Sigh

Heredar los dotes impulsivos de mi padre no fue el mejor obsequio de bienvenida que me pudieron dar al nacer.

Desde joven, la timidez fue mi fuerte. Naturalmente mi madre me educó solo para que dijera lo justo y necesario, más yo no ofrecía ni la una ni la otra. Un poco decepcionante pero me sentía bien con eso.

Con mi hermana fue diferente, ella tiene una gran aflicción por la literatura desde siempre, los libros siempre fueron su mejor compañía. Educada, talentosa, generoso, respetuosa y siempre del lado de nuestra familia y lo que decían.

Al contrario, yo dibujo, los libros no son mis mejores amigos, yo los creo. También tenía sus dotes en personalidad, más actualmente las cosas han cambiado un poco. Me he vuelto lo suficientemente rebelde como para llegar a molestarme por un mal chiste de mi padre hacia mi.

Sigh

Creo que está fue la mas grande falta de respeto hacia él. Pero soy víctima de la frustración. ¿Qué esperan que haga? Sabe que soy muy sensible y aún así llega a bromear. Culpa a la impulsividad que decidió regalarme.

Siento cansancio, señor Sol, todos los días. ¿Cómo hace usted para levantarse temprano y traer el día al mundo sabiendo que será igual de desastroso que ayer?

Ojalá mi luz no se apague nunca como la de usted, ni nuestro fuego llegue a lastimar a los que amamos.