La escuela estaba vacía, el silencio inundaba el lugar y los pasillos se veían completamente limpios. Caminé hacia el casillero para saber si había encontrado otra carta pero una voz me sobresalto.

-- Shimizu-sempai...- Hitoka tenía sus mejillas sonrojadas y se aferraba a la tela de su falda.

-- Hitoka, ¿Sucede algo? ¿Por qué sigues en la escuela?.

-- Y-yo soy q-quien manda todas esas cartas... yo soy a la persona que busca.- observe a Hitoka asombrada. Entonces mi admirador secreto no era un "él" era un ella. Mis mejillas se sonrojaron inmediatamente.- ¡Yo estoy enamorada de Shimizu-sempai!

Su voz resonó por todo el lugar, algunas lagrimas comenzaron a salir se sus ojos. Entonces me acerque y junte nuestras frentes y le sonreí tiernamente.

-- Yo también, yo también estoy enamorada de ti Hitoka-chan.

Sentí como la chica comenzaba a temblar ligeramente. No me importaba que fuera una chica, mi corazón latía rápidamente al saber que era ella quien se preocupaba por mi y me manaba todas esas cartas.
Aquellas cartas que hacían que mis mañanas fueran más alegres, aquellas cartas que me llenaban de suspiros y de emoción al verlas, aquellas cartas que mostraban preocupación hacia mi y de mis sentimientos.
Separe nuestras frentes par poder ver el rostro de Hitoka, estaba sonrojada hasta no más poder y sus ojos brillaban.

-- Que linda...

Uní nuestro labios en un beso.
Mi primer beso. Yachi correspondió el beso tiernamente.

No sabía que una persona se podía enamorar aun más de lo que ya estaba.