Capítulo 39

-Ya estamos aquí.

Me abre la puerta gentilmente y me conduce hasta un garaje.

-Tiene gracia. Es la primera vez que vienes a mi casa con mi invitación previa. Siempre apareces de la nada.

Le hago una sonrisa falsa y me cruzo de brazos. Esta vez no me dejo llevar.

-Sé que no es tu taller, pero tendremos lo necesario para poner los cables.

Asiento y empezamos. Él es el único que habla, debo ser fuerte y no hacer tonterías.

Una vez puesto el motor, hay que soldar los cables a éste.

-¿Soldas tú o lo hago yo?

-Esta vez yo. Tú te encargaste la última vez.

Lo que no quiero es sujetar los cables, porque seguro que aprovechará para acercarse. Aunque lo mismo aprovecha ahora. Con él nunca se sabe.

Para mi sorpresa, me lo sujeta todo desde la distancia, por lo que puedo trabajar con tranquilidad, sin interrupciones. A la media hora, todo está perfectamente soldado y conectado.

-¿Lo vamos a pintar?

-Sí, quedará mejor si pintamos el barco.

-Pues no sé si hay pintura.

Busca por todo el garaje, y hasta por la cocina, pero nada.

-En mi casa podría haber.

-¿Iríamos a por la pintura?

-No, podemos llevarnos el barco.

Dicho y hecho, con Álvaro cargando el barco, nos dirigimos a mi casa. Una vez allí, encuentro la pintura que necesitamos.

Nos pasamos bastante pintándola y retocándola.

-¿Sabes qué?-él arquea una ceja-. Me alegro de que hayas podido superar lo mío con Blas. Se te nota más maduro, Alv.

Esboza una risilla. Se acerca a mí. Mierda, ¿para qué hablaré?

-La única razón por la que no te estoy besando ahora mismo, es porque aunque no me guste, respeto que tengas novio-me susurra junto a los labios-. No soy un quita-novias.

Niego con la cabeza, hipnótica. ¿Veis por qué me alejé de él? Es un idiota que provoca demasiado.

Sus ojos verdes se fijan en mis labios y se acerca aún más...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top