➳Uno➳

❝ Hey, Darren.

Hoy te ví al salir de la escuela, te veías hermosa con aquella falda roja. No tomes en cuenta lo que te dicen los demás, eres linda tal cual.

-Jxlxs ❞

...

Otro día más, asistir a la escuela como algo normal. Pero, Darren tenía en mente algo diferente, no sabía si arrisgarse o descartar aquella idea. Había pensado demaciado sobre lo mismo, hasta que una le interrumpió.

—¡Hora de los quemados! —Bociferó el maestro de Educación física, haciendo que todo el que estuviese haciendo algo ajeno a prestarle atención le mirara; por supuesto, Darren dio un pequeño brinco en la banca donde se encontraba-realmente odiaba los deportes-, como siempre, se encontraba muy fuera de sí al momento de aquel grito— Formen dos grupos, Los chicos aquí, y las chicas por allá —Indicó apuntando a izquierda y derecha, haciendo que toda la clase se dividiese a ambos lados, exceptuando a Darren, quien solo quedó en medio de ambos grupos.

¿Qué debía hacer?, miró a ambos lados repetidamente y aún no se decidía, sabía perfectamente a cual debía ir, pero su propia conciencia le reprimía de hacerlo.

—Eh, tu, muchacho, ¿Tengo que indicarte que debes estar allí ? —Interrogó su maestro captando su atención y señalando al grupo de chicos que se encontraba a su izquierda. Tragó saliva y asintió, musitando un "Disculpe" mientras empezaba a avanzar a esa dirección.

—Profe, perdone, pero no creo que el debería estar aquí, puede que se nos pegue lo gay —Replicó un chico del grupo, haciendo burla hacia su persona, y provocando risas a los que se encontraban a su alrededor.

—Tampoco debería estar acá, se supone que este es el grupo para chicas —Resaltó lo último entre risas una figura femenina -cofcof, rubia oxigenada- al otro extremo del gimnasio.

Todos reían, muchos lo tomaban como algo normal; pero nadie, ni siquiera el profesor, se percataba de cuanto le afectaba a Darren aquello. La cual salió sin más de ese lugar, a pesar de escuchar los pitidos del maestro que le llamaba.

Se metió al baño donde nadie más estaba, ya le era costumbre entrar ahí para que nadie le viese desahogarse consigo misma.

Realmente se odiaba por haber salido como cobarde, pero, ¿Que más da? Apenas se había dado cuenta cuando ya se encontraba corriendo a la puerta que salía en dirección al pasillo. No hacía nada más que dejar que sus lágrimas invadieran su cara, mientras que sus leves sollozos hacían eco en el lugar,debido a lo solitario que estaba y su cabeza y garganta dolieran de irritación.

Lo que no sabía, es que mientras se ahogaba en su propio sufrimiento, había una cierta persona del otro lado de aquella puerta que de casualidad escuchó sus sollozos y suspiros. Aquella persona, quizá la primera que se preocupaba realmente por Darren, no pudo quedarse de brazos cruzados, no, debía actuar.

Sus pasos retumbaban más de lo normal al pasar por el pasillo, su semblante indicaba irritación y enojo, y quizá pateó un poco más fuerte de lo que debería la puerta al entrar al gimnasio. Pero no se arrepentía, venía a quejarse y eso iba a hacer.

—Profesor —Llamó al musculoso y altísimo tocandole por el hombro, haciendo que este dejará de anotar cosas en su libreta y le mirase— , ¿No cree que sus alumnos fueron groseros con aquel niño que salió hace rato? —Inquirió, intentando fallidamente sonar formal; el adulto se carcajeó y devolvió su mirada a la libreta.

—Realmente no me importa, yo solo me encargo de impartir clases de Educación física, así que puedes irte por donde mismo viniste —Respondió descaradamente, solo logrando hacer que le hierva la sangre.

—¿Sabe? —Dijo devuelta, captando su atención por segunda vez— Por profesores como usted es que a la escuela la encuentran como la misma mierda, aún no sé por qué el estado le paga a personas de su tipo, si para eso mejor un cojo a un vagabundo maloliente de la calle y lo hace mejor que usted —Completó, y seguido se dio la vuelta para irse, dejandole con la palabra en la boca.

Definitivamente aquello no funciono... más que para desahogarse. Pero, tenía una mejor idea, una que de seguro haría efecto en aquel niño que trataba de defender.

...


Listo, se había decidido, lo haría. Después de tantos años negandose a sí misma el hacerlo, utilizaría el uniforme que le corresponde a las feminas de la escuela. No le importaba lo que fuesen a decir los demás, ya se encontraba cambiándose para salir, ignoraría cualquier cosa que le dijesen, no sería tan sensible como antes.

Oh, o al menos eso intentaría.

Toda su confianza se fue al suelo cuando sintió las miradas en su cuello y los susurros casi a su oído, de hecho, no sabían disimular nada bien. Mantuvo su mirada desviada al frente, o a sus manos, todo con llegar a la salida intacta.

Pero, ups, un pie se interpuso en su camino.

Su cara chocó contra el suelo, y milagrosamente no se partió la nariz. Miró hacia atrás y pudo ver como la persona que había interpuesto su pierna en su camino se carcajeaba, aquello lo había hecho a propósito, lo cual era de esperarse, aunque le halla tomado de sorpresa a Darren. El cual tan solo se dignó a recoger los libros que se encontraban en el suelo después de resbalarse de sus manos, y a levantarse sacudiendose en el acto la ropa que traía puesta.

—Linda falda, niñita  —Resaltó con tono burlón aquella misma persona que segundos atrás le había provocado tremenda caida.

Y Darren le ignoró, siguió su camino como si nada hubiese pasado, como si no sintiese el como todos le observaban.

Luego, al llegar a su casillero, abrió este y entró sus libros de golpe, sin haberse fijado en que había un sobre dentro de este. Cuando se percató suspiró pesadamente.

¿No había encontrado uno igual ya? ¿Acaso aquella persona no se cansaba?
Quizá el que no leyese el primero siquiera era una de las razones por las que había uno nuevo ahí.

Tomó el dichoso y cerró el casillero. Y cuando se dignó a leer aquel sobre firmado anonimamente, se retractó de lo que antes había pensado.

Aquella carta le había sacado una sonrisa, quizá la primera en mucho tiempo, y definitivamente, había alegrado su día.

E internamente, le daba las gracias a la persona que había hecho aquello.

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N/A:

Holi, gg.

-huye heterosexualmente-

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