Por un momento no sentí absolutamente nada,
Ni siquiera tu aliento cálido, ni el palpitar sutil de tu corazón,

Ni siquiera tus delicados vellos al levantarse, ni tu piel calentarse...

Ni siquiera la paz se comparaba con esto, porque es que no sentía absolutamente nada.

Sin embargo,

Por un momento pude sentirlo todo,

Desde el oleaje de un éter de suspiros, desde nuestros pensamientos que por fin cobraban vida...después de pensarnos tantas veces.

Y es que la noche hizo que la eternidad se tomara un momento para contemplar nuestro encuentro, de ese que las estrellas plasmaron en aquel momento en el cielo, como constelaciones inspiradas en nosotros:

Inspiradas en nuestros besos apasionados, en el roce de nuestros labios...

Siendo testigos de aquel maravilloso momento donde pude sentirlo todo y a la vez nada.