¿No es loco cómo puede cambiarnos la vida de la noche a la mañana?

Ya sé, seguramente te preguntas por que no te he escrito en tanto, y es que... He intentado avanzar, las personas que saben de mi y de ti, han sido muy amables... Pero también debo entender que en éste proceso, no avanzaré si no hago un poco de fuerza.

Ayer Peter y yo hemos ido con América a una fiesta, y por primera vez en dos años, DOS años, me he sentido bien, no te he extrañado, y no sentí culpa.

Bailé con América toda la noche, y si te sirve de consuelo, en ese momento si te he recordado imaginando como sería bailar entre tus brazos.

América me besó y... He correspondido. No es que no haya besado a otras personas en dos años, sabes que sí, te he contado como rechazo a cada persona que parece quererme... Pero ayer por primera vez me sentí cómoda, sentí que estabas de acuerdo, sé que probablemente habrías dicho "no es necesario que a mi me parezca bien, Kate Bishop" y yo habría sonreído por lo ronca que es tu voz. Aún la recuerdo, y cada tanto hablo con tu hermana y cuñada, más con tu cuñada.

Fueron años difíciles. La vida sin ti es difícil, ¿qué puedo decir? Aún pienso en que probablemente habríamos sido aquellas novias que planean tener un pequeño bebé que adoptarán en "x" ciudad, y que de alguna u otra forma nuestra cabaña tendrá mucho jardín y una playa cerca. Algo intensas, pero teníamos... ¿Quince años? Éramos pequeñas, veíamos el mundo diferente, y aún así creo que si siguieras a mi lado, estaría diciendo que nuestro hijo se llamaría Kyle Romanoff Bishop, ¿sería lindo, no?

Volviendo a lo de América, ha sido muy linda conmigo, y ninguna planeó así las cosas. Estuvo de novia por un año, luego eso acabó, Peter, ella y yo nos volvimos muy cercanos, la consolamos... Y ayer nos besamos, y me sentí bien.

Por primera vez disfruté un beso, y no pensé en los tuyos, y creo que está bien. Es parte de superar tu partida, eso no quita el hecho de que haz sido lo más bonito que pudo pasarme.

Volví a escribirte por esa razón, quería volver a sentirte presente en mí, Yelena. Cariño, juro que te sigo amando, mucho, lo prometo, prometo que pensar en ti aún es mi consuelo cuando siento la presión de la vida, pero... Tengo que dejar ir esto y ver si puedo adentrarme en otro amor.

Hay una canción que dice "Quiero cantar una canción, que sea sólo nuestra, pero se las he cantado todas a otro corazón, quiero llorar, quiero enamorarme, pero todas mis lágrimas han sido usadas", así me siento, y quiero soltar eso, no a ti.

Jamás podré soltarte a ti.

Este año he de elegir que estudiaré, y adivina que... Wanda y Natasha me han rentado un cuarto en la casa que compraron allí, ellas siguen en la universidad. Natasha está bien, ya no llora por las noches.

Peter y yo estaremos con ellas unos meses antes de conseguir un departamento, y tal vez América se irá a ese departamento con nosotros.

Seguramente estarías feliz de verme avanzar.

He acabado tu cómic.

Le pregunté a Natasha mediante Wanda, y aceptó que yo lo acabara, le he enviado una copia, pero ya la conoces, no va a contestarme, a veces creo que no le caigo bien, pero la he hecho reír en una cena hace unos días. Estábamos celebrando tu cumpleaños en casa de tu madre, y yo he dicho algo sobre nosotras, ella ha sonreído y soltó una risa bastante suave, que nos hizo sonreír a todos. ¡Ya te imaginarás como me sentí! Creo que lo pondré en mi currículo, "he hecho reír a la hermana de mi novia", bueno... Ex novia.

Tendré novias, Yelena. Muchas, pero ninguna serás tú. Ninguna novia podrá ser como tu, Yelena.

Retomando lo de tu cómic, que ya ves que mantener un mismo tema en línea me cuesta. Me metí a aquél taller al que querías ir, aprendí bastante, el maestro se llamaba Steven, sí... Como aquél hombre de tu accidente. Steven Grant, un gran maestro.

Aprendí lo suficiente, y ahora Katie tiene esposa, vive constantemente preocupada de salvar su vida, Katie teme perderla y no poder pasar el resto de su vida con ella.

Yelena Belova, como tú con tus dibujos. Creo que cuando lo presente... Todos sabrán que me refería a la dibujante anónima que nunca se supo quien fue. Es hora de que sepan que tu talento... Iba más allá de los deportes, y que eras una apasionada del dibujo.

Te quiero infinitamente, Yelena.

No sé cuando volveré a escribirte, pero prometo que estaré constantemente pendiente de pensarte.

Pd: He comprado la línea de tu móvil, para conservar el número. Me he comprado otro móvil que permanece apagado, porque me gusta enviarte mensajes.

Pd2: Creo que a Natasha le sienta bien el rubio en su cabello, lo ha hecho por ti.

Pd3: Me cuesta tanto soltarte.

Pd4: Ahora sí, me voy.

—Kate de Yelena.