Viernes 05 de abril, 2024.

Hola, mi querido Layne,

Hoy es un día un poco triste, porque hace 22 años que nos dejaste e hiciste un vacío en todos nosotros.

Bueno, yo te vine a conocer tarde, pero aún así, tu partida ha calado muy hondo en mí y en mi corazón. Es inevitable no recordarte con melancolía en este día y pensar que podrías estar todavía aquí y seguir encantándonos con tu poderosa voz.

He estado escuchándote en la radio y te extraño, Layne, de verdad nos haces falta aquí, pero a la vez trato de pensar que eres un cometa y que estás allá en el cielo, con las estrellas iluminando con tus travesuras, tu simpatía y ternura. En eso me quiero aferrar, que de donde estés, estés bien y sigas siendo quien fuiste aquí. Un ser lleno de luz y bondad y que me veas y acompañes en cada momento, en mis risas y tristezas.

No quiero pensar que ya no estás aquí, porque me aborda la tristeza y creo que no te gustaría el verme así, más me hago a la idea de que sigues aquí, de alguna manera, y eso me da fuerzas para continuar en este día, el que después, en la tarde, se vendrá recargado de sorpresas y alegrías.

Fuiste y siempre serás grande para todos nosotros, mi querido Layne.

Te mando un abrazo grande al cielo, donde sé que estás bien y tranquilo y que nos ves desde ahí.

Te quiero.