daba gracia verla así.

-en vez de reírte como idiota deberías de preocuparte por la demanda que tienes en la mesa -dijo Kaguya volviendo a tocar el violín solo que esta vez un poco más tranquila.

-¿El que?.

Lyra extrañada camino hacia la mesa de la sala y tomo una de las cartas la cual iba dirigida hacia ella y empezó a leerla.

-.......

El ceño de Lyra se fue frunciendo al leer todo lo que decía dicha carta.

-esos malditos desgraciados -susurro de mal humor-. Terrorista, si como no, te voy a tirar una bomba a tú casa para que hables enserió idiota.

-¿Que paso? -pregunto Kaguya curiosa.

-nada, simplemente ayer cuando hacía mi patrullaje se me cayeron dos bombas en la calle y explotaron y unos imbéciles me están demandando porque dicen que lo hice apropósito para asustar a los civiles.

-bueno, no te ofendas pero suena a que lo hiciste apropósito.

-esta vez no......esto es un dolor de cabeza -dijo doblando la carta y meterla en su bolsillo-. Voy a hacer como que no vi esto.

Y así Lyra se fue a sentar a un sofa y tomar un cubo rubik y empezar a jugar con el.

Kaguya mientras tanto solto un suspiro y empezó a tocar suavemente el violín.

Nadie se quejaba que Kaguya tocara música ya que lo que tocaba era agradable y relajante, a excepción del réquiem que acababa de tocar hace unos momentos.

-no voy a esperar otra semana para vigilar quien pone la carta, creo que es momento de acercarme más a él e investigar -pensó la oriental con los ojos cerrados sin tocar-. ¿Pero cómo? Necesito buscar una excusa para acercarme a él y que no parezca tan sospechoso.

Mientras ella se perdía en sus pensamientos el resto de la familia entraba poco a poco a la sala.

-oye Noin, esa empresa te esta cobrando el dinero que les debes -dijo Alise tomando la carta de su amiga.

-maldicion, esos tipos no dejan de molestar -susurro Noin frustrada.

-¡Oh! También hay una carta para Lion -dijo Alise tomando la carta de su amiga.

Pero antes de que abriera el sobre alguien le arrebato la carta de sus manos.

-¿No te han enseñado que no tienes que abrir las cartas ajenas? -pregunto Ryuu guardando el sobre.

-jeje tenía curiosidad por saber que decía -rio Alise de forma inocente-. ¿De quien es?.

-.....de alguien.....

Y con esas palabras la elfa abandono la sala, probablemente a su habitación para leer más tranquila la carta.

-idiota -dijo Ryana dándole un golpe a su capitana en la cabeza.

-auch........¿Uh?.

Curiosa Alise tomo la última carta de la mesa viendo que era de parte de la familia Freya.

-¡Oh! La diosa Freya hará un baile en su sede dentro de un mes.

-¿Un baile?.

Algunas de la familia empezaron a escuchar con curiosidad a la pelirroja.

-¡Si! Será un baile muy elegante por lo visto, tiene que ir el dios y uno de sus hijos....mmm probablemente Astrea-sama me lleve a mi ya que soy perfecta para esa fiesta de gran calibre.

-no se, que la diosa Freya haga un baile es muy raro -dijo Asta con desconfianza.

-ni tanto, desde hace unos años dejo de ser tan......tan......como decirlo -susurro Iska-. Bueno, colabora más con Orario en resumen así que no me parece raro que haga un baile.

-¿Alguna de ustedes puede bailar? ¿Alise? -pregunto Neze curiosa.

-.......no.......pero como soy alguien increíble de seguro ya traigo el talento.

-desgraciadamente yo puedo bailar -dijo Lyra aún jugando con su cubo rubik-. Pero no estoy interesada en esos eventos.

-yo no puedo bailar, nunca me llamo la atención -respondio Iska.

-yo solo lo básico -dijo Ryana con una sonrisa nerviosa.

-¿Y tú Kaguya? -pregunto Neze volteando a ver a la oriental la cual seguía tocando su violín.

-obviamente que se bailar, lo aprendí desde que era una niña así que soy muy buena -respondio con los ojos cerrados-. Y no Alise, no te voy a enseñar a bailar.

-mala -se quejo la pelirroja cruzándose de brazos.

-bueno, aun falta un mes para esa curiosa fiesta así que Astrea-sama vera quien de nosotras irá, honestamente yo no quiero ir, no se me da muy bien esos lugares -dijo la loba rascando su mejilla.

-solo esperemos que sea una fiesta sana nada más -pidió Maryuu.

Mientras ellas platicaban Kaguya seguía tocando su violin aunque repentinamente se detuvo.

-baile -pensó con los ojos entrecerrados-. Un baile.

Lentamente Kaguya se sento en un sofá y dejo su instrumento a un lado y pensar sobre ello.

-un dios junto a uno de sus hijos, la gran mayoría siempre lleva a su hijo favorito -seguía pensando mientras observaba a sus amigas platicar.

¿Quien era el hijo favorito de la diosa Hestia?.

¡Exacto! El conejo.

-creo que se me ha ocurrido una idea -pensó sonriendo levemente-. De hecho creo que puede funcionar.

-cuando Kaguya sonríe de esa forma es porque esta planeando algo.

-si.

Susurraron Noin y Asta viendo con ojos entrecerrados a su amiga.

-si, puede funcionar -pensó Kaguya llevando su mirada a la ventana-. Será una muy buena excusa para acercarme a él.

-¡La comida esta lista!.

La voz de su diosa se escucho en el comedor haciendo que inmediatamente todas fueran al lugar para comer dejando de último a Kaguya la cual iba a paso lento.

-pero me lo tomare con calma, no quiero fracasar como hoy -pensó con el ceño fruncido.

Talvez hoy fracaso en su plan pero no era su derrota, aún podía averiguar quien era él.

Quería descubrirlo antes de que esa persona se revelará por si misma ya que esa sería una derrota definitiva para ella y no quería eso.

-veamos como terminara esto....

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En la mansión Chimenea.

-¡Bell‐kun!.

-¡¿Que?!.

-¡¿Puedes bailar?!.

-¡¿El baile de la gallina cuenta?!.

-¡Obviamente no idiota!.

-¡Entonces no puedo!.

-¡Entonces aprende porque dentro de un mes iremos a un baile y no aceptaré un no por respuesta!.

-ugh.

Un mes para que inicie el baile.

===Fin del capítulo===

Bueno aquí termina el capítulo de hoy espero que les haya gustado si es así voten y comenten que les pareció ya que eso me motiva a seguir escribiendo.

¿Que les está pareciendo esta humilde historia hasta el momento?.

Como ven solo es una historia dedicada al romance y a la comedia, obviamente no habrá ninguna pelea creo, espero que les guste este tipo de historia sin accion ya que disfruto escribiendola.

Sin más que decir me despido adiós cuídense y no tomen drogas.

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