Carta 10: Holi Demon - Parte II

Hotel Mukund Palace, Mathura, martes en la madrugada

Demon Demon:

¡FELIZ CUMPLEAÑOS A TI! ¡Y A MI! No estaba muy emocionada respecto de cumplir años, ya sabes... pero ahora que hemos viajado hasta aquí y tendremos una fiesta INCREÍBLE esta tarde, ya estoy de mejor humor. Por eso... y por mi cachorrito.

Oh, es tan precioso. Ya estoy completamente enamorada de él. Es tan ruloso, y tran gris... parece que un lobo hubiera hecho cochinadas con un fox terrier. No te engañes: tiene cara de fox terrier, pero no lo es. En el poco tiempo que pude verlo, lo adoré (Andrew, que además de tener a Cosmo a su cuidado es mi profesor de cocina... bueno, eso dijo... me explicó cómo hacer una videollamada y pude verlo corretear por un apartamento, revolcarse en el suelo y mostrar la panza, revolear unas medias y atacar a lametasos al pobre chico, que parece bastante corpulento pero rodó al suelo con computadora, perro y todo). Por suerte intercambiamos números y seguimos en contacto. Ese Andrew tiene un no se qué que me inquieta... pero tal vez sea solo mi imaginación.

Y ahora que soy una genia de las videollamadas y la gente quiere decirme feliz cumpleaños, hace un rato me pareció que sería fantástico organizar una con mis nuevas amigas Casey y Kate, además de Pattie. No he tenido mucho tiempo para compartir con ellas, pero son muy amables y me agradan mucho. Estuvimos un buen rato charlando sobre el trabajo de Kate en el hospital, el béisbol, el equipo de Robbie y lo bien que les está yendo en el torneo femenino (y cómo están guardando mi puesto para que a ninguna desubicada se le ocurra reclamarlo). Nos estábamos descomponiendo de risa con la historia de la última cita desastrosa de  Casey cuando la conversación se puso realmente interesante.

—Eso es lo que gano por intentar salir con extranjeros, sip —vi que Casey le hacía caras a su compañera secretaria para que la dejara hablar en paz— lo mío son los muchachos rudos, la tierra y las pick ups...

—Mientras más grande, mejor... tú sabes —Katey estaba comiendo una ensalada y riéndose— y no me refiero a la camioneta

—Lo sé cariño, yo tampoco... creo que el próximo que me busque va a ser bien musculoso y barbudo, para sacarme el mal gusto...

—¡OH! Entonces deberías salir con mi profesor de cocina, Andrew —acoté alegre— es de lo más grandote y barbudo que he visto

Las dos se quedaron tan quietas que no sabía si se les congelaron las pantallas o qué. Pattie comenzó a toser y les explicó a toda velocidad el incidente de la mañana. Aún estoy algo sorprendida por las caras de sorpresa que tenían cuando supieron que hablé con ese tipo, y ahora que lo pienso mejor, no sé si la palabra es sorpresa... parecían asustadas. ¿Cuál puede ser el problema con hablar con el hombre que está cuidando a Cosmo?. No puede ser tan malo si le dejaron encargado a mi cachorrito... o eso espero.

La conversación se quedó en suspenso. —¿Dije algo malo? —pregunté intrigada.

—No, claro que no —contestó presurosa Casey— es que no pensé que hubieras hablado con él, siendo tu profesor de cocina... eehhmm y... mmm... ¿qué te pareció?

¿WHAT?...Y eso qué importa. —Hhmmm no sé... simpático... barbudo...

—Tú sabes a lo que me refiero... —dijo Casey apoyándose sobre su mano y abriendo grandes los ojos marrones— es atractivo y...

—Y un imbécil de antología —ladró Casey, que estaba sentada a mi lado

—Y casi que es mejor perderlo que encontrarlo... — apuntó Katey revoleando unos hojas verdes con su tenedor.

—La verdad, no sé... sólo espero que cuide bien a Cosmo... él puede cuidarlo, ¿verdad?

—Claro que puede... y ahora responde lo que te pregunté, maldita sea...

¿Por qué les importa tanto?. —Las únicas cosas que se ven tan bellas y son realmente buenas por dentro y por fuera son los cosméticos caros, Casey... —comenté guiñándole el ojo a la cámara y sonriendo— y ni siquiera sabes cómo va a quedarte hasta que te lo embarraste en la cara...

Las cuatro comenzamos a reírnos por la tontería de comparación que hice. El tema cambió vertiginosamente a los bonitos bronceados que tenemos en estos días; el de Pattie es un dorado caribeño, y el mío es 83% pecas y 17% color real. Nos despedimos con muchos saludos de cumpleaños y promesas de festejo cuando vuelva a casa.

Cuando vuelva a casa. Ni siquiera sé cómo va a ser eso. Casi no puedo pensar en lo que voy a hacer mañana, porque no quiero llegar a planear el día en el Adam no vaya a estar cerca. Se acerca el final del viaje, y aunque estoy pasándola de maravilla, cada vez que lo escucho hablar de Londres me dan ganas de correr a esconderme y llorar. ¿Crees que debería decirle algo?. Nunca me prometió nada, ni hablamos de noviazgo, o relaciones de ningún tipo, pero... es la manera en la que se comporta. Ahora mismo, mientras te escribo, está apoyando su frente en una de mis piernas. Hace al menos cincuenta grados en esta habitación, estamos transpirados hasta los confines del alma, pero aún así está junto a mi piel. Es como si necesitara saber constantemente que no me he ido, que sigo aquí. Tal vez por eso siempre está detrás mío cuando me desoriento, atento a cualquier cosa que pudiera desear, rodeándome con los brazos a cada instante. Le importa un rábano que nos vean, lo sé, pero sigue siendo cuidadoso porque se lo he pedido, nada más. 

Y aún así... aunque es evidente que esto es más que una tontería de vacaciones... no dice una palabra. No puedo estar equivocándome tanto como para confundir una bobada con esto.

Mientras viajábamos hasta aquí, me tomé un momento para sentarme con Robbie. Seguía enfadado por el incidente del teléfono (del que escapé ilesa solamente porque Adam me encontró antes que Robert), y lo hizo notar haciéndose el interesante, ignorándome y negándose a convidarme naranja a pesar de que le pedí un poco. No le duró mucho, porque apareció al rato con una naranja entera (que acepté alegremente, obvio) y una media sonrisa.

—¿Crees que vas a seguir enfadado mucho tiempo más?

—No estoy enfadado

—Mejor le avisas a tu cara... tienes los cachetes llenos de furia, creo...

—Papita, no seas tan mocosa —me empujó contra el vidrio del tren— no vaya a ser que tu novio inglés se entere de—

AY NONONO. —No Robbie no, lo siento, precioso —le hice ojitos tiernos, pero como siempre, lo único que logré fue que me hiciera una mueca de "ni lo intentes"— ya no voy a portarme así... pero necesitaba saber de mi perrito, aunque no lo entiendas

—Por supuesto que lo entiendo, D —noté algo de decepción en su voz— pero lo que tú no entiendes es que no queremos alejarte de tu pasado, cariño... la psicóloga dijo que tenía que ser paulatino, y eso intentamos, pero cuando haces estas cosas... no quiero que te hagas daño —me dio un golpe con el dedo en el medio de la nariz, como para reforzar el concepto de daño, supongo.

—Lo sé y lo lamento... perdóname —me apoyé en su hombro y me gané una revuelta de rulos, señal indiscutible de que se le pasó el enojo. Aproveché para tentar mi suerte y averiguar un poco más. Aquí vamos. —Robb... ¿por qué todas las chicas me preguntaron qué me parecía ese tipo que tiene a Cosmo?

Me miró con los ojos entrecerrados. — ¿Te preguntaron qué te parecía?

—Sí, varias veces... 

—Y bien... por lo poco que has visto... ¿qué te pareció?

Lo miré disgustada. Levantó los hombros con desdén, como disculpándose. No crucé más de cien palabras con este Andrew, pero se supone que ya tendría que tener una opinión formada; eso significa una sola cosa: que antes me caía mal. —Bueno, por lo poco que he visto —me esforcé en juntar la poca información que tenía sobre él— parece amable, sí... y parecía genuinamente preocupado por mí... tiene a Cosmo muy bien cuidado y feliz, eso está muy bien... 

Rob me observaba con una ceja levantada. —Lo que sí —comenté, disgustada— me preguntó qué estaba haciendo, y con quién, y cómo, un millón de veces... eso no me gustó... y esa barba esponjosa, y el peinado, con esa cara de galancito... me dijo "bebita"... iiugghh, mi estómago

—Así que...

—Solía ser mi archienemigo gay, ¿cierto, Rob?

Me miró con los ojos como platos. Inspiró profundamente y me dio un beso en la frente. —Tú lo has dicho, Papita... tu poder de percepción es asombroso

Fiiiiuuu, es gay. Por un momento pensé que me iba a decir que tuvimos algo o alguna cosa por el estilo.

++Frankendemon++

P.D: tampoco es que me importe mucho... estos calzoncitos ya tienen dueño, sí señor.

P.D.2: para ser mi archienemigo, está bastante bien... me escribe cada día y envía fotos de Cosmo sin que se las pida.

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