Narra la Aurora

Andrea estaba en su habitación pensado en las cartas que su Hermano les mandaba.

Quizás su Hermano tenga razón, ella necesita cambiar de actitud.

Ella estaba pensado hasta que alguien tocó la puerta de su habitación.

- ¿Andrea? ¿puedo pasar? -Pregunto su Mamá.

- Si mamá -Dijo ella.

Su mamá entro a la habitación de Andrea, y ella se sentó a su lado en la cama.

- Andrea, vamos a hablar de Madre e hija ¿Ok? -Pregunto su Mamá.

Ella sólo asintió.

- Mira Andrea, yo se que estas recibiendo cartas por parte de César ¿No? -Dijo su mamá.

- Si Mamá -Dijo Andrea.

- Cuando yo tenía tu edad, yo también recibia cartas anónimas por parte de tu papá, en esa época yo no sabía que tu papá me escribía esas cartas. - Dijo su mamá

- Pero en esa época tu y mí papá eran enemigos ¿Verdad? - Pregunto Andrea.

- Si pero por el tiempo me fui enamorando de tu papá, yo a tu edad era demasiado Rebelde y problemática -Siguio su mamá.

- Pero yo no me quiero enamorar de nadie, tengo mucho miedo -Dijo Andrea.

Lo que no sabían era que César y Christine estaban escuchando la conversación.

- Lo sé Andrea, pero no tienes que ser rebelde con tus hermanos - Dijo su madre.

- Mamá mira, se que me e portado un poco mal con mis amigas y hermanos pero estoy decidida a cambiar -Dijo Andrea.

- ¿Enserio? -Preguntó su mamá.

Ella asintió con la cabeza.

- Gracias Hija no sabes lo feliz que me pones a escuchar eso. - Dijo su mamá.

- Todo gracias a las cartas de César -Dijo Andrea Feliz.

- Bueno entonces te dejo sola -Dijo su mamá.

Su mamá se fue del cuarto dejando sola a Andrea, ella seguía pensado en sobre lo que le dijo su mamá.

Creo que todos tenían razón Andrea necesita dejar esa actitud rebelde.

También tiene que dejar de sentír odio hacia todo el mundo.

Andrea se juro una cosa.

《Voy a cambiar, César muchas gracias por tus cartas y consejos, te prometo que mañana seré otra.》