-¿Cómo te has enterado?

-Creo que en el fondo siempre lo supe, Daniel. ¿Por qué no me lo dijiste?

-Tuve miedo. Jamás pensé que una chica como tú saldría con alguien como yo.

-No digas tonterías... Cualquiera podría enamorarse de ti.

-¿Sabes cual es el problema? Que tú no eres cualquiera.

-Dani...

-No, ahora me escuchas... Me enamoré de ti cuando entramos al instituto, a la misma clase. Pero igual que siempre, tú no me hiciste caso jamás. Bueno, hasta el día que te vi con mala cara...

-No entiendo por qué te menosprecias tanto. Eres... eres un chico increíble, que podría enamorar a cualquier chica que se propusiera.

-Y sin embargo-dice, triste-, la única chica que me ha importado alguna vez no pertenece a ese grupo.

-¿Qué te hace pensar eso?-avanzo hacia él.

Después de un mes y medio, saber quien es me da una gran alegría.

Mi Dani... Ese niño que me daba tanta lástima... Recuerdo perfectamente cuando le veía. Todos le hacían bullying, pero nunca le comprendí. No era muy diferente al resto, sólo algo bajito...

Ha sufrido mucho, y no se merece sufrir por amor.

-Que a pesar de lo que yo siento por ti, tú jamás sentirás lo mismo. Sé que te gusto como amigo.

Suspiro. En el fondo tiene razón, me importa mucho, pero no como algo más.

Abro los brazos. Nos fundimos en un dulce abrazo.