Capítulo 13:Aprobación

Por los pasillos de la sede de la familia Astrea iba caminando una sonriente elfa en dirección a su habitación.

Esa elfa era Ryuu la cual acababa de volver de su trabajo como camarera habiendo sido un día agotador.

Pero ese agotamiento no se notaba en la animada sonrisa que cargaba.

Era raro verla así de feliz.

—jeje amiga —pensó en el momento en que entró a su habitación y cerró la puerta—. Kaguya me considera su amiga.

Si, Ryuu aún seguía pensando en esas palabras que dijo la oriental.

Talvez para muchos no significaran nada pero para la elfa saber que la oriental la consideraba su amiga pues era motivo de felicidad.

Siempre pensó que le caía mal pero por lo visto estaba equivocada.

Incluso dijo que era una persona leal y escuchar eso de una persona que usualmente era fría pues la hacía feliz, principalmente porque siempre se habían peleado.

—mmmm.

Aun con una sonrisa Ryuu empezó a cepillar su cabello mientras tarareaba una canción olvidando por completo que había causado un desastre amoroso con Bell y Astrea.

Pero no podía evitarlo, se sentía muy feliz.

—no se porque pero siento que este es el inicio de una buena amistad —pensó emocionada—. El próximo mes es el cumpleaños de Kaguya, debería de darle un regalo y decirle que también la considero una gran amiga, de seguro no se lo espera.

En su mente ya estaba preparando muchas cosas para arreglar su relación con la oriental como pedirle entrenar juntas o ir al calabozo o incluso jugar algún juego de mesa como Noin y Asta.

Ryuu de verdad se sentía feliz por esas palabras que escucho.

—y lo más gracioso de todo es que se avergonzó, siempre intenta ir un paso adelante pero esta vez yo gane —pensó terminando de cepillar su cabello—. Pero basta de bromas, ahora haré las cosas bien y veré la manera de llevar las cosas en paz con ella. Quizás al principio se me dificulte pero estoy segura que después seremos buenas amigas.

Dudaba mucho en tener una amistad como la que tenia con Ardee pero esperaba llegar a tener una amistad de respeto y esas cosas.

Una amistad de compañeras de batalla.

—desde hoy dará inicio un nuevo comienzo, el fin de mis tontas peleas con Kaguya —pensó apretando sus puños—. Ya nunca peleare con ella, lo prom.....

Pero antes de que Ryuu terminara sus pensamientos la puerta de su habitación salió volando en pedazos haciendo que saltará del susto y rápidamente se pusiera en guardia.

—maldita elfa de mierda —susurro una chica con un tono de muerte entrando a la habitación.

—¿Kaguya? —susurro Ryuu sorprendida al ver a la oriental con una expresión de ira frente a ella—. ¿Q‐Que paso?.

—así que tú fuiste la maldita graciosa que se burlaba de mi con cada carta que mandaba Bell —dijo con una sonrisa torcida tronando sus nudillos.

El rostro de Ryuu pasó a uno pálido al escuchar esas palabras.

—claro, era más que obvio que ese tonto conejo estaba recibiendo la ayuda de alguien para pasar desapercibido, era imposible que fuera tan listo por su cuenta......pero jamas imagine que fueras tú.

—e‐espera Kaguya, lo hacía por una buena causa.

—¿Buena causa? Escribir en un papel "mejor suerte para la próxima tonta oriental" ¿Es parte de la buena causa?.

—......

—hoy te mueres.

—¡E‐Espera Kaguya, estábamos en el inicio de una buena amistad!.

—¡Esa buena amistad comenzará después de la paliza que te daré elfa de mierda!.

Y de un salto Kaguya cayó encima de Ryuu y empezó a tirar de sus cabellos acción que también copio la elfa empezando a estamparse ambas en cada pared de la habitación creando leves grietas.

—¡Está bien! ¡Lo admito! ¡Lo hice para burlarme de tí pero porque te lo mereces estúpida oriental! —grito Ryuu empezando a jalar con más fuerza el cabello de Kaguya—. ¡Siempre te burlas de mi pero esta vez yo estuve un paso adelante de ti! ¡¿Que se siente que te hayan visto la cara de estúpida?!.

—¡Callate elfa de pantano! —grito enojada estanpandola contra la pared.

—¿Recuerdas ese día que te quedaste toda la noche como tonta esperando a que llegara el chico de las cartas y que al final nunca apareció? ¡Fui yo Kaguya! ¡Yo le di aviso a Cranel-san que llegara preparado para no ser descubierto!

—¡Cierra la boca!.

—¡Si! ¡Tus brillantes planes siempre fallaron! ¡Yo siempre estuve allí Kaguya!.

Los sonidos de los golpes en la pared y suelo sonaban en toda la habitación, incluso la persona que estaba en la habitación de abajo podía escucharlas.

—¿Que tanto están haciendo? —pensó Astrea colocando una hoja en un sobre escuchando los golpes de la habitación de arriba—. ¿Estarán jugando?.

—¡Elfa de mierda!.

—¡Oriental estúpida!.

—si, están jugando —susurro la diosa volviendo a bajar la mirada y seguir con lo suyo.

Pero ¿Que fue lo que sucedió para que Kaguya actuará así? ¿Cómo fue que descubrió el secreto de Bell?.

Pues para eso retrocedamos un poco en el pasado.

Unas horas antes.

Piso dieciocho.

—y ese seria el último.

Fueron las palabras que dijo Bell terminando de atar al último traficante que estaba en esa guarida estando todos noqueados en el suelo.

—oye, para ser tú primera misión no lo hiciste nada mal —felicito la oriental mientras buscaba algo de interés entre la gran cantidad de papeles que tenían los traficantes en su guarida.

—jeje gracias —dijo feliz por el elogio.

La batalla no fue para nada complicada para ambos ya que sus enemigos a pesar de que algunos eran niveles tres no tenían mucha habilidad para pelear siendo rápidamente derrotados por el nuevo dúo justiciero.

Y después de darle la orden a Bell de que los atara, Kaguya empezó a buscar alguna clase de información interesante por el lugar.

—¿Y con esto ya eliminamos todo este trafico ilegal? —pregunto Bell curioso.

—no seas tonto, es más que obvio que esta no es su única base, es probable que tengan unas cuantas escondidas por Dedalo, estos imbéciles tienen bases por todos lados de la ciudad —respondio Kaguya tomando unas hojas que estaban encima de una mesa—. Aunque encontrar esas bases es trabajo de mi familia y la familia Ganesha así que no te preocupes.

—me gustaría seguir ayudando la verdad —susurro Bell queriendo participar en más de esas misiones para ayudar a la ciudad.

—no te preocupes, estoy segura que pronto habrá una misión interesante para ti —susurro leyendo esas hojas—. Vaya.....

—¿Que pasa? —pregunto curioso al escuchar el tono de voz de su compañera.

—parece que ese estúpido adivino no estaba tan loco —dijo con una leve sonrisa.

—¿Porque lo dices?.

—a que no adivinas para quien iba dirigido todo este cargamento —dijo mostrandole la hoja a Bell el cual la empezó a leer.

—familia Ishtar —susurro Bell con sorpresa.

—je parece que nuestra familia de prostitutas tienen ciertos negocios ilegales —dijo Kaguya con una sonrisa divertida—. Siempre sospeche que esa diosa y su familia tenían algo raro.

—¿Significa que ahora iremos a atacar a la familia Ishtar?.

—no seas tonto —regaño dándole un pequeño golpe con su dedo en la frente—. Hablamos de la familia Ishtar, una familia grande e influyente en Orario, esto es algo en lo cual tú no tienes que meter tus narices, esto es trabajo para mi familia, de hecho lo discutiré ahora con todas en la cena.

—ugh.

—no te sientas mal, en esa familia hay niveles cuatro fuertes y un sapo asqueroso de nivel cinco, lo mejor será que te mantengas alejado y evitar problemas.

—entendido.

—bien, recuerdo haber visto a unos miembros de la familia Ganesha en Rivira, iré a decirles lo sucedido para que se lleven a todos estos idiotas a la cárcel, mientras tanto tú cuida aquí y vigila que ninguno haga nada raro.

Bell solo asintió levemente aceptando la orden mientras la oriental guardaba la hoja y desapareció del lugar.

Ahora que quedo solo Bell decidió sentarse en una silla que estaba allí y vigilar a todos esos criminales los cuales estaban inconscientes.

Hacer esa misión junto a Kaguya se sintió liberador, principalmente por golpear a esos tipos, sentía que había liberado un poco de su frustración y tristeza con eso.

Tristeza que volvió al recordar a cierta diosa.

—Astrea-sama —susurro con tristeza viendo su guitarra con la cuerda rota.

Talvez se había distraído un poco con toda esa aventura que había tenido con la oriental pero la tristeza no se la quitaba nadie.

Recordar el bello rostro de esa diosa le producía dolor.

"Astrea-sama se está viendo con un hombre".

Esas palabras en esa carta fueron como estacas clavándose en su corazón.

—supongo que nunca tuve una oportunidad —susurro bajando la mirada y empezar a tocar suavemente la guitarra.

Aunque una cuerda estuviera rota aún podía tocar una agradable melodía.

—je soy tonto, yo, un humano saliendo con una hermosa y bondadosa diosa como ella, de verdad fui tonto al creer que podría lograr algo.

Las palabras en esa carta de verdad lo habían afectado.

—creo que tengo la inspiración para cantar —susurro escuchando el sonido de la guitarra.

Por alguna razón cantar también lo distraía un poco aunque fueran canciones de desamor.

Así que acomodándose un poco en la silla y aclarando su garganta Bell se dispuso a cantar un poco mientras esperaba a Kaguya.

—¿Qué haría yo si alguna vez dejaras de pensar en mí?.
Mi soledad, no quiero imaginar.
Sin tu amor no sé qué haría yo.

—fiuuuu amigo, que voz tienes.

El canto de Bell se vio interrumpido al escuchar otra voz en ese lugar viendo que era uno de los hombres que estaban atados en el suelo.

—tienes una voz estupenda.

—......gracias —agradeció Bell un poco incómodo.

—pero por el tono y la letra me imagino que te rompieron el corazón ¿Cierto?.

—.....

—lo sabía, lo siento mucho amigo, que te rompan el corazón es demasiado doloroso, yo el mes pasado vi a mi novia besándose con mi mejor amigo y créeme, esa es una sensación que no se la deseo a nadie.

—......

—pero no te preocupes, ya veras que todo saldrá bien, solo se positivo y la vida te empezará a sonreír.

—gracias por los ánimos —susurro Bell no sabiendo si sentirse más triste.

—oye yo conozco un método para que desaparezca más rápido la depresión.

—¿Enserio? ¿Cómo? —pregunto curioso.

—¿Ves aquella caja que está haya?.

—¿Si?.

—saca uno de los paquetes de esa caja e inhala un poco del polvito mágico, verás como la depresión se te quitara en cuestión de segundos, es muy efectivo ¿Que dices?.

—n‐no gracias, así estoy bien —se nego apartando la mirada nervioso.

No sabía mucho de ese mundo pero según Kaguya era lo más bajo que pudiera hacer una persona además que arruinaría su vida.

Si, lo correcto era negarse.

No tomar drogas.

Además que Kaguya le daría una paliza si se enterara de lo que había hecho.

—tú te lo pierdes —dijo el tipo con aburrimiento dejando caer su rostro otra vez al suelo.

—aaaah....

Bell solo soltó un suspiro cansado y continuo tocando su guitarra suavemente esperando que su compañera regresara.

Lastimosamente sus pensamientos deprimentes sobre Astrea no desaparecerían por un rato.

Tiempo después.

Media hora después Kaguya regreso con unos cuantos miembros de la familia Ganesha los cuales rápidamente se llevaron a todos los criminales a la superficie incluido el cargamento de droga y darle el informe al gremio.

Aunque la oriental decidió guardarse la información de la familia Ishtar por el momento, eso sería un problema más complicado como para estar lidiando con ello ahorita.

Y después de todo ese problema Kaguya y Bell nuevamente se quedaron solos en el piso dieciocho empezando a caminar por el bosque sin destino alguno aunque el albino no se había dado cuenta de ello, solo empezó a seguir a su compañera intentando no pensar mucho sobre el tema de Astrea.

—¿Y bien? —pregunto Kaguya.

—¿Y bien que?.

—¿Que tal te sientes después de hacer tú primera mision? —pregunto con una leve sonrisa.

—bien.......supongo, te distraes un poco y aprendes cosas nuevas —respondio bajando la mirada.

—¿Distraerte? No seas idiota, estás misiones son para que Orario este seguro de ese tipo de criminales no como distracción —volvió a regañar dándole otro golpe con su dedo en la cabeza—. Pero si, supongo que cuando tienes problemas ayuda a distraerte un poco pateando traseros.

—no lo decía en ese sentido.

Kaguya solo entrecerro los ojos levemente al ver que Bell había vuelto a tener esa actitud apagada que tenía en la mañana, de verdad que era molesto verlo así.

Con esa actitud parecería que respondería cualquier cosa sin detenerse a pensar en la pregunta.

—......

Kaguya abrió los ojos levemente al darse cuenta de ese detalle sintiéndose una tonta por no haberlo notado antes.

—vaya, que vista —susurro el albino saliendo del bosque junto con la oriental y estar frente a un acantilado teniendo un gran vista del resto del bosque en lo alto—. Aún me sorprende que un lugar así esté en el calabozo.

Sin preguntarle a Kaguya, Bell se sento en la orilla del acantilado para observar el lugar.

Y ella pues al no tener nada importante que hacer se sento a su lado, ademas que no se iba a ir de allí hasta saber la verdad.

Que de hecho ya la tenia en su mano.

—lo siento —se disculpo Kaguya captando la atención de Bell.

—¿Uh? ¿Porque te disculpas? —pregunto extrañado dejando de ver el paisaje.

—por tú guitarra, se rompió una cuerda por mi culpa y se muy bien que esas cosas no son para nada baratas, yo me enojaria si las cuerdas de mi violín se rompieran —respondio viendo la guitarra dañada de su amigo.

—ah eso, no te preocupes, solo es una cuerda nada más, aun puedo tocar música —dijo sonriendo levemente.

—un día de estos te comprare una nueva guitarra como disculpa.

—no es necesar....

—he dicho que la voy a comprar.

—esta bien, hazlo.

Bell sabía que sería inútil discutir con Kaguya sobre eso así que mejor acepto que le comprara una nueva guitarra.

—también lo siento por haberte arrastrado al calabozo en contra de tú voluntad, se que querías estar solo y yo ignore lo que querías —volvió a disculparse haciendo que Bell alzara una ceja.

—¿Kaguya? ¿Eres tú?.

Lo siguiente que recibió Bell fue un puñetazo que por poco lo hace caer al acantilado si no fuera porque Kaguya lo tomó del cuello de la camisa antes de que cayera.

—intento ser amable contigo y tú sales con eso, idiota.

—p‐perdón —se disculpo acariciando su mejilla adolorido.

—aaaah.

Kaguya solo soltó un suspiro cansado dejando caer su cuerpo hacia atrás acostándose en el césped y ver los cristales que estaban en el techo bajo la atenta mirada de Bell.

—oye tonto.

—¿Que?.

—¿Porque no le mandaste una carta a Astrea-sama hoy en la mañana?.

—.......simplemente no me sentí con los ánimos suficientes para escribir una —susurro Bell su respuesta bajando la mirada decaído.

—.....

—.....

—.....

—.....

—.....

Aunque segundos después abrió los ojos en shock al darse cuenta de la pregunta que había respondido.

Rápidamente volteo a ver a Kaguya la cual lo seguía viendo con la misma expresión tranquila y a la vez con una mirada de "te atrape".

—¡No! ¡Olvida lo que dije! —grito Bell desesperado sintiéndose un idiota por no pensar en la pregunta que le hicieron antes de responder.

—tarde, acabas de confesar la verdad conejo tonto —susurro Kaguya con una sonrisa divertida al darse cuenta de lo fácil que fue hacerlo hablar.

Caso contrario a Bell el cual se empezó a alterar y a asustar.

—K‐Kaguya, te juro que es una equivocación  —dijo preocupado poniendose de pie—. L‐Lo de las cartas....y‐yo te juro que no soy......d‐digo, yo no se de q‐que cartas estas hablando.

—mientras más hablas más me estas dando la razón —dijo viendo como el albino se ponía más nervioso y asustado.

—y‐yo.....lo que pasa, s‐si lo que quieres es que y‐ya no vuelva escribir cartas y‐yo.....

—oye tonto, tranquilizate —Kaguya aun tranquila se sento en el césped y vio el rostro nervioso de Bell el cual tenia una expresión de haber cometido el mayor pecado—. No es como si te fuera a matar o algo así al saber que tú le escribes cartas a Astrea-sama.......solo siéntate y platiquemos tranquilamente.

—........¿No estas enojada? —pregunto Bell extrañado ya que el creía que Kaguya al saber la verdad se lanzaría a atacarlo y lo amenazaria de no volverle escribir cartas a su diosa.

—......hace un mes atrás probablemente te hubiera amenazado —susurro viendo con una expresión tranquila el paisaje—. Solo siéntate y hablemos.

Bell aun extrañado decidió obedecer y se sentó nuevamente a su lado pero con la guardia un poco en alto por si era una trampa para atacarlo.

—más de un maldito mes intentando descubrir tú secreto todo para que al final tú mismo lo admitas sin que te des cuenta, parece un chiste —dijo soltando un suspiro cansado—. No se si tú eres el estúpido o yo soy la estúpida......quizás ambos.

—¿A‐Acaso no lo sabías? —pregunto extrañado ya que él creía que ella ya lo había descubierto al haberle hecho esa pregunta.

—pues ayer aun tenia muchas dudas pero desde que te vi esta mañana casi todas mis dudas fueron aclaradas, lo único que faltaba es que tú confirmaras todo y lo hiciste sin darte cuenta tonto.

—ugh, simplemente no pensé en la pregunta.

—je por lo visto tú ya sabias que yo te estaba investigando, felicidades, eres la primera persona que me hace estresarme tanto y tardarme más de un mes en descubrirlo, eres el mayor reto que he tenido hasta ahora.

—....gracias, supongo —susurro Bell un poco extrañado por la actitud que tenia Kaguya hacia él.

Era todo lo contrario a lo que el imaginaba que sucedería una vez descubriera su secreto, siempre creyó que una vez Kaguya descubriera su secreto todo terminaría para él pero no fue nada de eso.

Casi parecía que no le molestaba que estuviera enamorado de su diosa.

—así que enamorado de Astrea-sama, de verdad que estas loco —susurro dejándose caer otra vez en el césped—. Aunque tampoco me extraña, solo eres otro de los miles de hombres que están detrás de ella queriendo lograr algo.

—ugh.

—pero bueno, al menos tú eres el más decente de todos esos imbéciles.

—¿Eh?.

Bell abrió los ojos levemente sorprendido al escuchar esas palabras volteando a verla.

—¿A‐Acaso no te molesta que este enamorado de Astrea-sama?.

—como dije, hace un mes te hubiera amenazado sin dudar......pero ahora......

—......

—aaaah lo siento —volvió a disculparse soltando un suspiro.

—¿Y ahora porque te disculpas?.

—porque actúe como una tonta —susurro volteando la mirada a otro lado—. Yo......yo al principio solo te estaba utilizando.

—¿Eh?.

—solo estaba fingiendo ser tú amiga para averiguar si eras o no ese chico —confesó haciendo que Bell sintiera un extraño dolor al escuchar eso—. Si, lo se, es algo bajo lo que hice pero lo único que quería era quitar del camino al idiota que estaba detrás de mi diosa.

—......

—creí que seria fácil pero después de fallo tras fallo empezó a ser frustrante y estresante para mi, me lo tomé más como un reto que otra cosa —susurro volviéndose a sentar en el césped y ver el paisaje—. A mitad de mes ya no lo hacia por mi diosa, lo hacía por mi orgullo, me habías engañado tantas veces que se transformó en algo personal para mi.

—jeje —Bell rio de forma nerviosa al escuchar eso.

—pero......pase tanto tiempo contigo entrenándote o practicando el baile que lo que era falso para mi se convirtió en algo.......verdadero —susurro volteando a verlo—. No puedo creer que vaya a decir esto pero sin darme cuenta....y‐yo.....y‐yo.....

Bell solo abrió los ojos levemente sorprendido al ver como le estaba costando hablar.

¿Acaso eso era......una confesión de amor?.

¿Acaso Kaguya se había enamorado de él?.

¿Que haría?.

—Kaguya —susurro Bell viendo como la oriental se sonrojaba levemente—. Lo siento.....

—¿Eh?.

—lo siento pero no puedo aceptar tus sentimientos, yo estoy enamorado de Astrea-sama.....de verdad lo siento.

—.......

Minutos después.

Bell estaba tirado en el suelo con su cuerpo molido a golpes y a Kaguya de pie con una expresión irritada.

—pedazo de idiota, estaba a punto de decir que sin darme cuenta te empecé a ver como un amigo de verdad —dijo con una vena en su frente—. ¿Enamorada de ti? No te creas tan especial conejo tonto.

—p‐perdón.....

—aaaaah.

Soltando otro suspiro cansado Kaguya saco una poción de su bolsillo y se la rocío a Bell para después volver a sentarse en la orilla de ese acantilado.

—e‐entonces ¿Nuestra amistad no es falsa? —pregunto Bell con esperanza.

—....no, al menos ahora ya no lo es —dijo bajando la mirada con un poco de culpa—. Lo siento por haber estado fingiendo algo, se que fue algo bajo de mi parte pero lo hacia por mi diosa......o esa es la excusa que doy.

—no creo que sea una excusa, tú verdaderamente te preocupes por tú diosa.

—como dije, después de unas semanas solo lo hacía por mi orgullo, yo no soy la mejor hija o amiga que digamos.

—Kaguya.

—pero intento ver el lado bueno de esto, pude conocerte mejor y hacer un nuevo amigo, el primer amigo masculino que tengo podría decirse —dijo sonriendo levemente—. Y digamos también que mis días ya no son aburridos y repetitivos como eran antes, entrenarte para el baile y esas cosas ha sido divertido la verdad.......dejando de lado las veces que me pisabas el pie.

—l‐lo siento por eso.

—aaah no puedo creer que haya dicho todo eso, de alguna manera se siente liberador decir lo que sientes de vez en cuando.

Bell sonrió levemente al escuchar eso, por primera vez Kaguya estaba siendo sincera con él y eso lo alegraba.

Aunque segundos después una duda llegó a él.

—¿No te desagrada que este enamorado de tú diosa y le escriba cartas? —pregunto temeroso por la respuesta.

—.......haz lo que quieras.

—¿Eh?.

—te conozco Bell y aunque odie admitirlo me haz demostrado que eres un buen chico, algo idiota pero lo eres, de entre todos los idiotas que están detrás de ella tú eres el más decente y el único aceptable......se que tú no la dañarías y que no estas detrás de ella solo por su cuerpo como muchos, de verdad quieres a Astrea-sama.

—entonces tú......

—si......aunque no es necesario te doy mi aprobación.....tsk, no puedo creer que le haya dado el visto bueno a un hombre para que este coqueteando con Astrea-sama.

Desde hace días atrás Kaguya había aceptado a Bell, de hecho en los últimos días estaba deseando que él fuera ese misterioso chico no queriendo que al final fuera algún enfermo ya que su diosa parecía estar enamorándose de ese chico misterioso.

Pero por fortuna sus sospechas terminaron siendo ciertas siendo Bell ese chico de las cartas cursis.

Jamás creyo que alguien tímido como él llegaría a escribir cosas tan melosas y dulces en esas cartas.

—solo te advierto que no te atrevas a lastimarla o si no te cortaré en pedazos.

Los ojos de Bell brillaron de felicidad al escuchar esas palabras, se sentía como un chico recibiendo la aprobación de una madre para salir con su hija.

—¿Eso significa que me vas a ayudar a conquistar a Astrea-sama?.

—¡Ja! Claro que no idiota, conquistala con tus propios medios aunque dejando de mandarle cartas no lo lograrás.

La expresión alegre de Bell pasó a una deprimida al escuchar esas palabras recordando su tristeza inicial.

—dudo mucho que Astrea-sama se fije en mi —susurro desanimado.

—¿Ah? ¿Y porque crees eso?.

—¿Acaso Astrea-sama no se esta viendo con un hombre? —pregunto notándose la tristeza en sus ojos.

—¿Viéndose con un hombre? ¿Acaso eres imbecil o que?.

—¿Eh?.

—como crees que Astrea-sama se está viendo con un hombre si lo único que hace es pasar tiempo en la sede o ir a tú sede para ver a la diosa Hestia, no seas estúpido —dijo no pudiendo creer que Bell fuera tan idiota—. Si estuviera saliendo con un hombre todas en la familia lo supiéramos ya que ella no es buena guardando secretos.

—p‐pero....

—¿Pero que? No se quien te dijo eso pero es un idiota, incluso es hasta gracioso que digan que se está viendo con un hombre —dijo volviendo a acostar en el césped—. A veces demuestras que eres una persona lista pero después vuelves a ser un estúpido.

—entonces eso significa......

—si Astrea-sama estuviera saliendo con un hombre todo este tema de la investigación fuera innecesario ya que ese chico misterioso no tuviera ninguna oportunidad, no seas idiota Bell y piensa un poco antes de sacar conclusiones, no hagas que me arrepienta en aceptarte como posible pareja de mi diosa.

—......

La tristeza inicial que tenía Bell fue desapareciendo poco a poco al escuchar lo dicho por Kaguya.

Astrea no estaba saliendo con un hombre.

Todo eso era una equivocación.

Saber eso fue como recibir mil años de vida sintiendo como una enorme felicidad crecía en él.

—además que Astrea-sama esta enamorada de tí como para que tenga ojos en alguien más —pensó la oriental con su mirada clavada en los brillantes cristales en el techo—. Aaaah ya que, solo dejaré que todo siga su curso y que suceda lo que vaya a suceder.

Hablar con Bell se sintió como haber confesado todos sus pecados y de alguna extraña manera eso se sintió liberador.

Sentía que se había quitado un gran peso de encima ahora prometiendo no volver a meter las narices donde no la llamaban.

De alguna extraña manera sentía que todos esos malentendidos y problemas que habían sucedido en los últimos días habían sido en parte su culpa.

Así que lo mejor sería mantenerse alejada de eso.

Aunque segundos después frunció el ceño con enojo al recordar cierto tema que había olvidado volteando a ver al albino con enojo.

Mientras Bell solo se quedó sentado con una sonrisa feliz después de esa platica.

Kaguya, aunque no tenia ningún tipo de derecho lo había aceptado como pareja de Astrea y eso lo hacía feliz.

Además que gracias a ella se había enterado que ella no se estaba viendo con ningún hombre.

Saber eso hizo que toda la determinación regresara a él para poder conquistarla.

Las cosas habían salido bien.

—ugh....

Pero sus pensamientos alegres se vieron cortados al recibir un potente golpe en el hombro que por poco se lo disloca de parte de su amiga.

—¿Y‐Y eso porque fue? —pregunto adolorido viendo la expresión enojada de la oriental.

—¿Me puedes explicar porque te burlaste de mi en esa carta? ¿Lo recuerdas? "Tonta oriental" —pregunto con el ceño fruncido reteniendo sus ganas de darle otro golpe.

—¿De que hablas?.

—no te hagas el imbecil que ese día te burlaste de mi con tus estúpidos juegos para que bajara la guardia maldito idiota.

—oye yo no he hecho nada —se defendió Bell asustado al ver como su puño amenazaba con golpearlo otra vez.

—estas pidiendo a gritos que te de otro golpe.

—¡Yo no he hecho nada! ¡Es probable que haya sido Ryuu‐san!.

Al gritar esas palabras Bell rápidamente se tapo la boca aunque ya era demasiado tarde.

La expresión enojada de Kaguya paso a una desconcertada al escuchar esas palabras.

—¿Lion? ¿Que tiene que ver la elfa tonta en esto? —pregunto mientras su termometro de ira iba subiendo.

—jejeje ¿Ryuu‐san? Yo no dije e‐eso....

—.....habla Bell...... —ordenó empezado a tener un fuerte tic en el ojo ya haciéndose una idea.

—K‐Kaguya, t‐tranquilizate.....

—Bell Cranel........dilo....

—....

—....

—....

—....

—p‐pues R‐Ryuu‐san......

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Actualidad.

—¡¿Pero que mierda?! —grito Lyra al ver como la pared de su habitación fue derrumbaba saliendo del agujero Ryuu y Kaguya la cuales seguían peleando—. ¡¿Que mierda les pasa a ustedes dos?!.

—¡Maldita elfa! —grito Kaguya estampando el rostro de Ryuu contra el escritorio de Lyra el cual se hizo pedazos.

—¡Sigue llorando estúpida oriental! —grito Ryuu lanzando a Kaguya hacia el armario de la hobbit el cual también se hizo pedazos.

—¡Malditas idiotas! ¡Mi habitación! —grito Lyra alterada al ver como ambas seguían dándose puñetazos y jalones de cabello—. ¡Esperen! ¡No vayan a esa esquina! ¡Tengo mis bombas!.

—¡LIOOOON!.

—¡KAGUYAAAA!.

Mientras fuera de la sede.

Astrea iba caminando hacia la salida de su hogar con un sobre en manos con una carta muy especial dentro de ella.

Le tomo mucho tiempo pero al final había escrito todo lo que había estado guardando en su corazón......bueno, no todo ya que se había guardado algunas cosas.

Pero lo que quería decir ya lo había escrito.

¡BOOOOOOOM!.

Astrea se detuvo al escuchar una explosión a sus espaldas dándose la vuelta viendo como la explosión se origino en la segunda planta, precisamente en el cuarto de Lyra llevándose la habitación de Ryuu y Alise de paso.

—¡NOOOOOOOOOOO! ¡MIS ESPEJOS!.

El grito desgarrador de la pelirroja se escucho en el interior de la mansión mientras se escuchaban también los gritos llenos de rabia de Lyra.

—espero que tengamos suficientes ahorros para arreglar eso —pensó Astrea negando levemente pensando en un castigo para las que ocasionaron eso.

Pero dejo eso en segundo plano, su prioridad en ese momento era dejar esa carta.

Y con esos pensamientos Astrea salió de la sede en dirección al correo de Orario (familia Hermes) para dar la carta.

Obviamente ella no iría personalmente a darla, preferiría mandarla con alguien más  y no arriesgarse.

En los próximos días Bell recibiría una sorpresa en el buzón de su sede.

—¡LUMINOUS WIND!.

—¡GOKOU!.

—¡ARVELIA!

===Fin del capítulo===

Bueno aquí termina el capítulo de hoy espero que les haya gustado si es así voten y comenten que les pareció ya que eso me motiva a seguir escribiendo.

Sin más que decir me despido adiós cuídense y no tomen drogas.

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