¡Lo lamento, Kate!

Me he quedado sin internet. Ha sido una tortura no saber de ti, y al volver me he encontrado con tus correos. Lamento no haber contestado, juro que hice lo posible, pero la compañía ha fallado.

Presta atención, que ya sé que eres preciosa y le vas a gustar a todo el mundo, que mientras a ti te de igual y me elijas a mí, no tengo que desconfiar, además Susan no es mejor que yo.

Yo tengo ojos verdes. (Que es broma, que Susan es linda chica)

¿Crees que podríamos hacer una llamada corta el día de hoy? Que sé que es pronto, pero me hace mucha ilusión preguntarte algo, y no debes responder allí, te daré tiempo, pero quiero que lo pienses.

Me gustas y mucho, Kate Bishop. No quería preocuparte.

—Yelena.