Como ya era comun las personas que pasaban alrededor de Matt no se daban cuenta de su existencia , era totalmente frívola la manera en que era ignorado y rechazado por sus compañeros.

Nadie lo saludo al entrar por el pasillo, nadie le dirigió la palabra ni le pregunto como estaba aquel día que iniciaba el año escolar, nadie lo miro a los ojos excepto ella cuando cruzaron miradas por un segundo.

Desde el otro extremo del corredor ella se encontraba guardando unos libros en su casillero , se encontraba tan linda como Matt la recordaba y pareciera que el verano le sentó muy bien debido a su aspecto tan bronceado y hermoso.

Nunca habían cruzado palabras y ni mucho menos un saludo , él estaba casi seguro que ella ignoraba su existencia en aquel lugar al igual que la mayoría de sus compañeros.

Pero el no sabía que estaba equivocado, aquella chica a pesar de que nunca se había decidido a hablar con aquel solitario chico siempre lo había estado observando a lo lejos. 

Ella lo recordaba desde aquel día en séptimo grado cuando el se presentó frente a la clase y por su tartamudeo todos en el salón se burlaron de él, recordaba exactamente cuando el comenzó a aislarse de todos y ser cada vez más solitario.

Siempre lo estuvo observando en silencio, muchas veces sin que él se diera cuenta pero nunca obtuvo la suficiente valentía de acercársele, ella era simplemente no podía hacerlo.

Muchas veces ella deseo poder hablarle a aquel chico sin ponerse nerviosa, le habría dicho que llamaba su atención desde hace años y que ella si lo notaba entre todos los chicos, ella no lo ignoraba como todos los demás; pero nunca se atrevió.

Así que solamente cerró su casillero con fuerza y se retiró por el pasillo a su próxima clase , ignorando aquellos ojos que le perforaban tan profundamente su alma.